Cap. 1 CDMX

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El sol ya estaba saliendo, el despertar de un nuevo día, los pájaros cantaban fuera de la ventana en su jardín y las maletas que había empacado el día de ayer ya estaban listos.

Temo:

Me desperté, ya eran las 8 de la mañana, Pancho y las calcomanías vinieron desde Oaxaca para despedirse de mí, si hoy me voy a CDMX con Diego, falta todavía una semana para que recién inicien las clases y bueno, los dos ya estamos matriculados vía virtual, que genial es la tecnología, te permite conocer a gente distinta y nueva todos los días, especialmente cuándo estás solo en una noche y quieres a alguien con quién pasarlo, aunque no hice nada estos días que mi papá vino a despedirse de mí, ya no era un niño.

Mi papá me llevó a comer con toda la familia y cuando digo con toda, es toda, imaginense que tuvimos que alquilar todas las mesas del restaurant a la que fuimos, comimos todos juntos, los 6 hermanos , Pepe y Ana le enseñaron nuevas frases a Julio para usarlo en Oaxaca y no perdiera sus raíces, mientras que Guadalupe decía a Lupita que cuidara a Julio y lo corrigiera cada vez que hablara así, no puedo decir que no disfruté ese día al ver a todos, aparte que mi papá les presentó oficialmente a Susana como su nueva esposa, aparte de Axel, Sebas y a Crisanta, a los cuáles todos le hicieron sentirse bienvenidos.

Por suerte Diego y su familia también vinieron a la cena, así que si un tema me desagradaba les decía que Diego me llamaba y me iba, fue una sorpresa como el señor Ubaldo y el señor Iracheta (como le dice mi papá), se parecían mucho, aunque el señor Ubaldo era más serio que mi tío, después Axel igual se sorprendió por el parecido de la esposa de mi hermano con Clarissa Mussi, pero por fin acabó todo ese día con saludos, comidas, conversaciones de Oaxaca, mencionaron a los Córcega, los trillizos de Daniela, la muerte de Gabriel, los Rey que pensaron que también eran Córcega,en serio que sacan familia hasta de otros países; hablaron de un Guido que era el responsable de todo y de Eugenio y su Alzheimer, me sentí mal por el señor y Gabriel, siempre me cayeron bien, nadie habló de Aristóteles, agradecí en mi mente por eso, sabía lo que tenía que saber por sus redes sociales, un montón de novias por aquí y allá, hasta tal vez haya nuevos Córcega por su parte, ya no me interesaba.

Pero aquí estamos, en la central de autobuses con mis padres, hermanos, tías y demás familia, podíamos llenar un autobús completo, en mi mente pasó la idea de que familia era más grande Córcega o López, aunque lo quité de mi pensamiento y simplemente me despedí de todos, lágrimas salían por algunas personas y simplemente les sonreí antes de ir a la plataforma del autobús, Diego se despidió de sus padres, su madre lloraba y su padre lo veía serio, al acabar los dos juntos nos subimos por fian al autobús.

-Estás listo para una nueva ciudad Diego - le dije.

-Claro que por supuesto que sí, viviremos solos sin reglas, ya lo verás, aparte tengo una sorpresa que me espera en la CDMX - me contó Diego.

-¿Qué es?, dime.

-Todo a su tiempo, pero nos divertiremos, ahora sin supervisión.

-Jajaja, yo hacía eso en mi casa, eso será nuevo para ti, no para mí.

-Que graciosito.

En el camino conversamos sobre planes futuros y nuevas aventuras, aparte que cambiamos nuestos estados a CDMX en todas nuestras cuentas y cuando digo todas, son todas.

Después de varias horas, por fin llegamos, una nueva ciudad, cuando recogimos todo nuestro equipaje, nos dispusimos a coger un taxi para irnos a nuestro nuevo departamento, pero Diego me detuvo y sacó unas llaves de su bolsillo con un aparatito con un botón, el cual presiono y se escuchó un sonido proveniente no muy lejos de ahí.

-Te presentó mi nueva camioneta.

-Wow Diego, pero cuándo.

-Mi papá me lo compró, aunque mi mamá influyo mucho en él.

-Pero sabes conducir?

-Claro Temo, hace dos días que obtuve mi permiso.

-Sería mejor que tome un taxi - le dije bromeando.

-Dejate de tonterías y sube tus cosas, con este bebe - señaló el carro - vamos a poder ir a cualquier parte.

Subimos todas las maletas, Diego no paraba de tocar su carro, por mo cuál tuve que subir las suyas también.

-Vámonos Temo, los dos contra todo CDMX, no vamos a divertir- me dijo sonriendo.

-Claro que nos vamos a divertir, y disfrutar también.

Aris:

Me tuve que venir una semana antes del inicio de clases, me matricule por internet, y ñor suerte me matricule en la misma carrera que Temo, pero como logré esto, pues en una sola palabra "Diego", en una de sus publicaciones de twitter decía : @Temo.López por qué tuviste que irte a otra carrera, que tiene administración que no tenga medicina, te extraña @Diego.Orteg.

Cuando pagué la matrícula y las mensualidades eran el doble de las que pagas en Oaxaca, pero Temo valía eso y más.

Antes de irme, mi tía Blanca preparó una gran comida por mi nueva experiencia, toda la familia fue, excepto por mi tía Susana, sus hijo y Doña Crisanta, le pregunté sobre Temo antes de que se fuera, pero me dijo que no podía decirme nada.

Mi papá al final de la comida apareció por la puerta con mi tío Tulio, estaba muy enojado y mi abuela les gritó que se fueran, sorprendiendo a gran parte de la familia que no sabían lo que me hicieron, pero me dijeron que querían hablar conmigo, que querían pedirme perdón por todo, fui con mi padre y lloró, rara vez lo veía llorar, me suplicó perdón, yo se lo di, pero que me tenía que aceptar como era (imaginen la escena de la playa de Aris y Audifaz).

Despues de que mi mamá, mi hermanito, Eduardo y el nuevo miembro de la familia se despidieron de mí, tome el bus hacia la CMDX, en el camino pensaba en que faltaba poco para ir s ver a Temo, pensaba en Arqui, sería el nuevo hermano mayor, estaba feliz, en Oaxaca todo terminó bien, todos me aceptaban, me querían, fue difícil despedirme de ellos, pero era turno de encontrar el amor.

Llegue a la terminal de buses, la razón de llegar una semana antes fue para que pudiera encontrar un nuevo trabajo, sino todo lo que había ahorrado se iría muy rápido, mis maletas se demoraban mucho, pero al final llegaron, compré un periódico para ver lugares de alquiler, los más baratos posibles pero no tan lejos de la UVM, de repente mientras miraba el periódico escuché una voz muy conocida, me demore un poco en reaccionar, pero voltie hacia donde donde vino ese débil sonido, pero no estaba allí, miré la pista, una gran fila de taxis y una camioneta de ventanas oscuras iba alejándose.

Lo lamento, AristemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora