La mañana siguiente

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Pero qué noche la de ayer! Todo mundo festejando entre risas, cada uno disfrutando de cada segundo en compañía de sus ahora ex compañeros de salón. La fiesta fue inolvidable, especial y llena de valor sentimental.

A partir de este día ya eran héroes profesionales.

El dormitorio entero estaba hecho un chiquero, mas todo había valido la pena. Hubo de todo un poco anoche, lágrimas, carcajadas, sorpresas… demasiado que digerir en solo una velada.

Pero hubo un sentimiento que destaco de entre el resto, uno odiado y querido por muchos. Amor…

Fue gracias a esa indescriptible emoción que hoy ciertas personas no despertaron solas en sus camas, por más obsceno que suene, un gran porcentaje de la clase en su totalidad termino por ceder ante el señor placer.

Siendo nuestra querida vice presidenta una de ellas.

En un estado de serenidad absoluta, Momo observaba desde su lado de su cama el rostro dormido de su pareja. No sabía cómo sintetizar todo lo que había pasado hace algunas horas atrás, ella, la que probablemente más vocabulario tenía en toda la academia, no encontraba palabra que expresara todos estos sentimientos.

Es por eso mismo que decidió canalizarlo en un pequeño gesto a mano, levantándose con suma cautela de su colosal lecho, la pelinegra se vistió con lo que tuvo a la vista rápidamente. Sonriente y algo divertida, Momo soltó unas risillas ante lo tonta de sus ropas.

Pareciera como si estuviera imitando a una de esas chicas de las películas, llevar puesto solo la camisa de tu novio era un clásico en Hollywood.

Solo por esta vez…

Una última mirada fue puesta en la figura dormida de su pareja antes de salir por la puerta, una cálida sonrisa se formó en su rostro, aun no se creía lo que había pasado.

Girando con una sonrisa de oreja a oreja, Momo termino encontrándose frente a frente con un semidesnudo Kaminari… ambos con una mano cerrando la puerta.

-"K-kaminari!"-le menciono a la vez que intentaba cubrirse sus desnudas piernas lo más que podía-"Que e-estás haciendo en los cuartos d-de las chicas!?"-mando una mirada.
-"Y tú qué haces con la camisa de Midoriya!?"-devolvió igual de avergonzado, intentando cubrirse el montón de rayones de plumón que tenía en su cuerpo.
-"N-no es de tu i-incumbencia!"-decidió flexionar un poco sus piernas.
-"Baja la voz! Podrías despertar a todos!"-le reprendió en voz baja.
-"Es t-tu culpa!"-frunció el ceño.
-"No puedes crear unos pantalones y ya?!"-desespero.
-"No he comido nada desde ayer!"-informo-"Puedes por favor irte!?"-exigió abochornada.
-"Eso iba a hacer hasta que te apareciste!"-se defendió.
-"Solo vete!"-señalo el pasillo.
-"Estoy en eso!"-empezó a dar el primer paso… el cual piso una de las esferas de Mineta.

Silencio absoluto…

-"A-ah… ha que p-pasa?"-pregunto somnoliento Mineta.

Seguidamente el grito de espanto de los tres jóvenes terminaron por despertar a todo mundo, tal parecía que el pequeño pervertido había terminado durmiendo en los pasillos toda la noche… desnudo.

Minutos después.

-"Yo solo quería prepararte desayuno…"-dijo temblorosa y algo decepcionada de sí misma la vicepresidenta, siendo abrazada del hombro por Izuku en uno de los sillones de la sala.

Mientras que la pobre era consolada, Mineta era tirado con fuerza por Satou y Shoji del pie de Kaminari, quien se aferraba con todas sus fuerzas de una columna.

Psicología de rivales.

Últimamente los dos mejores amigos/rivales de la academia habían estado involucrados en constantes peleas o conflictos verbales, siendo una pelea interna en su aula lo que colmó la paciencia de Aizawa. Arrastrándolos como momias por los pasillos, el par fue llevado hasta las puertas de la última implementación de U.A… un estudio de psicología.

-"Tengo entendido que su amistad ha estado pasando por ciertos declives"-hablo sereno el profesional.
-"Esto es una maldita pérdida de tiempo!"-intento librarse de su prisión de vendas retorciéndose como una oruga.
-"En ese caso seré breve"-saco una hoja en un portapapeles-"Como empezó esta pelea de hoy?".
-"Kacchan dijo algo que me desagrado…"-confeso Izuku.
-"Que fue lo que dijiste, Bakugou?".
-"La verdad! Listo! Ya puedo irme!?"-mordió el material que le inmovilizaba.
-"Eso no es cierto, Momo no es lo que dijiste…"-frunció el ceño.
-"Ah…"-reviso el archivo del peliverde-"…Midoriya, te encuentras en una relación afectuosa con Momo Yaoyorozu, verdad?".
-"Si".
-"Desde cuándo exactamente?".
-"Febrero".
-"Y un mes después iniciaron sus conflictos…"-se tornó pensativo.
-"Juntarte con esa perra loca fue la peor de tus estupideces…"-comento el rubio.
-"Deja de llamarla así… Kacchan…"-le vio molesto.
-"Lo hare cuando deje de actuar como tal"-le provoco.
-"Explícate Bakugou, porque según tengo entendido la señorita Yaoyorozu es una dama de la alta sociedad".
-"Alta sociedad mis bolas! Esa loca ha intentado matarme desde que me negué a disculparme con Deku!"-rugió.
-"Que?"-exclamo sorprendido el mencionado.
-"Ohh! No te lo dijo? Supongo que ahora ya no son tan íntimos, eh?"-se mofo.

Las puertas del consultorio se abrieron de repente, un dardo fue disparado al psicólogo antes de que alguien siquiera pudiera reaccionar, el hombre quedo dormido en menos de completar un segundo.

-"M-momo…?"-sus ojos se abrieron como platos al verla tomar el asiento del psicólogo.
-"Te lo dije idiota! Esta loca!"-rechino sus dientes.
-"Entonces…"-le vio con el ceño fruncido-"…ahora si vas a disculparte?"-saco una grabadora.
-"Jodete!"-gruño.
-"Uh… Momo que esta p-pasando…?"-le vio nervioso.
-"Dame unos minutos"-le sonrió brevemente antes de volver a su gesto intimidante-"Y bien…?"-fijo su atención en el rubio.
-"Que estas sorda? Dije…"-sonrió de oreja a oreja-"…jodete"-se apoyó en su asiento triunfador.

Tensión se sintió en el aire, Izuku trago saliva con dureza y Momo no quito su vista del rubio. Lo último que el peliverde recordó antes de quedar inconsciente fue como su pareja le sonreía, acompañado de un lo siento antes de que perdiera el conocimiento.

Cuando recobro la consciencia Izuku se encontraba en su cama, un platillo de comida y la misma grabadora de hace horas encima de su mesa de noche. No sabía cómo, pero las disculpas que escucho del rubio se escucharon demasiado sinceras y legitimas.

Las disculpas poco le importaban, fue el arduo trabajo que su pareja hizo lo que le conmovió. Contarle acerca de su pasado junto a Kacchan término por tener resultados positivos después de todo

Clichés Horijinales (izuko x momo )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora