Historia De ¿Amor?

Capítulo III: "¿Me Estoy Enamorado?"

Luego de algunas citas y 1 mes de conocernos, un día salimos al cine y a comer, de la noche no puedo contar mucho más de lo que ya imaginan, charlamos mucho, nos divertimos, Rodrigo siempre era un caballero, muy respetuoso, y sobre todo amable y cariñoso conmigo.
Luego de todo eso nos sentamos frente a la costa, ya era tarde, solo miramos las estrellas y seguimos hablando, pero en un momento ya no me contestó más, solo se quedo mirándome, se comenzó a acercar hacia mi, me tocaba el pelo y me miraba los labios, y de pronto me besó... Puede sonar muy tonto, pero nunca había sentido algo tan lindo como ese momento, me abrazaba y me sostenía con fuerza, fue hermoso, lo recuerdo perfecto, en un momento nos separamos y nos miramos, ambos sonreímos, y sin decir demasiado, entendimos todo.
Se hizo tarde y me acompañó hasta mi departamento de nuevo, esta vez nos despedimos de forma distinta a las anteriores, entré a mi casa y me cambié para dormir, me paso un mensaje cuando llegó a su casa:
-"Perdón, pero tengo que decirte que, la verdad, me encantó haberte besado hoy, eres muy linda, me gustas mucho"- quedé helada al leer eso, ¿como era posible que de verdad estuviera pasando algo así?, ¿de verdad alguien me estaba diciendo que yo le gustaba? Puede que suene raro pero la verdad, no había pasado por algo así antes, le respondí:
-"Tu también me gustas mucho, hace tiempo que no me sentía tan bien"-
Hablamos por unos minutos más y nos fuimos a dormir.
Los siguientes dos meses transcurrieron bastante bien, charlando, saliendo, conociéndonos cada vez más, y gustandonos mucho, y un día sin que yo sospechara nada, llegó con ramo de flores a mi casa de sorpresa:
-Tengo que hacerte una pregunta muy importante... "-
-" A ver, dime... "-
Y con una enorme sonrisa me dijo:
-"¿Quieres ser mi novia?"-
No hace falta aclarar que obviamente le dije que si, nos abrazamos con fuerza y nos besamos, ese día pasamos la tarde en mi departamento mirando películas y comiendo chocolate, hasta que se hizo la noche, la verdad pensé en pedirle que se quedara, pero él tenía que entrar tenprano a trabajar mañana, así que no lo hice, a eso de las 8 de la noche se fue, de nuevo esa tonta sonrisa en mi rostro, esta vez más marcada que nunca, era increíble entender lo que estaba pasando, por lo menos para mi, una persona con poca experiencia sobre este tema, o mejor dicho, ninguna, me acosté en mi cama mirando el techo, y solo pensaba en lo feliz que era, estaba estudiando la carrera de mis sueños, tenía un trabajo que me encantaba y además se le había agregado que Rodrigo, el chico que me encantaba, estaba dispuesto a estar solo conmigo y a tener una relación seria, juro, que era muy feliz.