Thanks You || [FluffyNight]

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Comenzaba a dudar sobre llevarlo a su casa, su mirada pegada en el suelo no tenía ni un poco del remordimiento que alguien normal tendría.

¿Y si también quería hacerle daño?

Negó rápidamente con la cabeza intentando quitar esos pensamientos, llamando así la atención de Nightmare.

— ¿E..Está usted bien? Siento mucho e..ese incidente. —Sólo de reojo, el mayor pudo apreciar como guardaba el arma con rapidez.

— . . . —Suspiró, para después asentir— Uh...Pequeño ¿Deseas un helado?

— ¿Uh? —Lo quedó mirando, confundido— ¿Un helado? ¿Q..Qué es eso?

— . . . ¿Bromeas, no? —Nightmare negó, sintiéndose algo ignorante, pero no era su culpa— Uh...Es solo crema o agua congelada con sabor, al menos los más conocidos.

— Ohhh...¿Sabor a que? —Sonrió con leve emoción, esperando una respuesta—

— Uh...El que quieras hay muchos sabores, ¿Cuál es tú comida preferida?

— ¿Comida...Preferida?

— ¡Sí! Ya sabes, eso que te hace agua la boca, que esperas cada día por comer.

— . . . ¿Un poco de pan? —Lo curiosidad en Ccino aumentaba—

— ¿Te gusta el pan? —Nightmare negó— ¿Uh?

— Un pan es lo único que como en el día...Solo he probado algo diferente con usted.

— Vaya, lo lamento...—Sintió algo de lástima— Entonces ven, te compraré uno.

— ¡¿Enserio?! ¡Muchas gracias señor! —Sus ojos comenzaron a brillar, aunque sabía que no debía bajar la guardia, y menos si...Había hecho un acto tan malo como asesinar a alguien, alguien que trabaja para su jefe.

— Heh...No te preocupes pequeño. —Ahora mismo se sentía un idiota por haber preguntado dos veces algo que debió ser doloroso para el menor, y por no poder ayudar a ese niño sólo por miedo.

Era un cobarde.

Incluso su novia era quien lo debía proteger, siendo por eso la burla de muchos, ¿Por qué? No era malo que una chica protegiera a un chico.

Al menos eso le decía su padre antes de morir días después de entrar a trabajar en una gran mansión a las afueras de la ciudad. Residencia Akujiki.

Donde vivía una conocida autoridad para los locales de comida. Sería como un sueño para cualquiera que el dueño de ese lugar entrara a su local.

Al menos eso había escuchado de su amado padre.

Lo extrañaba demasiado.