Enséñame más | Kaiyeol

Capítulo 1.

—Chan, Chanyeol, detente, creo... creo que aun no estoy preparado.

El alto lo miró desde arriba, apoyándose en sus dos manos, colocadas a los lados de la cabeza del chico que estaba debajo, tumbado en el suelo.

— ¿Aún no? —cuestionó  moviendo sus expresivos ojos por el rostro confuso del otro.

—Yo... —balbuceó en respuesta, relamiéndose los labios entre jadeos, cruzando las manos entre sí varias veces en gesto nervioso, sobre su pecho—. No lo sé, me da vergüenza.

— A mi también me la da, pero llevamos cuatro meses saliendo juntos, Baekhyun.

El nombrado desvió la vista hacia un lado, aun tumbado en el suelo mientras se mordisqueaba el labio inferior, inquieto.

Cierto era que ambos llevaban un tiempo saliendo juntos, y ya superado los besos, sus cuerpos buscaban un contacto más íntimo, pero cuando surgía y se ponían a ello siempre algo impedía que se llevase a cabo, por la reticencia de uno o de otro nunca se atrevían a llegar hasta el final. Así que de nuevo ahí estaban, en la habitación de Baekhyun, solos, con la excusa de "hacer los deberes juntos", el pestillo de la puerta echado, ambos con el uniforme del instituto y uno encima del otro sobre el parqué.

— Tienes razón, lo siento —dijo Baekhyun, suspirando, apretando los ojos un momento, como mentalizándose de nuevo.

—Aun no te he tocado ahí abajo, ni tú has tocado la mía.

—Es que me da mucho respeto...

Chanyeol soltó unas pequeñas carcajadas, roncas y estúpidas, su tono de voz era muchísimo más grave que el de cualquier chaval de su edad. Él también sentía esa reticencia y ese pudor, pero se suponía que era él que tenía que mandar y si no tomaba las riendas se quedaría virgen para siempre ya que su novio no parecía muy dispuesto a hacer nada. Baekhyun era muy guapo, mucho, además era delgado, bajito y su melenita castaña clara siempre olía muy bien. Por su forma de ser era bastante obvio que era gay, lo inquietante era que Baekhyun tenía mucho carácter a veces, pero a la hora de la verdad siempre se acobardaba, aun así, a Chanyeol le parecía adorable, le gustaba y no podía evitar querer acercarse y hacerle... pues, cosas de novios.

—¿Entonces lo dejamos? — alzó las cejas, mirando a Baekhyun con esa cara de ser inocentemente idiota, pero estar en la edad de necesitar meterla ya en alguna parte.

—No lo sé...

—¿Es que ya no te gusto, Baekhyun?

El castaño lo miró entonces, escrutando su rostro. Chanyeol era guapo, un poco idiota, pero tenía los ojos almendrados y unos labios bonitos, era muy alto y su constitución estaba bien, tenía el pelo negro y bastante corto y ahora llevaba unas gafas de pasta con los cristales de plástico que se le caían por la nariz a causa de la gravedad.

Baekhyun sonrió un poco.

—Si que me gustas — contestó al fin.

— ¿Y... Entonces?

Entonces nada, pensó el bajito. Subió una de sus manos y le retiró el accesorio de la cara, la otra mano subió hasta posarla en la nuca despejada de su novio, atrayéndolo hacia él. Cuando estaban a punto de besarse la puerta de entrada de la casa sonó, abriéndose.

— ¡Baekhyun! ¡Ya he vuelto! —Sonó una voz femenina desde abajo.

Ambos se detuvieron, con los labios rozándose y los ojos muy abiertos. Se separaron enseguida.
Esta podría haber sido la buena, pero por el contrario fue un fracaso. Otra vez.

***

—Menuda cara ¿quién se te ha muerto?

Chanyeol dejó de mirar por la ventana y puso la mirada con la ceja en alto sobre su amigo, el cual acababa de entrar en la clase.