Capítulo 10: Sólo un poco más

6 4 1
                                    

Su ceño se frunce y se cruza de brazos.

   —Porque por su culpa se fue Miguel—deja de verme.
   —No es su culpa—intento defenderla nerviosa.
   —Claro que si, cada que llega uno nuevo, se va otro de los que ya están aquí. Y si por ella se fue el señor Miguel, que desperdicio—su voz se vuelve arisca.

Me siento algo mal por lo que dice, quizá sea verdad, pero nunca estaremos seguros y se me hace injusto que culpe a esa pobre chica por la ida de su amigo.

   —No deberías ponerte así, ella es como todos nosotros y no sabemos si lo que dices sea verdad...
   —¿Me estás diciendo mentiroso?—me pregunta enojado.

Doy un paso hacia atrás al ver que se acerca amenazante.

   —Yo, yo nunca dije eso—tartamudeo.
   —No me creas si no quieres, la siguiente puede ser Juliette, o Mateo, o Luke, yo e inclusive tú, Así que no te alegres por la venida de más gente—camina hacia mi imponente y yo me hago para atrás con cada paso que doy—Recuerda que tú también estás aquí y te puedes ir en cualquier momento.—abro los ojos como platos y él se para derecho—Espero que estés aquí mañana—dice y se mete a su casa azotando la puerta.

Me quedo ahí parada mirando la puerta de su casa.

Pongo la mano en mi pecho cuando escucho mi corazón latir con fuerza.

“Te puedes ir en cualquier momento”
Resuena en mi cabeza.

..............

En la mañana todo fue relativamente normal, la chica nueva estuvo conviviendo mucho con Mateo, que al parecer, él se siente a gusto con ella.

Le conté lo que pasó entre Luke y yo a Juliette, obviamente, no con detalles.

Erick no me ha hablado, anoche no le dije a Luke lo que sucedió ya que cuando llegué a la casa, él ya estaba cansado.

Me estoy limitando a sonreírle a Erick, y Luke y yo no hemos dicho nada abiertamente de lo ¿Nuestro?.

No estoy segura... pero me fascina.

   —Lo bueno es que no estamos solos en este lugar—comenta Juliette mientras comemos.
   —Supongo que si, son muy agradables—sonrie la chica ya tranquila.
   —¿En serio no recuerdas ni tu nombre?—le pregunta Luke curioso.
   —No...pero espero recordar pronto algunas cosas.
   —Suerte con eso—escupe Erick.

Luke lo mira enojado pero Erick se hace indiferente.

   —Juliette...—Mateo se agarra su estómago y Juliette se para de inmediato a verlo.—no me siento bien—dice a punto de llorar.

Todos nos acercamos a él.

Siento una extraña sensación igual en el estómago, rápidamente intento acercarme para ver si puedo ayudar.

Seguro que le duele el estómago de tanto comer.

Una luz. Tan brillante como cuando llegué aquí, sale de su pancita.

No puede ser...

Juliette empieza a llorar y se inca para tomar al pequeño Mateo entre sus brazos.

   —No Mateo, por favor, tú no—llora Juliette.

Todos estamos viendo cómo se va, no sé cómo ayudar.

   —Gracias Juliette, espero verte mañana—llora Mateo entre sus brazos.
   —No, no—chilla Juliette.

Miro con tristeza y lágrimas en mis ojos como Mateo se va convirtiendo en luz, una luz tan brillante, que nos obliga a cerrar los ojos.

Cuando abrimos los ojos para ver...Mateo ya no está...

Después De La Luz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora