Comprender

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Ella es un ángel con blindaje,
Su belleza más profunda que la piel,
Demasiado hermosa ante los ojos de él,
Siendo el más ambicioso lobo, ella se enamoró de él.

A los demás lobos, aún los mantiene a raya.
Al verla tan apasionada, él decidió atraparla,
Cayendo en su limbo, capturándolo por su pecado,
Se convirtió en su salvaguarda, jurando amarla.

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Escondido entre las nubes, el sol no se atrevía a salir, sin subir la temperatura del ambiente, anunció la mañana iluminando en el piso de una posada. La habitación donde se encontraba, no era lo suficientemente cálida a diferencia de su cama, de encontrarla junto a él, entre sus brazos, al comenzar el día.

"Suceda lo que suceda, quiero que permanezcas conmigo."

Aquellas palabras resonaban en su mente, siendo una promesa hecha para sellar el inicio de la relación sentimental de ambos.

Llevando años de conocerse, el periodo de su relación era corta, en comparación, los deslices entre ellos, eran inusuales. Por lo cual, forjaron un sólido lazo sentimental con rapidez, sufriendo cambios con ímpetu.

Sirva de ejemplo el preludio, al día siguiente de su primera noche juntos, se pasó el día dándole órdenes, sólo para tenerla en su despacho. Circunstancia que ella no tomó con agrado, desconociendo las razones, alegó también tener deberes. Discutieron, al final del día, acabando él por reconocer su culpa, debido a sus ansias de verla. Días después, comenzó a hacerle falta en las noches, más antes de pedirle quedarse con él a diario, lo hizo ella, aceptando sin dudar.

En otra ocasión, donde estuvo varios días con altas cargas de trabajo, advirtió que ella no iba verlo, e inclusive, desistió a quedarse con él por las noches. Al buscarla para reclamarle, ella argumentó enfurecida que esos días estuvo insoportable, rompiendo en llanto, le increpó también haberla tratado mal, advirtiendo no estar dispuesta a seguir con eso. Alarmado de perderla, dejó atrás la suficiencia, implorando perdón reiteradas veces. Prometiendo a sí mismo, hacer de su trato más delicado, aceptando su poca experiencia como pareja.

Siguiendo la promesa, jamás le mencionaba la inquietud sentida al verla rodeada de varones. El porcentaje de ellos en la legión, superaba al femenino, por lo que era inevitable sentirlo con frecuencia. Esperó adaptarse a la circunstancia, sin lograrlo, reparó en que la relación le estaba costando mantener en secreto.

Se permitió añorarla, recordando su propuesta, aquel tema sin resolver. Al verla visto afligida por su causa, la culpa abordó su pecho, estrujando con fuerza, olvidándose de su propio malestar del rechazo.

Se levantó de la cama, eligiendo abandonar sus pensamientos. Aún estaba lejos de llegar a su destino, por lo que debía apresurar el paso y empezar su viaje nuevamente. Debía alejarla pronto del peligro, volver pronto, regresar junto a ella.

Tenerla tan distante le hacía sentir vacío, le hacía daño.

Nile no se opuso, al comentarle que deseaba terminar pronto con el imprevisto, ambos tenían deberes. Aceleraron el desayuno, para emprender hacia Stohess, aún sabiendo que el viaje duraba casi 3 días, esperaban llegar a la mañana, donde los soldados estarían entrenando por rutina, según Nile.

Mientras cabalgaba junto a Nile y sus acompañantes, se preguntaba qué estaría haciendo ella. Seguro estaría desayunando junto a sus compañeros, confiando que ellos lograran animarla un poco. De estar allí, junto a ella, probablemente el asunto ya tuviese fin. Y ellos podrían continuar con su relación habitual, al menos, aspiraba a que ello sucediese cuando volviera.

Complément parfait (Eruhan fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora