CAPERUCITA ━ jared cameron

CAPÍTULO 4 | IMPRONTA.

TAL Y COMO HABÍA DICHO JACOB tuve que subir a cambiarme. Aun podía recordar los rostros de felicidad de Alice y Rose. Bella, Embry y Quil habían sido los únicos en defender mi precioso pijama de Bob esponja, esos chicos me agradaron más de lo que ya lo hacían. Cuando entré a mi habitación casi me da un infarto. En la cama había una falda bordeo y una blusa blanca de mangas largas abotonada, todo eso junto a unos preciosos tacones negros. Aquel vestuario lo había visto en unas revistas el otro día con Alice y ella había notado que me encantaron, los tacones fueron regalo de Rose.

Me bañé con tranquilidad, cuando salí de la ducha me vestí y saqué el exceso de agua de mi cabello con la toalla. Miré con duda el maquillaje, si bien adoraba la moda y el maquillaje prefería maquillar a otras personas en vez de a mi, Bella siempre había sido mi maniquí. Pinté mis pestañas con rimel, delineador, rubor y apliqué brillo labial en mis labios, nada más. Mi puerta sonó.

─Adelante ─dije mientras me sentaba en la cama y me ponía uno de los tacones. La puerta se abrió y pude ver a Embry, quien traía una sonrisa en sus labios─. Embry.

─Jared ya llegó. Te estamos esperando ─me informó el chico, suspiré mientras asentía y me ponía el otro tacón─. Te ves bastante bien.

─Gracias ─le sonreí levantándome, ambos salimos de mi habitación, la cual quedaba lejos de la escalera─. ¿Puedo preguntarte algo?

─Ya lo hiciste ─rió, yo sonreí negando─. Claro, adelante.

─¿Cómo fue para ti entrar en fase la primera vez? ─le pregunté con curiosidad, aquello era algo que siempre me había gustado saber, si bien sabía cómo fue para Jake y Sam entrar en fase prefería escuchar una experiencia más positiva.

Embry me miró con diversión y algo sorprendido mientras nos acercábamos a las escaleras. Guardó silencio unos segundos antes de responder.

─Fue extraño, muy extraño. Estaba confundido y ver llegar lobos al porche de mi casa no ayudó ─inició el─. Llevaba un tiempo con fiebre y sintiéndome mal, además de que me enfadaba por todo. Cuando entré en fase todo fue confusión y unos dolores de cabeza me atacaron porque la gran mayoría de la manada estaba en su forma lobuna y escuchaba todos sus pensamientos.

─Eso debe ser genial ─le dije, mientras estábamos por terminar de bajar las escaleras. Era como el don de Edward ─. Me gustaría poder escuchar los pensamientos de los demás, debe ser divertido.

Embry negó horrorizado, yo reí por lo bajo mientras nos acercábamos a la manada y a mi familia en la sala.

─No tienes nada de privacidad, todos y cada uno de tus secretos los saben ─se quejó─. Es algo detestable en realidad, saben todo sobre ti. No hay secretos en la manada.

─Admito que eso es extraño, no puedo imaginarme a alguien que sabe todo sobre mi ─dije frunciendo el ceño─. Sería como tener a un acosador detrás de ti todo el tiempo.

Embry rió mientras asentía, ambos entramos a la sala en donde todos voltearon a vernos por lo que yo les sonreí.

─Se tardaron bastante ─acusó Emmett alzando sus cejas de manera pícara─. ¿Qué estaban haciendo?

─ Nada de las asquerosidades que tu y Rose hacen cuando salen al bosque ─nos defendí de manera inmediata, Rose abrió su boca con sorpresa mientras los demás soltaban carcajadas─. Lo siento, Rose.

─Bianca, ven aquí ─me llamó Sam, a sus lados tenía a Paul, Seth y otro chico que yo no conocía, supuse que sería el tal Jared que me habían mencionado antes.

─Luego me seguirás contando sobre aquella vez ─le dije a Embry mientras volteaba a verlo y lo apuntaba con mi dedo índice.

─Claro, luego sabrás el resto ─me sonrió de manera cálida, yo le devolví la sonrisa y voltee para ir con Sam. Papá me miró y puse sentir como el cariño que emanaba de su cuerpo, lo miré con ternura y le lancé un beso, el rió.