Black Velvet ➳Capitán Flint

ESCENA III

Se despertó al escuchar ruido en su habitación, solo habían sido un par de pasos tenues pero estaba segura de que había alguien. Miró por la ventana y vio que era noche cerrada, por lo que se alarmó más aún.

Lentamente alargó la mano hacia el hueco que quedaba entre el cabecero de la cama y la mesilla, sacando su puñal de la vaina. Se quedó quieta esperando a que el intruso volviera a moverse y cuando localizó el lugar del que venía el ruido, cerca de su cama, contó hasta tres y se tiró encima del desconocido. Tras forcejear un poco el hombre se quedó quieto al notar que la hoja del arma estaba en su cuello.

-Creo que te has equivocado de habitación-dijo Isla, todavía agitada.

-¡Joder! ¡Qué bruta eres!-la chica alzó la ceja al escuchar esa voz familiar-¿Te quieres quitar?-preguntó el hombre todavía enfadado.

-¡¿Jack?!

-¡Qué sí! ¡Quítate, que no te quitas!-volvió a gritar Rackham.

Isla se levantó y su primer instinto fue alargar la mano para que el hombre pudiera levantarse, pero decidió que dejarle en el suelo era buena idea después del susto que le había pegado el muy idiota.

Encendió el candil y la habitación por fin quedó iluminada, permitiéndole confirmar que era su amigo el que estaba tendido en el suelo con cara de susto. Se sentó en la cama y esperó a que reaccionara, sin dejar de mirarle fijamente.

-¿Qué coño haces colándote en mi habitación a estas horas?

-He usado la llave que tienes escondida en la piedra suelta de la pared-contestó desde el suelo.

-¿Y por qué no has llamado a la puerta? Pensé que estaban entrando a robar o que era alguien que quería hacerme daño.

-Te iba a avisar, pero me he desorientado y no sabía en qué parte de la habitación estaba-admitió, la forma en la que lo hizo le recordó a un niño pequeño.

Isla no pudo evitar reírse. Pero al darse cuenta de la hora que era le extrañó mucho que no estuviera durmiendo con Anne. Eso le preocupó bastante.

-No me malinterpretes, me encanta que vengas a verme, pero, ¿pasa algo?

Vio como Jack se puso serio y antes de contestar se levantó, sentándose en una de las dos sillas que rodeaban la mesa. Entonces se dio cuenta de que había una botella de cristal y un par de vasos.

-¿Quieres?-le preguntó su amigo, para después llenar uno de los vasos hasta arriba-El mejor ron que pude encontrar en el burdel.

-Vale.

No solía beber, antes de llegar a la isla lo hacía a menudo, en general para olvidar lo que acababa de hacer, cuando los trabajos eran muy duros. El sabor del ron le hacía recordar malos momentos. Pero le parecía de mala educación rechazar la oferta del pirata.

Se levantó y se sentó en la silla que quedaba en frente de Jack. Cuando acabó de echar la bebida en el suyo, dejó la botella de ron y levantó su vaso.

-Por la amistad.

Ella no sabía muy bien qué estaba pasando pero le siguió el rollo porque le estaba empezando a preocupar que estuviera tan serio y que hiciera cosas tan extrañas, como presentarse en su habitación sin avisar y de madrugada.

-Por la amistad-repitió ella sus palabras.

Tras brindar, Jack se bebió la mayoría del contenido del vaso, mientras que ella dio un trago no muy largo. Era un buen ron pero a ella le gustaba más fuerte, no tenía demasiado sabor.