Capítulo 9: Que quede claro...

12 5 0
                                    

Consigo que me mire.

Sus ojos, a pesar de que la oscuridad en el cuarto me debería de impedir verlo con claridad. Logro ver un brillo en sus ojos.

Siento mi corazón latir rápidamente, y cuando el rubor sube por mis mejillas, agradezco que haya oscuridad.

   —Demonios...—susurra para si casi furioso.

Siento como sus manos me toman rápidamente por mi cuello y suben hasta mis mejillas ardientes, provocando que me incline más hacia él al jalarme tan repentinamente.

Me mira con temor, esos ojos llenos de vida al llegar aquí, son reemplazados por el temor, la duda y la tentación.

Sin pensarlo más, se inclina hacia mi, besándome con suavidad, a pesar de su rapidez.

Yo abro los ojos perpleja por lo que está haciendo, no pensé que fuera a hacer esto, siento lágrimas amenazando con salir.

Inconscientemente, tomo sus manos aún posadas en mi rostro y creo que siente que me separaré, porque me besa con más intensidad.

Me rindo.

Cierro los ojos y me dejo llevar. Esa sensación de que algo en mi corazón se enciende, vuelve a aparecer de una manera tan especial.

El beso, está lleno de ternura, nostalgia, miedo y... amor.

No sabemos técnicamente nada uno del otro, pero hay algo que tenemos en común.

Se va apartando de mi lentamente, dejándome una sensación de frío en la boca.

Abrimos los ojos como si de despertar se tratara.

Nos abrazamos al momento de tomar aire, su cuerpo cálido, me hace sentir viva.

   —No quiero que te alejes de mi...—susurra aún abrazándome–no sé cuándo nos iremos; si este mundo es real, si es un sueño,hay otra vida o moriremos.Pero lo que si sé, es que no importa lo que sea, sólo quiero estar contigo.–nos apartamos sin dejar de sostener nuestros hombros.

Sé que estoy sonrojada, sus palabras me hacen sentir feliz, ya no me siento perdida.

Sus ojos temerosos me observan con atención, como si me estuviera analizando.

   —Sólo tengo está sensación de que te conozco, no sé si sea verdad, pero no importa, porque a mí me basta para amarte—declara con sinceridad.
   —También yo tengo esta sensación...—me quedo a la mitad.

Me mira esperando algo más.

Si supiera cuanto le quiero decir...

   —También sólo esto me basta para amarte—termino sonriendo nerviosa.

Me vuelve a besar, ahora, con más intensidad que el anterior.

Un beso explorador y provocativo, uno que se está apropiando de mis labios, poniéndome la piel chinita.

Sus manos descienden hasta mis caderas provocando un hormigueo por mi cuerpo.

Poso mis manos en sus hombros mientras me sigue besando, este beso está tan lleno de amor que el pensar que se puede ir, me provoca la necesidad de besarlo con más fuerza.

Odio cuando escucho que alguien nos habla.

   —¡Luke!,¡Lucy!—capto la voz de Erick—¡La chica ha despertado!—avisa golpeando fuertemente la puerta.

Luke se aparta de mi y gruñe. Lo miro y él suspira para calmarse y gritarle que ya vamos.

Nos apresuramos a salir y al abrir la puerta...

Después De La Luz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora