-10-

15.3K 2.4K 1.3K
                                    

En Wattpad sólo encontrarás esta historia hasta el capítulo 10. Si quieres disfrutarla completa, adquiérela en Amazon, o léela en Buenovela. Muchas gracias.


—¿Qué vas a hacer este fin de semana? —preguntó Catherine por teléfono, y Amelia se mordió el lado interior de una mejilla.

—Pues... como Zack regresa este jueves, pensaba dedicárselo a él —contestó, y era cierto. Había tomado cuatro días de sus vacaciones para esto, y ahora mismo preparaba su pequeño apartamento por si acaso.

—Ah, picarona. Pensabas robarte a mi hermano tú solita, ¿eh?

—¿Por qué no? Él se mostró de acuerdo con el plan que le mostré.

—Pues hubo un cambio de planes. Papá alquiló una cabaña en las afueras de San Francisco, frente al mar, con varios kilómetros de playa privada.

—Oh, qué genial...

—Y queremos convidarte.

—¡Yo encantada! Pero —se detuvo Amelia, y cambió levemente el tono de voz—, ¿estará Damien? —Catherine suspiró.

—Ya veo que no te has enterado.

—Le pasó algo?

—Más o menos —sonrió Catherine, y Amelia se dio cuenta que no debía ser nada grave, o al menos, no algo que amenazara su vida—. Parece que una de sus novias quedó embarazada.

—Oh...

—Y está metido en un lío. Papá y mamá están muy disgustados... —Catherine siguió hablando y dando uno que otro detalle, y Amelia se puso la mano en el corazón sintiendo que este retumbaba con fuerza en su pecho. Había estado tan preocupada porque algunos eventos no se realizaran, como la muerte de su madre, que había olvidado a Damien. Esta había sido, más o menos, la fecha en que él y ella se habían divorciado y luego él había anunciado lo del embarazo de su novia.

El destino de Damien no había cambiado gran cosa. La única diferencia era que ahora ella no estaba en su vida.

Al parecer, era cierto su pensamiento: nunca debieron juntarse, y mucho menos, casarse. Él iba a cometer los mismos errores estuviera ella o no. Y eso, naturalmente, la impactaba.

—Entonces no recibirá a Zack en el aeropuerto —comentó.

—Pues no. Pero vamos a estar papá, mamá y yo. No vas a estar a solas con mi hermanito, pero seguro se apañan —Amelia se echó a reír.

—¿Andas de celestina?

—Ya te dije que tú me caes bien. Y si tengo que soportar una cuñada, mejor te soporto a ti, que ya te conozco.

—Eres una lisonjera. ¡Me sonrojas con tantos piropos! —Catherine se echó a reír, y Amelia suspiró—. Estaré encantada de acompañarlos.

—La cabaña tiene tres habitaciones —siguió Catherine—. En una habitación estarán papá y mamá, en otra tú y yo, y en la restante, Zack. ¿Te molesta compartir conmigo?

—No seas tonta. Claro que no.

—De acuerdo. Entonces nos vemos en el aeropuerto el jueves, cuando su avión arribe—. Amelia sonrió como cada vez que pensaba en el momento del reencuentro.

—Allí estaré —le dijo con la voz llena de emoción.

Estaba tan nerviosa.

Al pensar en la llegada de Zack, en su regreso al fin, todo pensamiento acerca de Damien se esfumó. El estómago lo sentía revuelto como cada vez que se sometía a una gran presión, se acercaba una fecha o momento importante, o tenía malos presentimientos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 23, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Anhelo de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora