ESTE CAPÍTULO NO ESTARÁ CENTRADO EN UNO SINO EN LOS DOS, THEODORE Y HERMIONE AL MISMO TIEMPO RESPETANDO SUS MOMENTOS DESDE LUEGO.
Hermione sentada en suelo del baño como si fuera una niña pequeña miró sus manos, tenía mucho frío, amaba la nieve, los copos que tenían una forma realmente hermosa que eran invisibles para su vista, la fuerza del viento crudo golpear contra su rostro incluso adoraba cuando su nariz estaba roja por el frío al igual que sus mejillas, lamentablemente el frío causaba un gran mal en ella, tenía tanto frío que hasta tenía un leve temblor de momento a momento. Sus manos estaba frías y ni que decir de sus pies, eso sólo podía significar una sola cosa; se resfriaría tarde o temprano.
Vio sus pies con pena.
– Estas semanas les fue mal ¿no? –le habló a sus pies para dar una pequeña risilla, ya iba por el camino de Alicia en el país de las maravillas, de seguro más tarde pensaría en cómo podría enviarle cartas a sus pies.
Vio sus zapatos, su mamá le había sugerido ese modelo en específico, un zapato charol con dos centímetros de taco oculto, era liviano más parecía una zapatilla que un zapato, a un costado de ambos tenía un decorado de una letras en color dorado y por último tenía correas altas al nivel de tobillo igual color dorado. Al principio Hermione dudó en llevarlos pero luego accedió ahora agradecía por ellos, eran fáciles de limpiar. Ya había desabrochado la primera correa cuando escuchó una voz, tranquila y realmente curiosa.
– Así que de aquí vienen las huellas de lodo –habló aquella voz. Venía de la entrada, parpadeó varías veces pues nadie estaba ahí pero luego entró un chico.
Hermione se sorprendió al verlo, lo reconoció era Theodore Nott.
¿Qué hacía allí? En el baño de chicas, que además estaba abandonado por así decirlo, solo un fantasma lo merodeaba.
El chico sonrió al ver el desconcierto de Hermione, ocultó como pudo sus nervios y siguió, avanzó a pasos lentos y decididos.
– ¿Perdón? –.
Hermione se repuso, era Theodore Nott, mentalmente rebuscó todo lo que sabía del chico que ahora estaba parado frente a ella. Nott, él es estudiante de la casa de Slytherin, a Hermione le parecía un chico más centrado que sus contemporáneos, amigo de Malfoy, no recordó averle dirigido la palabra alguna vez, supuso que no hubo necesidad de aquello.
– estaba caminando por allí, sabes...–habló de repente el chico rompiendo el silencio de la castaña –, cuando vi huellas de lodo por todo el castillo, me dio curiosidad, seguí las huellas y llegué aquí, y... supongo que pertenecen a ti.
La sinceridad del chico sorprendió a Hermione, hizo que elevara las cejas y por tic de su pierna derecha se movió. Lo vio bien, Theodore era en definitiva más alto que ella, ¡Puff! ¿quién no era más alto que ella?, su cabello captó su atención, era largo y espeso tal vez no tanto como el de su amigo de ojos verdes pero este chico si que tenía cabello. Era delgado y demasiado pálido, su madre siempre decía que se podía leer a una persona por el rostro, en este caso Theodore tenía el rostro pálido, era callado y algo más... no sabía como describirlo. Hermione infló los cachetes y extendió sus brazos hacia adelante retorciendo sus manos. Ya estaba exhausta.
– Eh...Sí. Yo dejé ese lodo por todo lado –admitió Hermione moviendo los ojos.
Visto por otros ojos esa escena era graciosa ella estaba técnicamente tirada en el piso sin inmutarse por Nott quien tenía las manos en bolsillo sin moverse como si fuera una quimera, visto por Theodore esa escena era incomoda y mejor de lo que se esperaba. Se dio cuenta de que estaba muy encorvado y decidió avanzar más hacía donde la castaña aprovechando para ponerse recto.
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Huellas de Lodo
RandomHuellas de barro. Es una historia entre Hermione Granger y Theodore Nott. Época de lluvia, época en donde Hermione Granger tiene sus peores y graciosos días. Época en donde Theodore Nott se da cuenta de lo interesante que es Hermione Granger. Épo...