Your care || Thor x Loki || Omegaverse || CANCELADA

Capítulo uno.

Una fría mañana de Junio, así empieza un nuevo y miserable día para Loki. Y no podía estar mejor, pues tenía una fuerte y jodida resaca. Loki era fácil para la bebida, osea que se embriagaba rápidamente, y al parecer la noche anterior había bebido demasiado, o al menos eso recordaba al tratar de hacerlo.

— Pero qué... ¿Luke? —pensó Loki al sostenerse la cabeza y ver a su amigo desnudo y dormido a su lado— No otra vez...

Luke Wonderwood, un alfa maduro de tipo canino, era amigo y compañero de trabajo del omega pelinegro, y ambos solían entretenerse al disfrutar de su soltería.
Pero Loki siempre fue recto y se dio a respetar, así que acostarse tan seguido con su amigo ya no le parecía una buena idea y menos sin ser marcado nunca por él.

A pesar de lo contados encuentros que tenían, ninguno de los dos satisfacían sus rencores o problemas, Luke amaba la actitud de Loki en el trabajo y mucho mas en la cama, y por ello lo inducía a acostarse con él. Loki en cambio, aceptaba las propuestas para tratar de apagar una llama ardiente que se mantenía encendida por su antigua relación con el joven Odinson. Así es, Loki y Thor tenían un amorío oficial entre ellos, pero ubo unos factores aceptables para que llegaran al rompimiento. Como los celos por parte del alfa, el carácter en casa de Loki y algo que marcó totalmente su manera de ver a su novio: Thor se negaba a ser padre.

Loki, como todo omega responsable, tenía ese sentido de la maternidad en un alto grado, y siempre se lo comentaba a Thor. Pero el rubio cambiaba de tema o simplemente lo evadía, Loki nunca supo porqué se negaba a tal maravillosa experiencia, así que no insistió más.
Habían pasados dos años y medio desde que dejó de ver a Thor, a sus amigos y familiares, dejó de reunirse en la Mansión Stark como siempre hacían los fines de semana, Loki desapareció del mapa.

Actualmente no había sido marcado por un alfa todavía, Odinson tampoco lo había hecho, era un omega libre. Pero llevó su libertad demasiado lejos esta mañana.

— Mierda. —maldijo, ciertamente ya estaba harto de esos encuentros que al final no lo llevarían a nada serio.

Estaba en el apartamento del alfa, con sus ropas por doquier y unas dos botellas al pie de la cama, buscó sus vestimentas, estaba confundido y la resaca empezaba a afectar. Pero Luke comenzaba a despertar.

— Loki... —musitó.

— Maldita sea Luke, ¿De nuevo?

— ¿Qué...? Es domingo, siempre veníamos los domingos Loki... —decía al tratar de sentarse.

— Te dije que ya no quería más hacer esto, si no piensas marcarme de una vez yo no pienso acostarme más contigo. —agregó, pero no respondió, como siempre— ¿Por qué todos los alfas son iguales?

Se vistió como pudo y trató de esconder su apariencia, ya estaba más cuerda pero tenía un horrible reflujo y dolor de cabeza por haberse suspendido tan rápido esa mañana. Se retiró del apartamento para ir camino al suyo, donde se daría un merecido baño y comenzaría una 'nueva vida' ese domingo. Debía admitir que su vida ahora desde hace esos dos años y medio había cambiado radicalmente, la zona en la que decidió vivir no era lo suficientemente apropiada para su especie que era gatuna, cosa que no hacia notar ante los demás, así como se mencionó anteriormente, eran de los pocos que mantenían una forma totalmente humana. Extrañaba a sus amigos, al bueno de Heimdall, al bromista Frandal, y a los demás seis amigos de Thor, pero sobre todo al alfa rubio que alguna vez fue su novio. No sabía nada de él, y aunque mantuviera contacto con Jane Foster nunca se atrevió a preguntar por Thor aunque se retorciera de la duda. A veces se arrepentía de haberse rendido tan fácil ante aquella pequeña discusión acerca del tema, si tan sólo se hubieran quedado callados a abrazarse para liberar la tensión y besarse hasta conciliar el sueño en el sofá como muchas veces lo hicieron, quizá hoy en día estuviera casado y finalmente marcado por el alfa que tanto amaba y su vida no iría tan descarriada como ahora lo era, pensaba.

Al llegar a su hogar, pudo presentir ese sentimiento de soledad y abandono del lugar debido a que casi no llegaba a quedarse más que a dormir, oscuro y polvoriento, nada que ver con su manera pulcra de vivir. Suspiró y lo primero que hizo fue dirigirse al baño, el único lugar limpio al cien en la casa a pesar de su ausencia, se despojó de sus ropas sin interés y abrió casi de inmediato la regadera, recibiendo el agua tibia con mucho gusto.
Estaba desanimado, eso estaba claro, se sentía raro y no sólo por la resaca, le dolía la frente y una especie de reflujo ardiente seguía ahí. Pero más que todo estaba preocupado, porque de las constantes veces que Luke y él se adentraron al sexo, sabía que más de alguna vez esto le dejaría encinta, pues nunca usaron protección.

Después de unos minutos se recostó en el sofá, eso se sintió como quitarse una carga de los hombros. Estaba estresado, molesto, triste, sólo. Necesitaba hablar con alguien respecto a los embarazos que tendría, porque si no era así, ya era hora de buscar a otro alfa digno. De todos modos para uno como Loki no era difícil.
Revisaba su teléfono mientras comía algunas frutas que se le antojaron, recostado en el sofá con las piernas cruzadas, pero estaba ciertamente frustrado pues se estaba topando muy seguido con el nombre o el contacto de su exnovio. Debía admitir que lo extrañaba en estos últimos dos años, era grande, fuerte, lo hacía sentir protegido de otros aprovechados alfas, lo atrapaba fácilmente con sus fuertes brazos al dormir e incluso a la hora de hacer el amor era considerado y romántico.

Le atormentaba la idea de que Thor tuviese a otro ahora, o sobre qué pensaría acerca de su situación actual. Quizá su cerebro le esté jugando una muy mala broma con sus sentimientos, porque si era así, estaba empezando a tomarla muy en serio.

Finalmente se decidió.

No iba a preguntar directamente a él sobre como había estado, primero tenía que hacerlo desde un contacto cercano, como la buena de Jane. Y así fue.

Su vida iba a cambiar esa tarde cuando se entere de que tiene a una criatura indefensa creciendo en su interior.

Continuará...

¡Hey chic@s! ¿Cómo están?
Aquí está la primera parte de mi segundo fanfic, por su apoyo y halagos de la primera me inspiré a crear uno nuevo. Este y el siguiente tal vez no tenga mucha historia pues les contaré el estado de ambos y luego empezará lo bueno, por eso éste no tuvo ese emoción (o al menos así lo sentí yo).
Bueno, se cuidan y desde ahorita: Gracias.