7. Visita sorpresa II

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Ya era Lunes y me estaba alistando para la escuela junto a Karina, quien milagrosamente se levantó temprano. Y digo milagrosamente porque esta enana duerme como oso invernando.

Bajamos a tomar desayuno junto con mis tíos, mis padres, Daniela y Elvira. Mi madre había llegado el domingo por la noche y también habló conmigo de lo ocurrido, lo bueno es que todo está bien en casa.

Mis padres conversaban con mis tíos de temas de trabajo, mientras que yo estaba hablando estupideces con Daniela y Karina.

¿Inmadurez? ¿Dónde?

— Bueno chicas, ya se hace tarde — dijo mi padre levantándose de la mesa y agarrando sus cosas del trabajo — las espero en el auto.

Terminamos de desayunar y fuimos al baño a enjuagarnos, salimos a paso rápido despidiéndonos del resto de la familia con la mano.

Subimos al auto, las tres atrás y mi padre adelante, tuvimos una pequeña charla y cuando llegamos, mi padre nos ayudó con las mochilas y se fue.

— Entremos de una vez, se hace tarde — jalo de la mano a las dos y entramos.

Daniela se va con sus amigas mientras que yo guío a Karina con las mías. Y sip, estamos en el mismo salón para quienes se lo preguntan interiormente.

— Chicas — me acerco a ellas pero ninguna me hace caso — hooola, ya llegué... — ahora me están ignorando —  ¡carajo, ya llegué, no me ignoren!

Ellas suelen molestarme de esta forma. Si no me ignoran, se las ingenian para molestarme de alguna otra manera. Por ejemplo; cuando jugamos cartas, las malditas tramposas saben que tengo la suerte de mi lado, por lo que siempre se ponen de acuerdo para hacerme trampa y que pierda. A ellas les gusta verme enojada.

Mis amigas voltean y se ríen de mi, que hermosa amistad tenemos.

— Lo siento... — dice Camila agarrándose el estómago — fue idea de Mariana — miro mal a Mariana y ella me dedica un beso. La verdad no me sorprende, ella es la que más disfruta molestarme.

— No importa, ya me acostumbré — al decir eso mis amigas y mi prima ríen más — chicas, quería presentarle a Karina, ella es mi prima y nos va a acompañar este último año.

— Hola... — dijo ella un poco tímida hasta que dirigió su mirada a Fiona y Emma — ¡a ustedes las extrañé mucho, perras! — corrió donde ellas y se lanzó encima, mis amigas le correspondieron el extraño abrazo.

Olvidé mencionar que Karina si llegó a conocer a Fiona y Emma, a Thomas y James también, pero fue algo breve. Se llevaron de maravilla.

Como era Lunes, tocaba formación. Las demás chicas de mi salón fueron llegando y saludaron a mi prima. Miranda no fue la excepción, pero Karina no le dedicó una linda mirada.

Ellas tienen su propia historia, la conocida de todas maneras. Años atrás, cuando mis primos vinieron de visita al colegio por un evento, Karina tenía novio, no iban tan bien pero ese no es el punto. La cosa fue que se enteró en ese momento que Miranda salía con su novio cuando este la fue a recoger al colegio y pum, se encontró con mi prima.

Se armó el real pleito ese día. Días después, yo me enteré que Miranda también le estaba coqueteando a mi primo. Ya se imaginarán lo que habrá hecho Karina, con su hermanito nadie se mete.

Por mi parte, no me llevo del todo bien con Miranda por lo ocurrido pero aprendí a convivir con ella porque compartimos salón. Además de que no me gusta ser resentida con las personas.

Formamos todas y escuchamos lo que el profesor tenía que decir, luego pasamos a las aulas y nuestra tutora entró supongo que a presentar a Karina, porque hoy no toca clase con ella.

¿Consejera en el amor? ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora