Capítulo V: "Pasa..."

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Había sucedido, me quise suicidar, así de triste y doloroso como suena, cuando desperté mi madre estaba junto a mi cama, y junto a ella mi padre agarrándose la cabeza, del otro lado estaba mi amiga, Romina, ella me había encontrado en mi apartamento desmayada, me llamó muchas veces por teléfono y como no le contesté  se preocupó y fue a verme, mis padres vinieron enseguida, cuando desperté mi madre me abrazó con fuerza mientras lloraba, y luego llegó la pregunta esperada:
-¡¿Por qué hiciste esto?!
No contesté, solo lloré por mucho tiempo, 5 días internada, luego volví a mi casa, claro tenía que ir a ver un psicólogo 2 veces a la semana, al final le conté a mis padres porque lo había hecho, me apoyaron mucho, Romina iba a verme todos los días, una semana después volví al trabajo, mi jefe me entendió y se preocupó también, pero al menos me dejó seguir trabajando normalmente.
Rodrigo nunca se entero de lo que había sucedido, hasta que luego de un mes de que hubiera pasado esa situación horrible, llegó a mi casa, abrí la puerta, estaba ahí parado, solo mirándome, nos miramos en silencio por unos segundos y luego habló:
-"Necesito hablar contigo"-
-"Tu y yo no tenemos nada que hablar, me engañaste para mi es suficiente como para no querer volver a saber nada de ti"-
-"Solo un minuto"-
Entró y nos sentamos en la mesa
-"Quería venir a pedirte perdón personalmente, me equivoque, solo quiero saber si podemos tener otra oportunidad"- Negué con la cabeza -"Rodrigo... Me quise suicidar..."-
-"¡¿Qué?! ¡¿Como no me avisaste nada?! -
-"¿Para que te avisaría? Si fue por tu culpa que lo hice. No quiero saber nada más de ti, por favor vete"-
-"Por favor, no va a volver a pasar, te lo prometo"-
Le pedí de nuevo que se fuera y me acerqué a la puerta, él salió, pero antes de bajar por el ascensor, me dijo :
-"No voy a rendirme tan fácil, tranquila, te volveré a enamorar"-
Entre a mi casa y me acosté a llorar, era tan horrible estar sacando de tu vida a la persona que amabas con el alma, porque si, a pesar de lo que había pasado, no iba a poder dejar de amarlo de un día para el otro, era la única persona por la que había sentido algo así, y ese sentimiento no se iba a ir tan rápido.
Pasó 1 año y durante ese tiempo, Rodrigo siempre me esperaba afuera de mi trabajo, todos los lunes, para hablar conmigo, yo solo le decía que no y me iba, pero él, durante 1 año, no desistió, y un viernes a la tarde, mientras yo preparaba unos papeles para la mañana siguiente, tocó a mi puerta:
-"Por favor, déjame pasar, arreglemos esto, te sigo amando como el primer día, no me puedo olvidar de ti"-
Para mi tampoco era fácil olvidar a alguien que se aparecía todos los lunes a verme, lo seguía amando... - "Pasa..." -

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