Los brazos de Jared se aferraban a mi cintura como si temiera que me fuera. Mi cabeza estaba apoyada en su pecho y mis brazos abrazaban su torso desnudo, podía escuchar su respiración calmada y sus pequeños ronquidos. Llevaba unas cuatro horas dormido, estaba de guardia cuando yo llegué del hospital de Forks, esta estaba siendo parte de nuestra rutina, yo visitaba a mi abuelo y cuando volvía pasaba tiempo con mi familia y luego con Jared. Según sabía, unos nómadas le estaban dando problemas a la manada y estaban detrás de ellos, eso me había recordado bastante a Victoria y sus pequeñas pulgas deseosas de sangre.
Últimamente Jared estaba más amoroso de lo normal y no entendía por qué, pero no me quejaba, sus lados cariñosos eran lo que más me gustaba de él. Jared era como un niño pequeño indefenso, un niño que carecía de amor y preocupación, alguien que merecía ser tratado con sumo cuidado y delicadeza, yo estaba tratando de darle todo el amor que merecía.
Alcé mi mirada, sus ojos estaban cerrados y en su rostro no había más que paz y una pequeña sonrisa. Alcé una de mis manos y sin querer despertarlo comencé a acariciar suavemente su mejilla, delinee sus facciones con mis dedos y luego llevé mi mano a su cabello, introduciendo mis dedos en el y acariciandolo. Sonreí suavemente al escuchar un ronroneo salir de sus labios, era sumamente adorable.
─No sabes cuanto me gusta despertar así ─murmuró el con voz ronca. Un escalofrío recorrió mi columna vertebral y sonreí levemente al ver cómo abría sus ojos con lentitud─. ¿Cuanto llevas despierta, linda?
─Lo suficiente como para saber que tienes un nuevo lunar en tu hombro izquierdo ─dije, dándole una mirada a su hombro descubierto. La risa de Jared inundó mis oídos y aquello fue como música para mis oídos.
─Eres una pequeña acosadora ─murmuró frotando su nariz contra la mía, reí suavemente y negué.
─Sólo soy observadora ─le dije, comenzando a depositar pequeños besos sobre su nariz y sus mejillas─. ¿Ya te había dicho que te ves muy adorable cuando despiertas?
─Estás muy cariñosa ─dijo enterrando su rostro entre mi cuello y mi hombro, sonreí acariciando nuevamente su cabello. Un gruñido escapó de sus labios─. Me gusta cuando estás así.
Guardé silencio y continué dándole caricias, sus manos acariciaban mi abdomen y mi cintura, su temperatura era cálida y tenerlo tan cerca de mi me quitó el frío que Forks me estaba brindando. Jared se alejó de mi cuello y me miró con una sonrisa, quitó unos mechones de cabello de mi cara y luego se acercó a mi para depositar un pequeño beso sobre mis labios.
─Te quiero Bianca ─murmuró sobre mis labios, reí suavemente y besé sus labios con cariño.
─También te quiero Jared.
Y lo hacía. Lo quería de una forma en la que jamás había querido a alguien y eso me asustaba, me asustaba pensar que algún día no estaríamos juntos y aquellos sentimientos me consumirían. Pero traté de pensar que no sería así, que estaríamos juntos por mucho tiempo, porque sabía que lo que Jared y yo teníamos era tan puro que dudaba que terminara tan rápido, simplemente no podía terminar tan rápido.
La imprimación era algo más.
Pero el tiempo no estaba a nuestro favor.
─¿Qué haremos hoy? ─le pregunté mientras trataba de levantarme, sus manos se aferraron a mi cintura y me jaló hacia el, quedando encima suyo─. ¡Jared!
─Podemos quedarnos aquí todo el día, solo tú y yo ─dijo escondiendo su cara en mi cuello, suspiré mientras apoyaba mis codos a cada lado de su cabeza─. Por favor..
─El fin de semana pasado nos quedamos aquí y dejamos a Leah y Thomas plantados ─le recordé, logrando que me mirara con diversión.
─Ambos sabemos muy bien que ellos aprovecharon ese día al máximo ─dijo alzando sus cejas con una sonrisa pervertida.
─¡Jared! ─me quejé, dejándome caer por completo sobre el. Sentí su pecho vibrar y escondí mi rostro en su cuello soltando un suspiro─. Eres un cerdo.
─¡Vamos, amor! ¡Ambos sabemos que Leah y Thomas no se despegan desde que se imprimaron! ─exclamó entre risas.
Y era cierto. Conocía a Thomas desde hace un tiempo, era un lobo solitario. Cuando se lo presenté a Sam se llevaron desde el primer momento y Thomas se volvió parte de la manada y extrañamente el mejor amigo de Garrett. Pero lo mejor pasó cuando conoció a Leah, se imprimó en ella y desde entonces jamás se separaron.
─Creo que se apresuraron demasiado ─opiné apoyando mi mejilla en el pecho de mi lobo. Alcé la mirada y me encontré con sus ojos fijos en mi.
─Son unos lobos hormonales, deberías entenderlos ─dijo alzando sus cejas, yo hice una mueca y asentí para luego sonreír al sentir sus manos acariciando mi espalda.
─Jared ─lo llamé con una sonrisa luego de unos segundos, pasando mis dedos por su pecho desnudo.
─Bianca ─respondió con una sonrisa, pasando sus dedos por mi espalda descubierta.
Evité todo tipo de pensamientos de adolescente hormonal.
─¿Qué haremos hoy? ─pregunté con una sonrisa inocente. El bufó tirando su cabeza hacia atrás─. ¡Vamos! ¡Hoy podemos ir a la playa! ¿Has visto el sol que hay?
─No quiero moverme de aquí hoy.
─Pero yo sí ─dije sentándome sobre su abdomen─. Podemos invitar a la manada o ir solo nosotros, por favor.
─Bianca ─dijo alzando sus cejas, junté mis manos e hice un puchero. Sus manos se posicionaron en mi cintura y sonrió─. ¿Por qué tienes tantas ganas de salir? Normalmente tu serías la que quiere quedarse.
─Tienes razón, pero, el día está bellísimo y quiero que lo aprovechemos ─dije haciendo círculos en su pecho con mis dedos, el negó─. ¡Vamos, amor! ¡La pasaremos genial!
─¿Cómo me has llamado? ─preguntó con una sonrisa que no supe reconocer, fruncí mi ceño y repasé mis palabras en mi mente, sentí mis mejillas arder y desvié mi mirada de sus ojos─. Bianca..
─Te llamé amor ─respondí─. Y ahora, levanta tu lindo trasero y arregla tus cosas, nos vamos a la push ─sonreí y besé cortamente sus labios antes de levantarme y comenzar a caminar en su habitación.
─¿Llamarás a la manada? ─preguntó mientras se levantaba de la cama, fruncí mis labios y me encogí de hombros.
─¿Quieres que vengan? ─le pregunté sonriendo, el se acercó a mi y me acorralo en su escritorio.
─Hoy seremos solo tu y yo ─dijo frotando su nariz contra mi mejilla, reí suavemente ante su toque y asentí.
─Sólo tu y yo.
Fue lo último que dije antes de que unieramos nuestros labios.
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CAPERUCITA ━ jared cameron
FanficLa familia Cullen se ve amenazada por la realeza vampirica cuando Isabella Swan da a luz a una peculiar híbrida y la noticia de su existencia llega a la realeza, ahora única opción es luchar.. y esperar a por la llegada de una persona que podría ser...