Cap.4 - ¿Me concederías mi deseo?

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– Creo que no debimos haber salido

– ¿Por que lo dices?

– Por que ni siquiera puedo caminar, te ves en la necesidad de ayudarme además... Me siento como un inválido – dijo Izuku inflando la mejilla, haciendo un tierno puchero a los ojos de Dabi

¿Que es mas vergonzoso?


Que el chico que te gusta te haya vestido y te haya visto literalmente todo sumándole que acaricio tus piernas de forma sensual

O tal vez...


Que el sexy chico que te gusta te ayude a caminar, que tengas una de tus manos alrededor de su cuello y que tengas su mano entrelazado con la tuya, y que su otra mano disponible la tenga en tu cintura pero que disimuladamente aprovecha para acariciar tu cadera y parte de tus muslos

– Pero no es problema para mí – hablo Dabi para sacarme de mis pensamientos – Además vamos ya estamos a mitad de camino y no me vas a convencer para regresar – finalizó la plática

Izuku suspiro, ese tacto que tenía Dabi, provocaba que su timidez y ternura se fuera a Las Vegas para que se quedará ahí porque Lo que pasa en Las Vegas ¡Se queda en Las Vegas! y que su lado provocativo y sumiso quisiera salir a flote e implorar al azabache que lo hiciera suyo, que le dejará ver lo que era tocar el cielo y mucho mas que eso

Pero obviamente no lo iba hacer en esos momentos, era algo que mas adelante o tal vez nunca le diría

El de orbes jade se sonrojo al ser consciente de esos sentimientos “impuros” hacia Dabi

– Llegamos – hablo Dabi pero no reaccioné, su voz sólo la escuchaba de eco – Oye – silencio total – Izuku – ni si quiera eso – Tierra llamando a Izuku – oh miren un avión – Izuku ¿Quieres una cita conmigo?

– ¿¡AH!? A b-bueno ¿N-no e-estamos en u-una?

– ¡Oh! Cierto – ¿sarcasmo? – Si estamos en una cita ¿Podrías al menos dejarme escuchar tu voz? – me miró a los ojos a lo que yo me sonroje a mas no poder – ¿Quieres sentarte? – me preguntó

– S-si

Una vez respondí, Dabi camino un poco mas para poder estar enfrente de una banca, me agarró de mi cadera para poco a poco sentarme con suma delicadeza, como si fuera en algún momento a quebrarme

Cuando me senté, Dabi soltó su agarre en mi cadera, se sentó al lado mío, eran al parecer las 6:00 p.m por lo que estaba empezando a atardecer

– Ah~ Había olvidado lo hermoso que era el atardecer – suspire con nostalgia viendo el cielo con aquellos tonos naranjas y rojizos, un hermoso sol que poco a poco iba despidiendo un día en el que me acompaño un hermoso azabache que no cambiaría por nada con tal de que este al lado mío, unas hermosas nubes algo dispersas que parecía que sentían lo mismo que el cielo, pintándose de color anaranjado

– Pues sí, con eso de que tardamos mil años en llegar aquí – dijo Dabi con un tono juguetón y burlesco

– ¡En verdad! ¡Te dije que no viniéramos! – exclamé siguiéndole el juego creando un puchero

Y escuché lo más hermoso que mi asquerosa vida haya pedido

Dabi soltó una carcajada algo ronca

¿Desde cuando una carcajada podría ser lo más hermoso y sexy que se pueda escuchar?

Su boca formaba una seductora sonrisa a la vez que sus ojos se posaban en mí, esos atrayentes zafiros que uff ¿Quien no haría lo que fuera para que sólo los puedas ver tu y solo tú?

– Lo se pero valió la pena ¿No? – pregunto Dabi mientras volteaba a ver al sol ocultándose

– Definitivamente – respondí – Oye Dabi – su silencio me dio la indicación de que me esta escuchando – ¿Podrías jamás abandonarme? – unas lágrimas silenciosas recorrían mis mejillas – ¿Podrias jamás lastimarme? – Por favor, dame la oportunidad de volver a creer – ¿Podrias estar al lado mío para siempre? – Dame la oportunidad de volver a creer y confiar en alguien




¿Me concederías mi deseo por un momento?













-656 palabras

Fugitivos [AU] ~Dabideku~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora