Cap 5: por amor

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Ser alejado no parecía tan diferente de ser dejado atrás. Entendí cómo se siente estar roto cuando todos a tu alrededor estaban completos.

Unbreakable

Diciembre 17, 2018.

Estos últimos días hubo transferencia de alumnos en mi clase llegó un chico nuevo, no le presté mucha atención, estaba más ocupado pensando que necesitaba con urgencia fumar un cigarro, últimamente eso era lo único bueno que tenía y mi trabajo; aunque las cosas se pusieron un poco complicadas cuando sin querer se me cayó una caja encima y la hija del dueño me revisó para ver si no me había pasado algo, se asustó cuando vio manchas rojas en la manga de mi playera me hizo subirla, tuve que inventarle que recogí un gato de la calle que como no estaba acostumbrado a las personas me arañó; sí ella supiera.

Empiezo a creer que odio a mi familia y ellos a mí, ayer papá me golpeó sin motivo aparente.

El chico nuevo se sentó a mí lado y el receso me preguntó por mi nombre, le dije que no quería amigos, que no me interesaba hacer amistad con los demás.

— No te preocupes Evan, yo tampoco quería amigos, y hacía lo mismo que tú.

— Yo no hago nada.

— No me digas... A ver dejame pensar, no te agradan las persona usas ropa manga larga siempre, nunca miras a los ojos y además de que eres muy reservado, rematando con eso de que no tienes amigos; mi conclusión es que tú...

— No me interesan tus conclusiones.

— Es eso o es por que sabes que quiero decir.

— Que te hace pensar que sabes que tengo.

El timbre sonó el se levantó y se encaminó pero antes de irse volteo a verme.

— Oye por cierto mi nombre es Leví.

Se dio la vuelta para irse yo iba a detenerlo, pero no lo hice.

Las horas pasaron rápido, y Leví se sentó a mi lado en todas las clases, cada vez que un profesor se refería a mi como un mal ejemplo, el salía en mi defensa, al terminar la última clase le dije que ya dejara de meterse que no necesitaba su ayuda ni la de nadie. El simplemente se recargo en la pared, saco un cigarro y empezó a fumar.

— Odiaba mi vida, mi depresión siempre arruinaba todo, – dijo mientras encendía otro cigarro y me la dio,— Se lo que se siente, la depresión es un virus que corroe la esencia de todo lo que toca.

— Tú... Esto...

—Si...me autolesionaba.

— ¿Por que lo hacías? Pareces feliz, incluso normal.

— Lo hacía por amor.

El vio el cambio en mi expresión por que sonrió y negó con la cabeza.

— No me malinterpretes, lo hacía por amor, más bien por la falta de el, mis padres no me amaban o más bien no lo hacen y eso me mataba.

— Ah.

— Y tu haces lo mismo.

— Que quieres decir.

— Que tu haces lo mismo.

— Que te hace creer eso.

—Te digo que pasé por lo mismo que tú, incluso la ropa manga larga.

— Bien... Tú te sigues ...

— No ya no.

— Supongo que bien por ti.

— Gracias.

— Oye dime que se hace en esos días en donde te duele hasta la vida.

— No lo se, aún no lo se; tampoco sé como vivir.

— Entonces que has hecho todo este tiempo.

Tiró lo que quedaba de su cigarro al suelo, después lo pisó, dirigió la mirada al estacionamiento en donde ya no quedaba nadie.

— Yo solo estoy improvisando. – dijo y se fue.

Yo me dirigí a mi trabajo, las personas con los que trabajo  son amables conmigo he aprendido a conocerlos a todos un poco; no hablan conmigo mantienen distancia eso lo agradezco.

Cuando salimos puedo ver como algunos se van con sus amigos, como se ríen y preguntan como estuvo su trabajo. Y siento que yo también quiero ser como ellos, quiero tener amigos ser feliz; quiero tener a alguien que se preocupe por mi.

Pero se que nadie lo hará mis padres no saben que tengo un trabajo y si supieran sólo me gritarán que soy un idiota. Ojalá pudiera convertirme en un robot para no tener que soportar el dolor que llevo por dentro.

Me siento como un tonto al escribir lo que siento, pero es lo único que me alivia. Si nadie me escucha al menos se que alguien algún día sabrá lo que sentí y tal vez también sienta lo mismo, tal vez también aprendió como sentirse bien... Haciéndose daño en la piel.

Mientras me encamino a mi "casa", puedo ver a lo lejos que están golpeando a alguien, por instinto pienso en alejarme pero algo me detiene y quedo pensando que debo de hacer.

— Hey que esta pasando.– Un hombre grita y los que estaban a punto de matar a esa persona salen corriendo.

—¿Porque no has hecho nada?.– Se dirige a mi.

—No lo se.

— Vienes a ver como está o te vas a quedar viendo allí nada más.

Camino detrás del desconocido para ver si la persona que esta en piso esta bien, esta boca abajo en el piso y empieza a toser sangre.

— Huyan cobardes, después no se quejen de que le doy visitas nocturnas a su mamá. – Grita el chico que esta tirado en el suelo y  a leguas se ve que esta tomado.

— Vamos amigo,¿ puedes ponerte de pies?.— pregunta el otro chico que esta a mi lado mientras trata de ayudarlo a ponerlo pié.

— Leví Carreño no tiene amigos, así que ven aquí.– Cuando dice su nombre lo veo bien y me doy cuenta de que es el nuevo en mi salón.

— Leví, soy yo Evan ¿estas bien?

—Tu ¿conoces a este chico?

—Si, es mi compañero de clases.

—Sabes que sucede con él como para que esté así.

— yo responderé eso,– Dice Leví levantando la mano,— Es bastante fácil amor.

El chico que lo ayudó a levantarse solo sonríe y niega con la cabeza, se lo que el a de estar pensando yo también pensé lo mismo que el; pero ahora se de clase de amor se refiere.

— Yo lo llevo a su casa.– le digo al  otro chico asiente con la cabeza y después se aleja.

— Tú también te sientes como yo lo se, también te sientes raro, también sientes que no encajas, tú también sientes que la vida es una mierd*.– Dice Leví mientras trata de caminar.

— No dijiste que ¿ya no te hacías daño?. – Le pregunto el se empieza a reír — Siempre hay otras formas de hacerte daño, le prometí a alguien que dejaría de cortarme y lo así lo hice.

— Cuando dijiste que ya no te hacías daño, pensé que era verdad.

— Siempre hay otras formas de lastimarte.

Mientras el no dejaba de habar lo lleve a su casa.
Se quedó dormido en cuanto lo ayudé a llegar a su sillón yo me dirigí a casa ya eran mas de la media noche la lluvia empezó a caer de nuevo.

Me acuerdo de que nunca he tenido un amigo realmente, y no me siento bien me deprimo con la lluvia que me trae malos recuerdos de cuando era más pequeño; recuerdo que me dejaban afuera cada vez que llovía, yo realmente para mi familia no era una persona yo solo era un problema.

Cuando tenía pesadillas nadie me
Tranquilizaba amablemente, incluso ahora cuando sufro nadie se queda a mi lado. Es verdad todo esto a sido por amor, por la falta de amor de mis padres.

Diario De Un Chico SuicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora