Capitulo 6.

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Chanyeol llevaba un rato nadando en el delicioso mar del placer. Si, era increíble lo que Kai sabía hacer con la boca, realmente increíble. Jamás otra persona había tenido acceso a las zonas íntimas del adolescente, ni siquiera Baekhyun, y no porque a Chanyeol le faltasen ganas, si no por pudor, falta de confianza, vergüenza, muchas cosas que no terminaba de entender porque con Kai no aparecían. La otra noche avanzó un poco con su pequeño novio, pero solo para poner en práctica lo que Kai le había hecho a él otras veces. Él siempre estaba ahí.

—Uhmp…

Chanyeol se mordió los labios, nadie más que Kai lo iba a escuchar pero le daba vergüenza gemir. Irónico que eso le diese vergüenza y no que otro chico se la chupase. El actor dio una bocanada de aire, sacándose la excitación del chico de la boca y habló entre respiraciones entrecortadas.

—Vamos… te he escuchado gritar de placer otras veces, no te contengas ahora — Murmuró entre pequeños jadeos.

Hacer sexo oral no parecía ser cansado, pero por lo que veía a Kai le faltaba la respiración si llevaba mucho rato con la boca ocupada.

El yate de ese mánager era una pasada. Chanyeol no lo había mirado por dentro hasta que Kai decidió que la proa del yate no era un buen lugar para una primera vez. Había una puerta que bajaba a un estrecho pasillo el cual tenía otras dos puertas a los laterales, una era una discreta cocina y otra un dormitorio con un pequeño cuarto de baño. El dormitorio del yate era una pasada. La cama era enorme, redonda y a través de unas pequeñas ventanas se podía ver el mar. Pero lo más curioso de la habitación no era eso… si no el enorme espejo circular que había en el techo de la estancia. ¡Había un maldito espejo encima de la cama! Y Chanyeol podía verlo todo. Cuando Kai lo tumbó en la cama casi le da algo al darse cuenta. Demasiado chocante pero… ahí estaba, desnudo, tumbado en esa inusual cama, extasiado, con las manos reposando a los lados de su cara sobre los diversos cojines que había alrededor de su cabeza. Su mirada estaba fija en el espejo del techo y miraba alternativamente su propia expresión y lo que hacía Kai ahí abajo.

Guau… esto era de completos pervertidos.

—Nnhg… ah… Kai — Gimió, apretando los ojos y retorció con las manos los dos cojines que estaban a los lados de su cabeza, girando los puños mientras apretaba el mullido objeto, descargando en cierto modo su placer. —Vo-voy…

Avisó, y hasta eso le resultó pervertido. Anunciar que vas a correrte… eso solo lo había visto en las películas porno. Y lo hizo. Kai le hizo tener un orgasmo, como tantas otras veces, lo conseguía con una facilidad increíble, y no porque Chanyeol fuese precoz si no porque era obvio que ese era su maldito trabajo.

Cuando el adolescente abrió los ojos, jadeando a un ritmo acelerado, ya no se vio reflejado en el espejo, vio el rostro de Kai que había subido y se había colocado sobre él.

—Mira — Le dijo el actor y ladeó un poco la cabeza, exponiendo un poco lo que había que mirar — Te me has corrido en  la cara y en el cuello.

Chanyeol observó como gotas de líquido blanquecino se resbalaban de su mejilla a su mentón, pasando por la nuez y chorreando lentamente hasta la clavícula. Ver eso le hizo tragar saliva. No era asqueroso, no, porque ese semen era el suyo, joder, la sensación que le provocó tal visión fue sorprendentemente placentera. ¿Era un pervertido por que eso le gustase?

—Eso…

—Te gusta ¿verdad? Dilo — y se pasó el dedo índice por el mentón, recogiendo un pequeño rastro de fluidos  que, para satisfacción de Chanyeol, se llevo a los labios y se restregó con sensual parsimonia por ellos.

El estudiante jadeó hacia fuera al verlo.

—Me gusta…

—Lo sé— Kai sonrió, a la vez que se sacaba el dedo de los labios — A todos los chicos nos pone esto, ya es hora de que lo sepas.

Enséñame más | Kaiyeol Donde viven las historias. Descúbrelo ahora