C VIII

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-qué quieres decir....?...

Sentí como poso sus manos sobre mis mejillas cubiertas de escamas y me miraba a los ojos, podía ver una total adoración en ellos. Lucy me veía como si fuera lo mas hermoso que ella habia visto y eso era mentira, yo no era hermoso. Ella lo era, ella era el ángel que Dios me habia enviado para iluminar mi oscuridad, para alejarme de la soledad en la que me habia aislado para no salir lastimado. Aun asi, Lucy me miraba con tanto aprecio, tanto cariño, tanto...amor...

-lo que quiero decir mi pequeño dragón loco, es que yo tambien siento lo mismo que tu....yo...te amo Natsu.

Me amaba? Aquella criatura inocente me amaba? Que le habia hecho yo a Dios para que me otorgará semejante regalo!? No lo sabría pero me aseguraria de cogerlo sin devolución, si luego me lo reclamaba lo mandaría al diablo!

-me...amas?

Ella asintió mientras yo dejaba caer libremente las lagrimas de mis ojos, la abrace fuertemente contra mi pecho mientras llenaba de besos su cabeza mientras una sonrisa idiota se plasmaba en mi cara.

-me amas, Lucy...me amas...

La escuche reir y la imite, esto realmente era divertido, no sabia si reír, llorar o simplemente gritar.

-Lucy...

Pose mi mano sobre su mejilla y me fui acercando lentamente hasta terminar juntando nuestros labios en un dulce beso.

Sentí sus labios tan suave, dulces, la acerque poco a poco a mi, cuidando de no lastimarla con mis garras y la abrace. Pase mi lengua por su suavidad pidiendo pase para saborearla, me lo concedió, tuvimos una batalla de lenguas por saber cual ganaría pero el bendito aire nos faltaba y nuestros pulmones lo exigían. Nos separamos lentamente y abrí mis ojos encontrando me con esos café tan brillantes mirando con ese amor único.

-Lucy yo...

-te amo Natsu.

No podía. Ella realmente no podía...

-no...Lucy no...

Me di cuenta del error que estaba cometiendo y me aleje asustado. Lucy no merecía a un monstruo como yo. Ella era demasiado Dulce para ello, demasiado bondadosa, demasiado..

-Natsu?

-No debemos estar juntos. No debemos.

Me levante dispuesto a marcharme pero ella se levanto tambien y me agarro de la bufanda que ella misma me había regalado.

-por qué no? Acaso no me amas Natsu? Acaso..

-JAMÁS! Vuelvas a mencionar esa locura Lucy. Te amo mas que a nada en el mundo! Y porque te amo es que no debemos estar juntos. No quiero mancharte. Soy un monstruo Lucy, repudiado, odiado, maltratado, mi pasado ya me arrastra y no quiero arrastrarte conmigo.

Trate de que soltara mi bufanda pero se rehusaba a hacerlo, así como yo me rehusaba a ejercer mas fuerza por miedo a lastimarla. No podía ver sus ojos, sentía que si los miraba...perdería..

-un monstruo? Mancharme? Natsu, no eres un monstruo. Aquellos que te lastimaban, molestaban, odiaban eran unos imbéciles que no les gustaba aceptar lo diferente. Aquelllos seres que por ser diferente a ellos te marginaban no tenían cerebro. Tu vales mucho Natsu, eres un chico bondadoso, juguetón, cariñoso, muy listo. Haz alejado totalmente la oscuridad y soledad en la que estaba, haz sabido iluminar mis mañanas con tus sonrisas y ocurrencias. Me haz hecho creer en el amor, en algo que yo ya no sentía, que ya no creía. No puedes mancharme, tu pasado no define quien eres, y yo te conozco, te crié, te cuide, te alimente. Se que no eres malo. Me vale un bledo lo que los quienes piensen, yo te amo Natsu y me basta con saber que me amas para vivir feliz. Aquí contigo, en nuestro hogar. Porque esto era una cueva antes de tu llegada, cuando apareciste en mi vida la llenaste de calidez y amor, no me quites ahora eso Natsu, no me quites tu alegría ni tu amor.

END Y NATSU Donde viven las historias. Descúbrelo ahora