Jeremy.

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Tomó la camisa que estaba tirada en el fondo se su armario y la olió.

–Sí, está limpia –Dijo poniéndosela.

Estaba algo nervioso, pero no demasiado como para verdaderamente buscar ropa recién lavada.
Iba a conocer a la novia de su papá y había escuchado que tiene un hijo.

Se miró al espejo y fingió la sonrisa que pondría al ver a la mujer, lo que lo decepcionó de inmediato, pues se veía como la sonrisa más extraña del planeta.
Suspiró y se peinó, intentando planear una conversación para no quedar como un chico raro.

Pasó las siguientes dos horas frente al espejo, yéndose a ratos por cosas para seguir arreglándose.

Llamó a Michael para calmarse, pues mientras más tarde se hacia comenzaba a sentir el peso de conocer a la novia de su padre.

–Me voy a cambiar, me puse lo primero que vi y empiezo a creer que huele mal

–Seguro sí, con lo nervioso que te escuchas seguro sudaste, ¿pensaste en darte también una ducha? –Preguntó Michael del otro lado del celular.

–Quizá lo haga, aún tengo tiempo

–Quizá debas hacerlo, y me mandas una foto cuando ya estés, quiero verte

Jeremy tensó los labios con las mejillas ligeramente sonrojadas.

–Está bien... Te hablo después...

–Adiós Jerry, que te vaya bien

–Gracias Michael...

El chico terminó la llamada y fue a bañarse.

Cartas a un desconocido ; TreebrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora