Clichés Horijinales (izuko x momo )

La odisea?

Media noche, todo mundo descansaba luego de un arduo entrenamiento en las montañas junto a las Pussycats, los días mecanizados de dormir, entrenar, comer y volver a dormir retornaron para los estudiantes de tercer año en la escuela de héroes.

Siendo este su último año visitando este lugar como estudiantes, la mayoría intentaba aprovechar cada segundo libre para disfrutar y crear memorias dulces que puedan llevarse con ellos una vez graduados.

Puesto que aunque estas semanas sean infernales para sus cuerpos, el valor emocional lograba apaciguar tal estrés con calidez nostálgica. No había que preocuparse por invasiones inesperadas este año, por primera vez en mucho tiempo tendrían un campamento infernal pero normal… de cierta forma.

En el cuarto de las chicas reinaba el silencio, cada una aprovechando las horas de descanso como si fuera oro en lingotes... todas a excepción de una joven.

Mirando de lado a lado, moviéndose con cautela y con su respiración controlada, Momo Yaoyorozu se levantó de a puntillas de su futon con destino a la salida. No fue difícil pasar desapercibida, el único obstáculo que tenía era Uraraka, quien había terminado algo desparramada en sus sabanas y le obligo a dar pasos alargados.

Superado el primer desafío, la pelinegra soltó un sutil suspiro antes de tomar una toalla y salir de la habitación, las luces de los corredores seguían prendidas, mala señal y mala suerte para ella. Pensativa ante su situación, Momo saco su celular y mando un mensaje con quien pronto se encontraría afueras del edificio.

Puede que tarde un poco, parece que Mandalay y Pixie-Bob aún no se han ido a dormir.

Instantáneamente recibió una respuesta.

No hay problema, las cosas están algo activas aquí también.

Una foto de Bakugou tirado en el piso (probablemente inconsciente) con Kirishima, Sero y Kaminari brindando a su alrededor fue más que suficiente para que la vicepresidenta pueda entender la situación.

Mándame un mensaje cuando estés ahí, Tiger y Aizawa nos dieron permiso para festejar un tiempo.
Ok, te aviso entonces… te amo.
También teaMomo! : )

Guardando su celular con un fuerte sonrojo en su rostro, la determinada pelinegra continuo su odisea, sigilosa y atenta a cualquier imprevisto, la muchacha fue escabulléndose lenta pero segura. Ya estaba a mitad de camino, pasando el baño de mujeres entraría a la sala y entonces-

-"Hey Yaomom-"
-"Eeek!"-la sorpresa le hizo girar por instinto y golpear el lado proveniente de la voz… con una versión pequeña de su barra de metal.

El color rosa paso por sus ojos antes de recobrar la razón, parpadeante y sin crearse lo que había hecho, la pelinegra observo a la noqueada pelirosa comerse el suelo tras el poderoso golpe que recibió en su mentón. Temblando y con ganas de soltar un chillido, Momo entro pánico.

Moviéndose de un lado para otro sin saber qué hacer, la pobre pronto entraría en desesperación al escuchar pasos que venían de la sala. Con su corazón a mil por hora, Momo hizo lo primero que se le vino a su borrosa mente… encerrarse en el baño junto a Mina.

-"Hola?"-escucho la voz de Mandalay-"Sucede algo?"-toco la puerta.
-"N-n-no hay problema M-mandalay! Solo uh…"-trago saliva con dureza-"…me r-resbale…!".
-"Oh? Hay una fuga?".
-"S-si! El p-piso entero esta m-mojado!".
-"Rayos… voy a entrar a ver cómo-"
-"NO!"-casi y se daña sus cuerdas vocales.
-"Uh… no puedo arreglarlo si no me dejas entrar… entiendes no?"-hizo un gesto confundido.
-"N-no se moleste! Yo c-cause esto yo lo a-arreglare! Es mi r-responsabilidad uh… como h-héroe!"-intento sonar lo más animada posible.
-"Ok…"-cada vez empezaba a extrañarse más-"…pero sabes cómo reparar una fuga?".
-"Pan c-comido! No tiene por qué p-preocuparse!"-soltó una risilla falsa.
-"Aun así necesitas herramientas, déjame traerte-".
-"No es n-necesario! Puedo crearlas yo m-misma!"-lloraba porque esto terminara.