Capitulo 25:
Después del espectáculo con Drina en el pasillo voy a la biblioteca donde estoy segura que se encuentra Nathan , necesito hablar con el de todo lo que esta pasando recientemente, quiero solucionar las cosas y saber de una ves que es lo que le sucede y si se encontrará a mi lado el día más duro de mi vida como siempre lo ha hecho desde ya hace mucho.
como siempre se encuentra en una de las mesa de la biblioteca, sentado tranquilamente leyendo un libro de los tantos que hay aquí, esta tan metido en el libro que no se da cuenta que estoy aquí acercándome lentamente hacia el para poder hablar.
-hola-me siento enfrente suyo intentando llamar su atencion, aparta su mirada del libro para mirarme a mi
-hola- me sonríe incómodo
-quedan pocos dias- anunció con tristeza
-lo sé - deja el libro en la mesa para sentrarse mas en mi y en lo que digo, eso me hace pensar que en realidad si le importo y que no se va alejar de mi definitivamente como yo anteriormente había creído
-estaras conmigo ese dia?- preguntó sin irme por las ramas y de manera no tan intimidan te como siempre. paso una mano por mi cabello desordenándolo, y este es mi típico tic nervioso.
-¿crees que no estaré a tu lado?-asiento- por favor aria, siempre estare a tu lado y si lo preguntas por que estos días he estado diste es solo porque necesitaba un poco de espacio para, ya sabes, meditar las cosas- mi mano, que esta ensima de la mesa-
-lo entiendo- no, no lo entiendo
-¿harás lo mismo de todos los años?-me mira directamente a los ojos, cosa que le prohibí hacer
-esta vez no, necesito respuestas y se quien me las puede dar- agacho la mirada, me siento incomoda por su penetrante mirada. Es por esa razón que no me gusta que me miren directamente a los ojos, es intimidan te y yo soy la única que puede hacerlo.
(...)
Maldita sea, dónde están mis malditos zapatos, me agacho y miro debajo de la cama, nada, en el armario, nada.Bha da igual, si no cojo cualquiera par des zapatos no acabare nunca y ya que mis converse se encuentran en paradero desconocido y mis botas se encuentran demasiado sucias como para utilizarlas solo me queda los seis pares de zapatos de tacón de mi armario.
Escucho el timbre de la entrada, debe de ser Ian , bajo las escaleras a toda prisa pero con cuidado para no caer rodando escaleras abajo, abro la puerta y me encuentro con atractivo Ian
-Hola-saca una rosa negra de detras de su espalda, la extiende y yo la cojo con una sonrisa ladeada, sin duda la ha clavado con el color- te ves muy bien- se muerde el labio de manera sexy, muy sexy, como me gustaría besar esos jodidos labios carnosos- en realidad tu siempre te ves bien.
-Gracias- tengo ganas de vomitar por tanta cursilería, esto no es normal en el, o eso creo yo, puede que siempre aya sido haci pero yo no me enteraba ya que nosotros somos mas de acciones que de palabras, ya me entendéis.
Me mira de arriba a abajo con una mirada pervertida, la cursilería se a ido ensequida, remplasandolo por tension sexual.
Llevo unos pantalones ajustados de tiro alto de color negro y un top del mismo color y zapatos de tacón obviamente del mismo color voy como siempre suelo vestirme cuando salgo por la noche con Damen ya que el ya sabe la verdad.
FLASHBACK
-hey tu- siento una bola de papel aterrizando en mi cabello y giro a ver quien es el imbecil que me lo ha tirado y al darme cuenta de quien es lo ignoro y sigo prestando atención a lo que dice el profesor- hey- y de nuevo una bolita hecha de papel cae en mi cabeza
-¿que quieres inút...- mierda, dime que no he dicho eso- quito decir ¿que es lo que necesitas?- finjo una dulce voz mientras veo su cara de desconcierto, la he cagado de la manera mas grande que conozco
-em... A si!, me pasas la respuesta de la pregunta seis?- susurra para que yo sea la única persona que le pueda escuchar y no es muy sigilo ya que se encuentra en el asiento de atrás.
-claro- sonrío cálidamente, como odio este estupido papel de niña bien, como me gustaría darle por respuesta un claro que no, mandarlo a la mierda y enseñarle mi precioso dedo corazón. -es 3.644- susurro de la la misma manera que el
- gracias- sonríe coquetamente- y ya que estamos podrías también pasarme la siente y la ocho- pero quien se cree este
-lo siento pero no, has los tu mismo- digo con la misma dulce voz del principio, me giro y presto atención de nuevo a lo que pone en la pizarra pasando completamente de el el hará que otra bolita cae, de nuevo en mi cabeza, y después otra tras otra, tras otra.
-quieres parar Ian-gritó en medio de la la clase, santa mierda , y justamente en esta clase donde el profesor no permite que interrumpan sus explicaciones por nada del mundo porque acabaras directo en la sala de castigos
- los dos, Ian y aria, después de clase en la sala castigos- chilla el profesor, te odio Ian. Jodido imbecil
(...)
- siento que por mi culpa tengamos que estar aquí- lo ignoro al igual que en clase de matemáticas
Ahora el y yo estamos los dos solos en el aula de castigos con una profesora ausente, que como todos los profesores de esta universidad ha confiado en mi y se ha ido, pensando que si yo me encuentro aquí nada malo pasará.
U de nuevo las bolitas de papel aterrizando en mi,
-para de una vez jodido imbezil, eres mas molesto que un chicle pegado en el zapato- y he explotado
-sabia que tu no eras la que dices ser- pone cara de autosuficiencia- desde el casi "inútil" que se te escapa de tus lindos labios.
FIN FLASHBACK
-¿Nos vamos?-
-em... Si claro-dejo la rosa y sierro la puerta cuando salgo detras de el
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good girl?
Teen FictionLas apariencias engañan y Aria Swan es un claro ejemplo de ello