730 días para conocerte | Starker

(3)

D E D I C A D O  A

LuzLunaFujoshi

🍒

—¿Es en serio, Stark? Tú solo me causas migrañas. —Regañaba la peliroja al multimillonario—¡Solo te pedí una noche libre de tus estupideces!

—Basta Pepps, fue solo un juego de niños— se excusó el filántropo sentado en un sofa individual como si se tratara de un niño de 10 años.

Virginia le miró molesta y Tony calló enseguida, recargó su espalda en el respaldar de su sofa y se dedico a oír lo que restaba de su pequeña travesura con Thor.

—Emborrachar al primer ministro de Francia con vodka y hacerlo bailar no es un juego, Stark—dijo pellizcandose en puente de su nariz—y no tengo idea porque encima lo retaste a vencidas con Thor igual.

—¿Qué hay de malo?

—¡Que la noche de gala no es una fiesta de cantina!—Gritó furiosa haciendo bufar a Stark. —No soy tu maldita niñera para andar limpiando tu desastre y, si no haces algo pronto, yo me ire Tony.

—Pepper...

—Hasta mañana, Tony

Pepper abandonó aquella elegante sala, de aquel elegante penthouse, de aquel elegante hombre. Tony solo se limitó a ver como la pelirroja ondeaba su vestido de noche azul metálico, como sus zapatillas resonaban en las paredes y se reflejaban en el marmol importado de alguna parte europea. Cuando el perfecto peinado de aquella fuerte mujer salió de su campo de visión, solo entonces, se permitió levantarse de su lugar, caminar hasta el balcón y mirar la noche de una posible madrugada.

—Dios...—dijo suspirando—¿hasta cuando tendras estos juegos, stark?

Alguna vez, Howard Stark le mencionó sobre un químico en el cerebro que te volvía tan docil como un animal amaestrado pero feliz y como podías sucumbir ante aquello y como su madre le llamaba "amor", el verdadero amor.

El millonario ya habia perdido la cuenta de cuantas noches y días buscó y pensó en como sería aquella persona que haría que su mundo diera vueltas, como se sentiría ser amado fuera de un ámbito familiar y como sería tan fácil encontrar una mejor forma de llamar a ese comportamiento y no amaestrar. Pero noches como esta, noches donde sus actos toman factura cada vez es más fácil aceptar que necesita un adiestramiento de su amor verdadero.

(....)

—¿Cómo te fue con Pepper?—preguntó Rhodey que entraba a la cocina de su amigo.

—¿Tú cómo crees? Estamos hablando de Pepper no del diablo—dijo tomando de su taza con café.

—Por eso mismo pregunto—dijo obvio.

—Creo que bien...Rhodey—llamó a su amigo—¿qué piensas del amor?

Rhodey levantó una ceja intrigado pero aún así respondió.

—Creo que es maravilloso en todos los sentidos, ¿por qué?

—Estaba pensando en qué momento yo podré tener eso. Sabes, no es fácil con tantas casas y fortunas allá afuera.—Explicó.

—Entiendo, ¿tan seguro estás que es una mujer quién te espera allá afuera?

—Claro, ¿por qué razon no lo sería? Te aseguro que no hay hombre que logre llamar mi atención de esa manera.—Aseguró.

—Oh, simplemente no te has dado la oportunidad de ojear el acatalogo completo—aconsejó.