Las cosas no pudieron ponerse peor para la pareja, el distanciamiento era cada vez más evidente entre la manada, lo omegas intentaban animar a Luhan y los Alfas se encontraban a lado de su líder para apoyarlo, no era la primera vez que se veía algo como aquello, según los más ancianos se había visto un caso similar con el hijo del primer Alfa, el joven se había enamorado de una omega joven y hermosa, todo era hermoso para la pareja hasta el día en que el color rosa desapareció de su relación dándole paso a un intenso gris, los problemas entre ellos crecían y crecían debido a que la omega no podía tener hijos, los lobos de ambos sufrían y se retorcían ante el intenso dolor del rechazo. Al final la omega enfermo, cuando el Alfa intento hacer algo, era demasiado tarde, falleció meses después, ante el dolor de la perdida el macho Alfa se encerró en sí mismo, lo último que se supo de él es que se convirtió en un lobo solitario, la culpa lo consumió y se convirtió en el primer rebelde en la historia de los cambia formas.
Aunque todos querían ser positivos y pensar que las cosas mejorarían entre ellos, también eran realistas, no podían negar lo obvio, con sólo ver al omega podían hacerse a la idea de lo grave que era la situación. Luhan había comenzado a enfermar desde hace semanas atrás, sus defensas estaban bajas provocando que cualquier golpe le causara magulladuras, sus pómulos eran más evidentes, sus brazos apenas tenían fuerza, si comía algo lo vomitaba, esto ocurría tan seguido que su garganta comenzaba a deteriorarse por lo que el omega simplemente decidió dejar de comer. Para el Alfa todo aquello no pasó desapercibido, la vida de su omega se apagaba justo frente a sus ojos y él no tenía ni idea de cómo pararlo. Sehun estaba enloqueciendo.
El límite de Sehun llego cuando vio con sus propios ojos como su pareja se desplomaba hacía el suelo en uno de su desayunos. Tomo rápidamente a su pareja en sus brazos y como alama que lo lleva el diablo corrió a ver al médico de la manada. Tenía los nervios a flor de piel mientras veía como el doctor examinaba a su compañero, lo que vio en la cara de este no le gusto para nada.
- ¿Qué le pasa a mi omega?- la paciencia no era una de sus virtudes, mucho menos en situaciones de tal gravedad como aquella, tenía el corazón en la garganta pero no reflejo ni una emoción en su rostro, debía mantener el control o estaría en problemas.
- Alfa...- el temblor de la voz del médico no le gusto para nada a Sehun.- Luhan, no está bien...
- ¡Eso ya lo sé! Dime que está mal...¡Ahora!- el alfa no estaba haciendo un buen trabajo con eso de controlarse pero ¿Cómo podría? La razón de su vida estaba en una camilla más pálido que una hoja de papel y el medico de mierda no le decía ni un carajo.
- Él está muy débil, sus defensas están por los suelos, la falta de hierro en su sangre es alarmante...si sigue así temo que puede contraer anemia...
Desde ese día Sehun no se separó de su omega, sólo para cosas necesarias, lo obligo a comer, no lo dejaba levantarse por nada del mundo, llego al punto de que era él quien lo cambiaba, no dejaba que Luhan se esforzara en lo más mínimo. Luhan sentía que tenía un enfermero personal, más bien un mayordomo o un carcelero...sí, ese término le quedaba mejor a su compañero en esos momentos. El omega debía admitir que los cuidados del Alfa lo hacían sentir mucho mejor, más que las horribles medicinas, era más fácil respirar cuando su pareja lo tocaba con esa ternura característica de él. Incluso lo había llegado a besar en un momento de debilidad...se sentía tan sediento del Alfa que lo asustaba pero a la vez lo fascinaba, significaba que sus lobos aun buscaban reconciliarse y aún no era demasiado tarde.
- Sehun- llamo a su Alfa tímidamente, este se encontraba haciendo unos papeleos en su escritorio, se habían trasladado a la oficina del mayor ya que debía terminar algunos asuntos respecto a la manada.
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Incompleto -HunHan-
WerewolfSehun es el Alfa de la manada del este, él lo tiene todo, una manada feliz, salud, dinero, buena apariencia pero le falta lo más importante: Amor. Desde que era un pequeño soñaba con encontrar a su compañero destinado, nunca espero encontrárselo a l...