Cap. 3 Trabajo

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Temo:

La habitación tenía un ambiente caliente, estaban dos jóvenes con los cuerpos sudados, uno de ellos gimiendo fuertemente mientras el otro sólo aumentaba los movimientos de sus caderas buscando su placer.

-Más, oh que bien se siente - decía   el joven que estaba acostado sobre las antes limpias sábanas de esa cama.

-Te gusta verdad?

-Si, me encanta - apretaba las sábanas con sus manos - ya casi me vengo.

-Yo igual - tomé el miembro de ese joven con una mano y lo empecé a masturbar, y después  de un minuto de ese vaivén me empecé a correr dentro de ese culito que me encontré anoche y él  también apretó mi miembro en su interior mientras él  manchaba mi mano con su corrida, agarré el condón y lo tiré a un pequeño tacho que estaba en una esquina del cuarto.

-Wow, estuvo muy bueno - me dijo ese joven.

-No estuvo nada mal - le respondió - pero ya son las 7 de la mañana y tienes que irte.

-No me puedo quedar un rato más? - me preguntó.

-Ya tuvimos tres rounds, aparte tengo que salir en un rato y ayer hablamos de que esto era por una noche - le dije ya que no quería que estuviera metido aquí todo el día.

-Okey - el joven dijo mientras tomaba sus cosas y se vestía y yo me ponía mi bóxer - si quieres nos volvemos a encontrar - me dio su número - Bye.

Temo estuvo satisfecho con ese joven, ya que en Toluca su familia se junto varios días en la casa y no pudo tener nada con ningún chico y si salía su papá le preguntaba a donde y prefería  evitarse eso.

En eso salió a la sala sólo con su bóxer, ya que después se tenia  que bañar, fue directo a la cocina a tomar un poco de agua, en lo que salió Diego de su habitación con su polo blanco y un pantalon de pijama.

-Y el chico con el que viniste ayer? - pregunté.

-Se fue ayer en la noche. Y el tuyo? - pronunció Diego.

-Se acaba de ir hace poco - tomaba su vaso con agua.

-Wow, no tenias más ganas?

-No hables Diego, sabes que solo es sexo y disfrutar un momento.

-Sólo decía, oye Temo, tengo una sorpresa.

-Cuál? - pregunté.

-No te puedo decir,por algo se llama sorpresa, pero lo descubrirás cuando iniciemos las clases.

-Ay Diego, bueno voy a tomarme un baño, estoy cansado.

-Pues yo me haré mi desayuno, no quieres nada cuando salgas?

-Gracias, solo huevo revuelto y un poco de café para despertar.

Diego se puso a hacer el desayuno, no tenía la necesidad de trabajar, la mamá de Diego le mandaba dinero y su padre no decía nada, ya que si vieran a su hijo en la calle verían mal a su persona y era lo que menos quería, ya que quería buscar un puesto en el futuro en la CDMX.

Tomé mi baño y salí, Diego estaba viendo la televisión, estaba viendo programas de chismes, tomé mi café con huevos revueltos y un pan, agradecía que mi papá me mandara dinero, al inicio sólo quería poco, pero Susana le convenció para enviar más, tal vez para ganar mi favor y acercarse a mí ya que no convivimos mucho, pero gracias a eso no tenía la necesidad de buscar un trabajo.

Después de terminar me senté con Diego y conversamos para decidir qué hacer en lo que restaba de días antes de iniciar clases, al final decidimos conocer la CDMX, preguntar sobre la UVM y salir y disfrutar las noches.

Aris:

Llegó la mañana y estaba cansado, ya saben de todo el viaje y las compras, así que desayuné lo que compré el día anterior, un poco de jugó, me hice un poco de mole con mi pan, ya que necesitaba fuerza para este día, agarré el periódico del día anterior y me puse a ver la sección de empleos.

Necesitaba un empleo, los gastos de la universidad y la comida, pasajes, pagar el pequeño departamento y otros gastos como luz o agua, no me iba a alcanzar con lo que tenía ahorrado, así que termine y lavé mis platos, me cambié con un atuendo decente para ir a los diferentes lugares.

Sé que no soy muy bueno en varias cosas, y eso me falló en varias ocasiones de mis entrevistas, había ido a una tienda de ventas de productos, pero saqué lo que tenía de vendedor de mi padre, fui a una tienda donde tenía que atender de cajero, pero era tan aburrido que lo pensé mejor y me fui, intenté de ayudante de cocina, pero siempre me equivocaba en los ingredientes a lo cuál me echaron.

Desde de unas entrevistas más, fui a un restaurante que pedían meseros, cuando me presenté, la chef del lugar me dijo que tenía que aprenderme el menú y saber servir con bandeja los platos, de alguna forma pude hacerlo bien a lo cuál me dieron el trabajo, y ganaba también las propinas de los clientes me daban por buen servicio, era un buen lugar, ya que los horarios eran flexibles.

Pensé que faltaban pocos días para volver a ver a Temo, no sabía que decirle, me odiaría?, si es así me lo merezco, pero esta vez yo lo enamoraré, poco a poco, pero se que me ama como yo a él y nuestro amor vencerá todos los obstáculos, deseaba que ya iniciarán las clases.

Lo lamento, AristemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora