Cap. 7 Carlota

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Los días siguieron pasando, en los cuales Aris hacia un pequeño intento por hablar con Temo, pensaba que si le explicaba todo, le perdonaría y todo volvería a ser como antes, pero un corazón roto se podría arreglar tan fácilmente?, si tuviera el poder de retroceder en el tiempo, cambiaría su decisión, junto a Temo hubiera luchado contra todo, su padre, su tío, su abuela, tal vez hasta se podrían haber hecho un tatuaje o haber tenido una cita con un pastel de auténtico chocolate de Oaxaca y mil leches, también cantarle su canción, la de "Amor Valiente" que había completado en su ausencia, pero todo eso estaba en el pasado y no pudo hacerlo.

Entre la semana Aris, tenía que estudiar y trabajar, era difícil, pero necesario, ya que en las noches llegaba y se tiraba en la cama sólo para dormir, pues al día siguiente las clases iniciaban temprano y su casa era lejos.

Llegó el sábado, día libre por fin para Aris, no tenía trabajo por lo cual durmió hasta tarde, primero se tomó una ducha para tranquilizarse, luego fue a la tienda para comprar unos comestibles para la semana, y después de eso solo tomó su desayuno.

Al acabar todo se dió cuenta que eran las 11, como no tenía nada que hacer y no podía hacer nada con Temo, pensó ideas para reconquistar a Temo, pero qué? Ante todo debería tener un tiempo a solas con Temo, hubiera sido genial si hubieran sido grupo en el trabajo, así poco a poco podría demostrarle que de verdad lo amaba, que nunca lo olvidó y que quisiera volver a estar juntos de nuevo.

Sumido en sus pensamientos, escuchó que tocaban la puerta, estaba intrigado de quién podría ser, pues no conocía a nadie de la ciudad, entonces fue para abrir la puerta.

-Hola Aris - decía Carlota saludandole con un beso en la mejilla.

-Buenos días Carlota,pero que haces aquí?

-Tenemos que hacer el trabajo, o acaso te haz olvidado? Es nuestra primera nota del curso.

-No, no, claro que no lo olvidé - el rizado se había olvidado que tenía que hacer ese trabajo - pasa, solo está un poco desordenado.

-Un poco? - Carlota cuando entró vió que había ropa en el piso, igual que algunas en la cama.

-Es que no tenía tiempo en la semana, recién iba a limpiar - Aristóteles recogía todo con rapidez, y lo ponía en un canasto que estaba en la esquina del cuarto.

-Por qué los hombres siempre son tan desordenados? - decía Carlota mientras intentaba tomar asiento en la cama del rizado.

-No todos los hombres son así,yo conozco algunos que son limpios - el rizado estaba pensando en Temo, las veces que fue a su cuarto, éste siempre estaba limpio, sumido en sus pensamientos vió a Carlota - no espera - el rizado corrió a la cama donde Carlota ya iba a sentarse, pues observó su bóxer a un lado de allí.

El rizado intentó agarrar el bóxer estirando su brazo mientras corría, pero en el intento chocó con Carlota, cayendo ella a la cama y Aris encima de ella solo con sus brazos que tocaban la cama para mostrar distancia, a lo cuál se vieron unos segundos.

El rizado estaba avergonzado, pues casi miran su bóxer, por lo cual apretaba su mano para que el bóxer quedará dentro y no se pueda ver, lo cual le tomó los segundos encima de ella. En cambio Carlota miró al rizado, produciendo algunos sentimientos dentro de ella.

-Lo lamento por esto - el rizado se levantaba, pues ya tenía su bóxer escondido en la mano - fue si querer.

-No te preocupes - Carlota estaba algo roja, tal vez por la cercanía con el rizado -comencemos el trabajo.

-Sí, vamos al escritorio - el rizado iba diciendo mientras metía el bóxer al canasto e iba al escritorio para levantar su teclado - déjame que pongo esto en oro lugar.

-Tocas el teclado? - decía intrigada.

-Sí, aunque ya no tanto, pero me gusta componer canciones, aparte también canto.

-Mi hermano también toca el teclado, a veces a mi mamá no le gusta, ella es un poco controladora.

-Mi padre también era controlador, pero al final me aceptó como era porque le mostré que amor era amor - recordaba todos los malos momentos con su padre, pero que al final toda la familia cambió su mentalidad - verás como tu madre te mostrará que te ama.

-Gracias por tus palabras, Aris - Carlota le sorprendió, pues ese chico se parecía a su hermano, y él era quien mas quería de su familia - iniciemos el trabajo, ya hemos tenido muchas distracciones.

- Sí claro - el rizado sacó su laptop que había comprado en Oaxaca y le dió la contraseña del wifi a Carlota para iniciar el trabajo.

Los dos chicos empezaron con su trabajo, pusieron varias imágenes y vídeos que Carlota era buena editando y Aris busca información sobre el tema.

En las horas que pasaban, Carlota a veces cometía errores, pues de reojo miraba al rizado y sus diferentes gestos que hacía, por otro lado, Aris también cometía errores, pues pensaba en que estaría haciendo Temo, si estaría comiendo bien, o si se enfermaba, pero solo quería verlo.

Llegó rápidamente la noche, pues editar no era cosa sencilla, Carlota ya guardaba sus cosas, y Aris sólo se estiraba por estar tanto rato sentado, se habían olvidado de almorzar por estar tan concentrados.

-Bueno Aris - decía Carlota -ya me tengo que ir.

-Quieres que te acompañe a tomar el bus?

-No, no te preocupes - dijo - Bueno, nos vemos el lunes.

-Hasta el lunes - se despidieron, Carlota besó la mejilla de Aris, fue un beso un poco más largo que cuando le saludó en la mañana.

El rizado ya estaba solo, estaba exhausto de todo eso, aparte ya era tarde para ir a la lavandería, tendría que ir mañana, pero lo primero fue comer,  tuco suerte de ir en mañana, se preparó algo rápido.

Fue un día largo, y solo quería echarse y volver a dormir.

Lo lamento, AristemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora