Enséñame más | Kaiyeol

Capítulo 2.

— Chanyeol, ¿por qué no invitas a Kai a la fiesta?

El nombrado se giró hacia Tao, el cual había irrumpido en el baño donde el moreno se acicalaba para la fiesta, frente al espejo.

— ¿Estás loco?

—¿Por qué no? Falta una hora para qué empiece a venir gente, igual se anima —se encogió de hombros y se apoyó contra el marco de la puerta.

— Ni hablar —negó el más alto.

— Venga, tienes su teléfono, si no lo quieres dámelo a mi, seguro que le se dar mejor uso.

— Marica.

— Mira quien fue a hablar.

Y soltó un par de risas mientras se terminaba de peinar el pelo negro hacia arriba con fijador. Llevaba unos pantalones vaqueros negros sujetos con un cinturón y una camiseta de tirantes sin mangas del mismo color. Hoy era el día, hoy sí.

Al cabo de un par de horas, quizá tres, el apartamento de Tao estaba lleno de gente, principalmente chicos, pero también había algunas chicas, compañeras de los pocos amigos heteros que Tao tenía. Había buen ambiente, bebidas y música, no muy alta, eso sí. Estaban haciendo esto sin permiso de los padres del pelirrojo y si había quejas de la comunidad le caería gorda, ¿pero que adolescente no ha hecho una fiesta  o asistido a una sin el consentimiento de los progenitores? Eso lo hacía más emocionante.

Baekhyun llegó sobre las diez con su amigo el calladito.

— ¿Os ha costado encontrar el sitio? —le dijo Chanyeol al oído alzando un poco la voz para que lo oyese sobre la música. El castaño lo imitó poniéndose un poco de puntillas.

— Para nada, está muy cerca de la salida de metro.

Chanyeol asintió, sonriendo.

Los invitó a sentarse en el sofá y les trajo algo de beber. Se sentó con ellos y charlaron durante un rato. El blanquito, Do Kyungsoo, pareció encontrar a un conocido con el que se fue a hablar, dejando a la pareja a solas. El anfitrión dio un trago a su bebida y pasó la mano por el respaldo del sofá, tras la cabeza de su novio y se acercó a su oído de nuevo.

— Estás muy guapo — piropeó a su chico. Baekhyun sonrió, bajando un poco la cabeza ante el halago.

Al contrario que Chanyeol el color que predominaba en su atuendo era blanco y ese color le sentaba demasiado bien, igual que el eyeliner en sus ojos. Chanyeol le necesitaba, necesitaba sentirlo más cerca, así que sentado a su lado se inclinó un poco y le rodeó con los brazos la cintura. Baekhyun pareció no esperárselo y le costó un poco reaccionar, pero finalmente alzó sus brazos y los pasó por el cuello de su novio, pegándose a su pecho y correspondiendo al contacto corporal. Era tan bueno sentir a Baekhyun, tanto que con solamente tocarle y olerle ya sentía como la electricidad bajaba hasta su entrepierna, excitándolo. Había mucha gente y no se sentía cómodo haciendo eso en público, pero nadie les estaba prestando atención así que se recreó un poco más antes de soltarlo. Chanyeol posó su barbilla sobre el hombro del castaño mientras acariciaba su espalda de arriba abajo, mirando hacia la fiesta, moviendo los ojos por la gente pero sin mirarla realmente, su corazón palpitaba agitado y entonces dejó de no ver nada a ver algo. Sus ojos se abrieron como platos al encontrarse con la mirada de quien menos se esperaba en esos momentos. No había bebido casi nada, no podía estar viendo alucinaciones. No, ahí estaba, otra maldita vez. Se llevó una de las manos al bolsillo del pantalón, tanteando, no había nada. Su móvil ¿dónde lo había dejado? La última vez que lo vio fue...

Maldijo interiormente. Iba a matar a Tao, lo iba a matar, de verdad, lo estrangularía.

Kai se llevó el vaso de bebida que tenía en la mano a los labios, sin quitar la vista de la escenita de la cual Chanyeol y Baekhyun eran protagonistas. Alzó un poco el mentón a modo de saludo, sonriendo un poco. Chanyeol no supo exactamente donde meterse. Kai estaba hablando con alguien, bueno, más bien alguien hablaba con él, un chico que parecía muy interesado le decía cosas al oído mientras el moreno lo ignoraba mirando hacia donde Chanyeol estaba. El actor porno llevaba el pelo peinado hacia atrás, ropa oscura y una cazadora de cuero.