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— Hey, pequeño, despierta...—Escuchó una voz, una voz suave que amaba escuchar.

— Mmm...—El menor soltó un gruñido. Era la primera vez que dormía en una cama tan cómoda y no deseaba despertar.

Ccino rió, realmente Nightmare era un niño, comenzó a hacerle caricias mientras veía una pequeña parte de la ciudad por la ventana. Suspiró.

— Anda, pequeño, debes desayunar algo...Son las diez de la mañana ya...

Nightmare sabía que le iría demasiado mal cuando regresara, pero...Simplemente no deseaba alejarse otra vez de Ccino. No podría aguantar otro mes en ese puto infierno sin la calidez del mayor.

— No quiero volver a casa...—Murmuró abriendo uno de sus ojos, mirándo al mayor con su iris púrpura, pasando al azul. Tenía un raro síndrome heredado de su padre.

— Debes hacerlo, tal vez tus cuidadores estén preocupados por ti.

— No creo, ellos me odian tanto como yo a ellos, no quiero volver a ese lugar...—Gruñó un poco, enderezandose y abrazando a Ccino. Y como si fuera un cachorrito asustado escondió su rostro en el pecho del mayor.

— ¿Quiénes son tus cuidadores? —Preguntó aún sabiendo que volvería a arruinarlo. Dio un pequeña sonrisa al ver como Nightmare se frotaba en su pecho con suavidad, como si lo único que deseara fuera sentir su calor. Obedeció a sus instintos y con sus brazos rodeó el cuerpo del más pequeño, recargando su cabeza en la del contrario.

— Uh...Está mi jefe, sus guardias, los trabajadores, los encargados de la limpieza, los encargados de la comida y yo.

— ¿En que clase de lugar vives?

Nightmare suspiró. —No lo sé, es un edificio...Pero nunca he visto la ubicación exacta. Casi nunca me permiten salir y...Sólo quiero huir de ahí. Ojalá todos mueran algún día entre llamas...Gritando por ayuda...— Ccino lo miró algo sorprendido, es decir ¡Era un niño! No podía creer que tuviera esa clase de pensamientos...Oscuros, por así decir.

Thanks You || [FluffyNight]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora