Un Ángel Y Un Demonio

Capítulo I: Un día de escuela común y corriente

Narra Gabriel

Que flojera, la escuela es aburrida, no hay nada interesante en la clase, el maestro solamente escribe cosas aburridas.

-¡Espere un minuto maestro!-Ah, otra vez Satania ¿Ahora que dirá? -¿Podría repetirlo por favor?

-¿Qué parte?

-Todo

-...

¡¿Satania, que rayos te pasa?! Ésta tipa está loca, es la tercera vez que interrumpe la clase y lentes se ve frustrado...esto parece interesante...

5 minutos después

Bueno, el profesor sacó a satania del salón y la puso a cargar con dos baldes llenos de agua, tiene que agradecer que lentes fué gentil, aún no puedo olvidar lo que nos hizo a satania y a mi el día de la excursión, ahí si daba miedo.

En el receso

-¡Maldita sea, la gran demonio Satanichia Mcdowell Kurimizawa no puede ser sacada del salón, juro que me vengaré! -Dijo otra vez Satania

-Satania, eso te pasa por no prestar atención a clase -Dijo la muy demoníaca Vigne

-¡Vaya! Así que a Satania-San la sacaron del salón nuevamente -Menciona Raphi

-Hng, me vengaré de ese pelón con lentes -Menciona Satania...como si pudiera hacerlo...

-¿Y qué piensas hacer Satania-San? -Le pregunta Raphi

-Mmm... ¡Oh! ¿Que tal ponerle uno de esos artefactos que al sentarse parece que se tira un pedo!

-¡Oh, increíble, que acto más demoníaco! Digno de la futura gobernante del infierno Satania-sama -Ésta qué se cree, que Satania le va a creer sus... ¿Satania está sonrojada?... ¡¿Enserio se lo creyó?!

-Ku ku ku, lo se ¿Es un plan malévolo no?

-Así es Satania-sama

Si...por un momento olvidé la ingenuidad de Satania, parece que Vigne no está en un mejor estado que yo, solo las mira con un semblante serio... Vigne de pronto voltea y ve que la estoy observando y rápidamente volteo hacia las dos chicas, eso fue raro...

Narra Vignette

Estaba viendo como Raphi aumentaba el ego de Satania cuando de pronto veo que Gabriel me está observando, cuando se da cuenta de eso, rápidamente voltea hacia las dos chicas, que linda, parece un ángel...de no ser porque no actúa como tal...deecho es un ángel...creo...¡Ninguno de los dos ángeles aquí presentes parece un ángel!...y... ninguno de los dos demonios presentes parece demonio...maldición...

-Oye Vigne, qué tal si nos vamos -Pregunta Gabriel

-Si, se nos está acabando el receso y parece que ellas no terminarán pronto

Después de decir eso, nos fuimos a sentar en el área de comida, sería muy silencioso de no ser por las voces de todos los alumnos, Gabriel comía tranquilamente, verla tan serena me hace recordar cuando era un Ángel ejemplar

-Oye Vigne

-¿Qué pasa Gab?

-¿No crees que este mundo sería mejor sin tantos humanos?

-Actúa como ángel minino por 5 minutos ¿Quieres?

Suena el timbre, dando por finalizado el receso

Bueno, el receso se ha acabado, tenemos que volver a nuestro salón.

Al finalizar las clases

Estábamos caminando Gabriel y yo, acordamos que como mañana no habría clases saldríamos a algún centro comercial o algo así, espero que no me deje plantada otra vez...

-Oye Vigne -Me llama Gabriel mientras se detiene repentinamente

-¿Qué pasa Gab?

-Bueno, hay algo muy importante que tengo que declararte -¿Esto es real?...¡Gabriel se me va a declarar! ¿Y si me quedo muda? ¿Y si no se que responderle? Awww, estoy nerviosa

-Ando corta de dinero ¿Me puedes prestar? -...

-Está bien, te prestaré algo de dinero

-¡Genial! Gracias Vigne, nos vemos mañana

-Si, hasta mañana -Bueno, no fué lo que esperaba, deecho viéndolo bien, era lógico, Gabriel no se preocupa por alguien que no sea si misma verdad, pero, aún así es imposible no amarla, he estado enamorada de Gabriel por mucho tiempo, creo que lo he ocultado lo suficientemente bien como para que nadie se de cuenta, pero aún así, quiero que se de cuenta aunque siendo realistas es imposible, un demonio y un ángel nunca estarán unidos...ah, que triste, pero aún así no perderé la esperanza, Gabriel Tenma White, esperaré tu confesión.

Con Gabriel

Narrador

Gabriel llegaba a su departamento tranquilamente, se quitó su uniforme y se colocó su chamarra roja cuando de pronto vio la camisa que Vignette le había prestado.

Oh, la camisa de Vigne, creo que mañana se la devolveré -Pensó Gabriel, cuando de pronto comenzó a olerla -Na, se la devolveré en otra ocasión, bueno, a jugar videojuegos.