Capítulo 3

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Este capítulo sí tendrá nombre, Y estará dividido en dos.

Capitulo 3: Día Gryffindor.

Habían pasado tres días después de que Theodore había puesto sus ojos en Hermione Granger. Theodore se había puesto a razonar cada noche sobre el tema. La conclusión era la siguiente: Hermione Granger era de Gryffindor, él de Slytherin y Hermione no sedería ni a hablar con él debido a la reputación que precede a una serpiente,  lo segundo era que él había estado siendo inmaduro, no podía seguir con la mirada como un acosador a una simple chica, ya no tenía que seguir con ese plan estúpido . Decidió evitar encontrarse, toparse o simplemente verla en cualquier momento. En el desayuno o la cena, Theodore resistía con debilidad no verla. Claro que una que otra mirada mirada furtiva se había escapado de los ojos de Theodore. Ya no iba a hacer nada, estaba más que dicho.

Ahora mismo se encontraba caminando por el segundo piso de Hogwarts, tenía que bajar a las mazmorras para encontrar un libro que Blaise se lo había escondido, por fortuna, Daphnne Greengass lo había visto esconderlo en el armario de las mazmorras. Es ahí a donde tenía que llegar, tenía, ya que no llegó.

El clima estaba fatal, las temperaturas habían descendido en picada en los últimos días, los vientos eran espantosos, gritaban y golpeaban las ventanas. Los lavabos no soltaba agua hasta por lo menos las diez de la mañana ya que se había congelado, es por eso, que la subdirectora McGonagall había decretado el inicio de clases a las once de la mañana. Aún así, los alumnos andaban mucho más abrigados, pocos eran los que llevaban sus túnicas diariamente a clases, por lo normal, habían cambiado las túnicas por chamarras o abrigos largos, por bufandas y guantes. La lluvia no había cesado desde la madrugada así que las clases fuera del castillo se habían cancelado, la doble hora de cuidado de criaturas mágicas de Theodore se había cancelado y ahora tenía ese tiempo libre.

Iba caminando tranquilamente, sin pensar en nada, con la mente en blanco y la mirada en las ventanas o cuadros.

Escuchó un ruido de voces viniendo, pero sólo vio a los gemelos Weasley venir corriendo y hablando entre si. Theodore vio como un niño cómo aquellos chicos demasiadamente similares lo veían como un juguete nuevo, al principio pensó que miraban a otro chico pero se dio cuenta que no había nadie más en aquel inhóspito pasillo, vio acercarse a los gemelos Weasley.

–Theodore ¿verdad? –preguntó uno de los gemelos, no sabía quién era quién, le habló como si se acercasen a hacer nuevas amistades.

Era como un sueño de la infancia hecho realidad, cuando estaba en primero, segundo y tal vez hasta tercer año el deseaba ser un discípulo de los Gemelos con más desparpajo del mundo, quería ser considerado con su hermano menor o como un amigo íntimo, pero eso nunca pasó, llegado el momento entendió la realidad de las rivalidades entre Gryffindor y Slytherin. Claro que siempre había seguido cada broma de ellos , los admiraba mucho por su arte del entretenimiento y por sacar tantas sonrisas sin intentarlo. Eran diestros, alegres, inteligentes, sociables, demasiado sociables, teniendo todo tipo de amigas, se preguntaba cuál era George, y de pronto, una melena castaña apareció en su mente, ¡Rayos!.

– Sí –afirmó entre tímido y serio.

– ¡Oh bueno! –habló uno poniéndose a su lado, al parecer, la costumbre de ellos era ponerse uno a cada lado, así parecían matones – Queremos ser tus amigos.

– ¡Sí! Nos interesa tu... personalidad –habló el otro, Theodore los observó bien. Dios santo ¡eran jodidamente iguales!.

– Claro.

– ¿Nos puedes hacer un favor?, un gran inicio de una buena amistad, es más...–comenzó a hablar uno, realmente lo confundían demasiado – Serás nuestro aprendizajes, seremos tus mentores para dejar de ser aburrido.

Huellas de LodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora