sentimientos

3.5K 177 74
                                    

Sherlock se encontraba intentado resolver un caso, cuando de pronto suena su celular, no le presta atención, hasta que el teléfono sigue sonando sin cesar.

Contesta bastante molesto, por la abrupta interrupción, al levantar el teléfono se pudo enterar que su mejor amigo estaba hospitalizado.

Se levantó tan rápido del sofá, que olvidó ponerse el abrigo.

Salió rápidamente y pidió un taxi, durante el camino sintió una enorme presión en el pecho, no pudo evitar pensar en que todo aquello era culpa suya, John era el único amigo que había tenido, pensar en perderle era algo que no había podía contemplar.

Llego al hospital, se dirigió a la sala de espera, pronto salió un doctor para avisar a los parientes de John que estaba estable, eso lo tranquilizó.

Pregunto al médico si podía verle, el contesto que si.

Llego al cuarto, camino lo más rápido que pudo, entonces, sin darse cuenta sus labios se acercaron rápidamente a los labios de su amigo quien aún permanecía inconsciente en la camilla de hospital.

Sintió el calor que emanaba de su cuerpo, de repente se apartó, no comprendía por qué lo había hecho.

Sabía que lo queria, era su mejor amigo, pasaba buenos momentos en su compañía, y aunque siempre se apartaba de las personas por qué tenía la fuerte creencia de que rodearse de personas era una perdida de tiempo, que el permanecer solo, le ayudaba a tener la mente clara para así poder resolver los casos, aún así sabía que el era el único ser humano con el que había podido formar un lazo sentimental tan grande.

Es como si John hubiese roto la enorme muralla que había construido, de repente todos esos pensamientos que durante tantos años había logrado controlar dentro de su palacio mental, salían, empujando unos con otros, hasta desbordarse cual cascada.

Tenía que salir de ahí rápidamente, un sentimiento extraño se apoderó de su vientre, sentía que le hacía falta aire.

Salió lo más rápido que le dieron sus piernas, dejando tras de sí a su mejor amigo aún dormido, quizá sedado, no podía creer lo que había hecho, necesitaba despejar su mente.

Después recordó que aún estaba preocupado por el, regreso a la habitación nuevamente, pudo verlo  con los ojos abiertos de par en par, soltó una risita nerviosa al verlo a los ojos, ¿por qué se sentía así? trato de controlarse, acto seguido comenzó a hacerle preguntas.

¿Cómo te sientes?
¿Qué es lo último que recuerdas?
¿Sabes que hacías en ese edificio?
Sherlock hubiera seguido con el interrogatorio, pero su compañero lo detuvo.

Sherlock no necesitas hacer esto, ahora me siento mareado y no creo poder contestar a todas tus preguntas.

contesto el detective, ¡no entiendes que la persona que te hizo esto aún sigue suelta en la calle!

John le miró durante unos segundos antes de contestar, ¡lo sé!

Se produjo un silencio en la habitación, Sherlock se sentía muy tensó no podía ocultar su nerviosismo, intento atribuirlo al cansancio excesivo y la preocupación que sentía en esos momentos.

Esa noche el rubio se quedó en observación, al parecer  había sido drogado, pero ¿quién habría hecho tal cosa?

Esa era la pregunta que se hacía, no podía resolver aquel enigma, cada que trataba de pensar en cómo resolver aquel caso se encontraba pensando en aquel beso, preguntándose aún ¿por qué lo había echo?

Después de meditar sobre ello se quedo durmido en un sillón que había dentro de la habitación.

Mientras dormía tuvo un sueño extraño, algo que jamás había soñado.

JohnlockDonde viven las historias. Descúbrelo ahora