730 días para conocerte | Starker

Prologo

—¿No se suponía que deberías de estar de camino hacia la base? —La voz de su amigo lo distrajo de su pequeño experimento con un vaso y el ron añejado.

—¿No se suponía que debías estar en una misión? —Contra atacó Stark.

—Touche —dijo Rhodes— pero si tengo una respuesta y no una excusa querido amigo,... —Stark lo miró alzando la ceja y meneando aquel vaso incitándolo a continuar—... soy tu niñero, idiota.

—Nadie puede discutir de lo que eres o no—comentó Tony al mismo tiempo que dejaba su vaso vacío en la mesa del minibar dónde estaba. —Mi mamá me dió permiso de dormir hasta tarde y ya me sé limpiar solito cuando voy al baño, así que, no hay de qué preocuparte.

—Es por eso mismo que me preocupo, —continuó— soy el encargado que vayas a la base militar y presentes tu estúpido escudo mejorado. —Rhodes miro a su mejor amigo con estrés y enojo al ver que este no se inmutaba.— ¿Crees que esto es un juego?

—Obviamente que no, comandante—dijo con fingida ofensa.— Yo solo digo que es aburrido y que no quiero ir.

—Mira, Tony, por favor, no hagas que mi trabajo sea más difícil—suplicó como último recurso.

—¿Por qué no lo haces tú entonces? —Preguntó alejándose el millonario.

—Porque Pepper dice que sería fabuloso que el dueño de la empresa apareciera en la sociedad, no solo en las fiestas de Magnates y en los escándalos... Además...—continuó— Thor apostó que no podías aparecer decente.

—No me importa lo que el oxigenado haya dicho...—se detuvo y un pequeño silencio reinó.— ¿Quiénes más apostaron?

—Los gemelos Maximoff, Bruce, Natasha, Thor, Clint y yo—dijo Rhodes sin importancia.

—¿Y en cuántos me hacen ver responsable? —Preguntó con cautela.

—En uno, —dijo— y soy yo.

—Bastardos.

(......)

No le molestaba salir de día, tampoco verse tan elegante como aquellas revistas de chismes lo hacían ver, solo que no le apetecía hacer cosas aburridas, cosas como las que estaba haciendo ahora. Se encontraba en la base militar dónde tenía que presentar un aburrido discurso sobre cómo funciona un nuevo escudo que él había diseñado meses anteriores. Un escudo que era capaz de detener balas de altos calibres a corta y larga distancia, capaz de soportar hasta rayos y pesados materiales, perfecto para salvar vidas.  Pareciera que estaba haciendo bien su trabajo solo que había un factor a considerar, aquel gran proyecto que se podía sumar a sus grandes proyectos era producto de una presión infernal que Pepper había puesto sobre él, así que no toda la gloria era para él.

—¿Todo está listo comandante? —Pregunto un rubio uniformado. —Mi escuadrón espera.

—Todo está perfecto, Capitán Rogers, en un momento los alcanzamos. —Comunicó el comandante recibiendo un asentimiento de cabeza del Capitán quien ingresó a la sala donde se llevaría a cabo aquella conferencia.

—Ahora ve y demuestra que eres más que un borracho amargado—dijo Rhodes al girarse, pero Tony ya no estaba con él. —¡Stark!

(....)

—¿Dónde diablos se puede conseguir alcohol decente? —se preguntó mientras caminaba entre los pasillos de aquella base.

Todo era pulcro y ordenado, nada fuera de lo normal solo un poco monótono y esperado. No le gustaba aquello pues le traía recuerdos que prefería sepultar en su baúl mental. Prefirió seguir caminando en busca de lo que sea incluso aquella sala aburrida de conferencias donde cincuenta hombres lo esperaban para oír algo que no entendían y que solo se limitarían a escuchar, pero entonces en su pequeña pelea mental del porque aquello era horrible escucho algo mientras pasaba por un ducto de aire, "Josie's on a vacation far away". Aquella canción la conocía, entonces volviendo sus pasos se detuvo en aquel ducto esperando a que la canción siguiera. "Come around and talk it over" Sabía que era una invitación que no podía negar y no lo haría. Miró hacia arriba y se topó con el ductor, así que lo siguió dando con distintas habitaciones. Entonces, chocando con diferentes personas y dando un "perdón" y un "apártate", logró llegar por un pasillo y desde ahí solo se guió por el sonido que emitían lo que parecían ser bocinas de pequeña resonancia. Aquel entusiasmo en aquella letra delataba a la persona que estaba encerrado en su mundo cantando, debía agradecer a The Outfiel por poner en la canción aquella parte dónde delató la ubicación de aquel hombre. Tony caminó despacio hacia aquella habitación y se asomó con mucho cuidado por la parte entre abierta, pudo ver a un muchacho cantando con tanto entusiasmo que no parecía encajar con la tarea que realizaba pues pensándolo bien, nadie doblaría la ropa mientras se inca en el suelo y toma una escoba como guitarra improvisada.

—Lo estás haciendo mal— dijo divertido entrando de lleno a la habitación y poniendo alerta al chiquillo. — Las guitarras de verdad se agarran con la mano más arriba. —Señaló la escoba y aquel muchacho alegre y confiado fue reemplazado por uno vergonzoso con la cara roja en pena.

—Yo... —dijo apenado.

—Tranquilo, no se trata de cómo doblas ropa si no de hacerlo al final. —Tony se giró mirando la habitación notando que era bastante minimalista, se giró hacia el chico quien veía sus zapatos apenado— Lamento entrar así solo que en los 30 minutos que llevo escapando, encontrarte y verte cantar ha sido lo más interesante que he visto.

—Gracias... —habló en un hilo de voz el chico.

—Pero, por favor, no paremos la música por mi presencia. — Tony se movió hacia el pequeño estéreo.— ¿Puedo? —preguntó mirando al chico y este lo miró asintiendo, al instante, Tony reprodujo la siguiente canción resultando ser Every Breath you take, Tony lo miró con cejas alzadas.

—Yo... Yo...—aquel chico se calló por un momento y respiro hondo para después hablar— ...es de mi hermano, la habitación y el estereo, yo solo estoy aquí de visita.

—Tranquilo, chico, no tienes por qué darme explicaciones, yo estoy aquí para dar una aburrida charla. — Tony notó que lo miraba interrogante— De eso estaba escapando hace rato.

—¿De qué? —Preguntó.

—¡Stark! —Aquel llamado los asustó a ambos, pues seguido de eso un comandante molesto entró por la puerta dispuesto a moler a golpes al hombre con traje costoso y olor a loción después de afeitar.

—De él — respondió justo antes de que Rhodes lo tomara de las solapas del traje que llevaba puesto. El capitán Rogers miraba todo desde la puerta con el semblante serio y con las manos detrás de su espalda, su vista se dirigió hacia el estéreo que aun reproducía la canción, con el ceño fruncido miro a Tony quien despreocupado recibía el regaño del comandante, después reparo en la otra presencia.

—Parker —llamó—¿Qué haces a solas con el señor Stark? — Peter, quien ya estaba avergonzado porque Tony lo había descubierto, un tic nervioso se apodero de él y fue entonces que Steve tuvo que flaquear un poco su puesto capitán, camino hacia él y puso su mano en su pecho.

—Peter, — llamó ahora con más suavidad —tranquilo, respira y relájate.

—Escucha lo que dice el capitán amigo, relájate, respira...

—¡Tú cállate! —dijo molesto el morocho. —Ahora mismo vendrás conmigo, pedirás disculpa al escuadrón del capitán Rogers y darás esa platica tan perfecto que Pepper me dará un bono de navidad por el trabajo tan bien hecho que harás. —Rhodes lo soltó con brusquedad. Tony compuso las arrugas de su saco y con calma miró a Peter quien estaba un poco mejor.

—Fue un gusto conocerte, Peter. —dijo para después recibir otro grito de su amigo que lo obligó a salir de aquel cuarto.

—Igualmente, señor Stark.

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¿Dedicatorias?
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