TRUTH | EN PROCESO

4. Aun no

Ya comenzaba a sentir el cansancio en mi cuerpo una vez que empecé a arrastrar los pies camino a casa, la poca energía que me quedaba la utilice para acelerar el paso al primer momento que divise el edificio frente a mis ojos. Salude con un asentimiento de cabeza al portero y me subí al elevador, cerré la puerta de mi casa detrás de mí una vez que entré, lancé mi bolso al suelo y caí de espaldas al sofá con los ojos cerrados suspirando por el agotamiento.  Mi primer día de preparatoria y ya estoy así de cansada?

—¡Mátenlo vigilado, Brennen! ¡No puedo arriesgar todo esto! —los gritos de mi madre me sobresaltaron, por lo que pude deducir que está discutiendo con alguien—¡No! ¡No puedo decirle a Samantha aun!

¿No puede decirme que? ¿Qué está sucediendo?

Camino sigilosamente hacia la cocina, pero al parecer la suerte no está de mi lado y tropecé con un mueble provocando un estruendoso ruido. 

—Maldita sea— me queje en un tono bajo y supliqué mentalmente que mi madre no haya oído mi torpeza.

—¿Samantha? —pregunta mi madre apareciendo por el umbral de la puerta. Esbocé una sonrisa nerviosa y me disculpé con la mirada—¿Que escuchaste?

—¿Qué es lo que no debo saber? —espeté sin responder su pregunta,

—Samantha Fisher, no me respondas con otra pregunta—regañó mirándome seria, cuando sucedía esto, no significa algo bueno

—Merezco saberlo, ahora contesta lo que yo te pregunte— ataque arrugando la frente.

—Te dije anteriormente que no es el momento de decirte, no insistas— contraatacó volteando los ojos.

—No, mamá—repliqué perdiendo la paciencia, tengo 17 años y aun así me siguen escondiendo cosas— ¿qué es lo que no debo saber? Me has traído aquí, lejos de todos mis recuerdos, lejos del lugar que amo, cambiándome la identidad pretendiendo ser alguien que no soy ¿y aun así no quieres darme ni una razón?

Negué con la cabeza y le lancé una mirada decepcionada. Se que es mi madre, pero ya no soy una niña a la cual debe de proteger siempre.  Ella suavizó su mirada y agachó la cabeza, creo que me había sobrepasado, pero aun así no era justo.  Tomé mi móvil y salí de la casa enojada, estrellando la puerta detrás de mí. No conocía nada de Nueva York, por lo que caminé sin rumbo por unas cuantas calles desconocidas hasta que decidí parar en un parque el cual parecía un tanto vacío. Comenzaba a anochecer y no recuerdo el camino a casa. Con mis ojos cristalizados nublando mi visión creí ver un pequeño tronco en el cual podía sentarme. 

Sollocé con la cara escondida entre mis manos. Me sentía vacía, mi madre me esconde cosas y mi padre no ha aparecido, ¿por qué las personas en las cuales más confiaba anteriormente, me hacen dudar de lo que soy?. Vivo entre secretos y aún no se ni tan solo uno.

Me sobresalto al sentir una mano sobre mi hombro, limpio mis lágrimas rápidamente y levantó la mirada. Un chico rubio está de pie frente a mí, observando con preocupación.

—¿Te encuentras bien? —preguntó esbozando una cálida sonrisa sin mostrar sus dientes. Sus facciones podrían sorprender a cualquiera, se asemejan a una completa perfección, lo que más capta mi atención son sus pequeños pero notorios hoyuelos.

Asiento con la cabeza respondiendo su pregunta y correspondo su sonrisa con una tímida sonrisa mía. Baje mi mirada hasta los dedos de mis manos entrelazadas las cuales están encima de mi regazo, mientras mis piernas se movían compulsivamente. El chico rubio toma asiento a un lado mío en el tronco en el cual estoy sentada.

—Me llamo Noah— se presenta y me ofrece su mano.

—Charlotte—musitó estrechando su mano con la mía.

—¿Sabes que hago cuando estoy triste? — murmuró lanzándome una mirada y me encojo de hombros en respuesta.

El mete su mano en el bolsillo de su chaqueta y saca una caja de cigarros— Fumo

Al ver como sacaba un cigarro de la caja y lo encendía, negué rápidamente con la cabeza. Estaba loco si pretendía que fumara con él. Me da escalofríos tan solo recordar un cigarro. No quería volver tiempo atrás y recordar viejos momentos, tuve suerte de ser rescatada y si mis padres no hubiesen llegado antes de que la situación empeorara, no sé qué sería de mí.

Chasqueó la lengua y río al ver mi cara de desagrado—No hacía referencia a que tengas que fumar, tan solo busca acciones que te tranquilicen. Ríe, viaja, lee, escribe, dibuja—agregó—Cada cosa que crees insignificante, define quién eres. Soluciona los problemas, no dejes que los problemas te solucionen a ti.

Lo miro con adoración y asiento, tiene demasiada razón, no podía dejar que las cosas se solucionarán solas, sé que derramando unas cuantas lágrimas no solucionaría ni la mitad del problema, es hora de enfrentar todo. Si quiero demostrarle a mi madre que ya era una adulta, es tiempo de actuar como una.

—¡¿Noah?!—el grito de una chica resuena por todo el parque.

—Creo que te buscan—informe riendo.

—Mi hermana—resopló y volteo los ojos—No puede vivir sin mí.

Se incorpora y coloca su mano en mi hombro—recuerda lo que te dije, soluciona los problemas, no ellos a ti. Y nunca olvides esto, detrás de la oscuridad de una mentira, la verdad será la luz que lo revelará.

  20 minutos más tarde, luego de agradecerle a Noah y pedirle una última ayuda para volver a mi casa, estoy abriendo la puerta de esta.

Lo primero que veo me parte el alma en trizas, mi madre sentada en el sofá sollozando y maldiciendo por lo bajo. Culpandose por todo, por mí, por mi padre, por su familia, por su pasado.

—Mamá—dije rápidamente antes de cerrar la puerta y me acerqué a ella.

Ella saltó incorporándose inmediatamente del sofá para envolverme en sus brazos con un suave y cálido abrazo que solo ella sabe darme 

—Espero que puedas entender que no estas preparada para saber todo esto, aún no— susurra en mi oído mientras me acaricia el pelo.
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Este capítulo salió medio cortito pero espero que les haya gustado❤️🥺
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