Capítulo 32

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Ya había llegado el último día de vacaciones

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Ya había llegado el último día de vacaciones. Habías estado estudiando y trabajando desde que volvisteis de viaje, así que esa noche habías quedado para cenar y jugar un rato a los videojuegos con Law. Necesitabas despejarte un poco y, además, tenías ganas de verle.

Llevabas unos pantalones cortos y grises de pijama y una camiseta blanca de tirantes. Estabas tirada en el sofá, viendo un concurso en la televisión mientras comías un poco de chocolate. De pronto escuchaste sonar el timbre. ¡Sería Law! Onigiri y tú os levantasteis de un salto del sofá y os dirigisteis hacia la puerta. Abriste rápidamente y te encontraste con los ojos sus ojos grises. Nunca te acostumbrarías a lo guapo que era. El perrito se lanzó a sus piernas y se agachó para cogerlo.

—Hola, Onigiri —saludó, mientras el perro le chupaba la mejilla. Se acercó a ti para darte un beso en la frente—. Hola, (TN)-ya.

—Hola, Law —saludaste sonriente, mientras pasaba y cerrabas la puerta. Soltó al perro y este se fue corriendo a su camita—. He pensado que podemos hacer algo de pasta para cenar, si te apetece.

—Bien, pero... —empezó a contestar, antes de acorralarte contra la pared—. Antes quiero un aperitivo.

No te dio tiempo de contestar, ya que en menos de segundo sus labios estaban sobre los tuyos. Los entreabriste para dejar paso a su lengua y que se chocara contra la tuya. Después de un largo rato besándoos tuvisteis que separaros para coger aire. Law fue directo a tu cuello y comenzó a dar pequeños lametones mientras tú respirabas entrecortada mente.

—¡Law! —le interrumpiste, mientras intentabas apartarlo un poco de ti—. No es que no tenga ganas, pero... No me encuentro muy bien. Me duele la cabeza.

—Ah, tranquila. Soy insaciable cuando estoy cerca de ti, pero puedo controlarme —dijo, mientras se separaba. Te puso la mano en la frente—. No tienes fiebre. Debe ser de estudiar tanto. Túmbate al sofá y descansa, yo prepararé la cena mientras.

—Pero me sabe mal... —comenzaste a decir, Law acercó su mano y te acarició suavemente la mejilla.

—No te preocupes. Descansa un rato —repitió, mientras se acercaba a buscar los ingredientes.

Tenía razón, te vendría bien cerrar los ojos un rato. Aunque fueran unos veinte minutos. Te acercaste al sofá. Onigiri estaba durmiendo en su cama. Ya no estabas segura de si era un perro o una marmota. Cerraste los ojos e intentaste relajarte mientras escuchabas a Law preparar la cena.

(Narra Law...)

Me gustaba mucho estar en casa de (TN), en la mía me sentía algo solo y, estar con ella me producía una gran sensación de calidez. Había estado tan feliz durante esos meses que incluso me animé a contactar con dos viejos amigos que hice en el colegio. Estuvimos muy unidos durante tres años, hasta que la persona más importante para mí, después de mis padres, abandonó este mundo.

Un profesor especial «Law x Lectora»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora