■▪Utopía▪■

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Yuta's reality

Yuta's reality

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《Lindo》

Lindo era la palabra con la cual Yuta podía describir al chino, aquel que se hallaba  en el marco de la puerta de la sala de artes, con un gran sonrojo y mirada avergonzada esperando a que le hablase para entrar.

—Hola, Sicheng


—Hola... Yuta


El chino había llegado a la bien reconocida sala de artes, "sala maldita" la llamaban los estudiantes, la razón pues... un profesor de la facultad se había suicidado ahí. Pero para Yuta no era nada maldita, era la sala más hermosa que había visto. Tenía bellas estatuas de yeso adornando el lugar y un hermoso tragaluz de colores que daba todo un aspecto de un mundo maravilloso y perfecto, casi como una utopía. Lástima que nadie iba allí y la aprovechaba, siempre estaba Yuta solo en ese lugar. Siempre estaba el japonés pintando en soledad acompañado obviamente de las estatuas, sus únicas amigas.

《Bellísimo》

Bellísimo era la palabra con la cual Yuta podía describir al chino, aquel que seguía todas sus órdenes de como posicionarse sobre el pedestal.

—Necesito que te mantengas quieto... Sí, así... bellísimo —suspiró mientras trazaba las últimas líneas del boceto por el gran bastidor—. Ahora procederé a la aguada.

《Maravilloso》

Maravilloso era la palabra con la cual Yuta podía describir al chino, aquel que estaba mirándolo fijamemte mientras comenzaba a hechar aceite en un posillo de acero y en la paleta los pigmentos. Desde que había comenzado a bocetearlo, la mirada de Winwin comenzó sonrojada y tímida a una lujuriosa. Dejando atónito al japonés, por tal atrevimiento de parte de su pollito.
Lo estaba poniendo al límite.

《Perfecta》

Perfecta era la palabra con la cual Yuta podía describir la mirada del chino. Que si bien era atrevida, pero se le veía incómodo. Muy forzoso todo, debía lucir natural para que la pintura fuese perfecta.

Pollito~... —suspiró tomando el mentón del contrario para que lo viera directo a los ojos—, estás un poco tenso, ¿no lo crees? —preguntó

《Yuta, te amo tanto》

Esa frase salió de la boca de Sicheng, cuando Yuta comenzó a acariciarle la cabeza, para luego esta misma ir bajando por el costado, dándole un suave toque a su pómulo izquierdo. El chino tembló y cerró fuerte sus ojos, ya que sintió como grandes maripositas revoloteban en su estómago y una corriente le atravesaba todo el cuerpo.

【ONLY PERFECTION. JUST MADNESS】Yuwin/WintenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora