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TaehyungDespués de decirle a Yoongi el lugar en el que Jimin estaría en el bar corrí hasta llegar a Jin, el cual seguía siendo rodeado por aquel grupo.
—Kai, ¿Qué pasa? —No era muy cercano a él, para ser honesto sólo lo conocía de vista debido a la popularidad que tiene aquí y de vez en cuando había intercambiado algún saludo con él gracias a Yoongi, pero eso era todo—. ¿Jin te causo algún problema?, realmente lo siento. —Todos tenían su vista puesta en mi, Kai, Jin y el resto del grupo. Lamentablemente el hermano de Jimin ya tenía algunos golpes en el rostro.
—¿Eres el amigo de Min Yoongi?. —Sabía que Yoongi me mataría por meterlo en problemas relacionados con Kai, pero no tenía otra opción. Era eso o esperar a que Jin recibiera miles de golpes más hasta posiblemente dejarlo inconsciente.
—Sí, lo soy me alegra que me recuerdes... de hecho Jin también lo es. —Aquella última parte había aparecido de una manera repentina en mi mente, pareció buena idea en el momento.
—Debiste decirlo antes. —Esta vez Kai estaba hablando con Jin.—Como sea, dile a Yoongi que ahora me debe otro favor. —Dio una clase de seña con la cabeza a los demás y segundos después nos dejaron solos.
No sabía a qué se refería con "otro favor" pero sabía que no era algo bueno, tenía que decirle a Yoongi lo antes posible pero ahora no era el momento, él tenía que encontrar a Jimin primero.
—¿Quién es Yoongi?.—Había olvidado que estaba con él, había comenzado a llamar a Jimin pero no respondía a mis llamadas, después llamé a Yoongi para que él hiciera lo mismo.
—La persona que evitó que te golpearan.
—Me golpearon el rostro, debiste llegar antes.
—Podrías decir gracias. —En otro intento por hablar con Jimin respondió a mi llamada.—Jimin no debiste moverte del lugar en donde te dejé, tuve que irme por problemas en mi casa ya te contaré después. Escucha, Yoongi se encargará de ir por ti ¿está bien?.
—¿Trajiste a mi hermano a este maldito lugar? —Después de terminar la llamada Jin casi gritó aquella pregunta.—Y por qué ahora ese tal Yoongi va por él?
—Yoongi es amigo de Jimin, además sólo hemos venido a divertirnos, no veo el problema. —Comencé a caminar hasta el estacionamiento de aquel lugar mientras Jin me seguía.
—Un maldito grupo de narcotraficantes estuvo a punto de matarme, tampoco veo el problema. —Estaba comenzando a molestarme que usara ese tono sarcástico.—Como sea, me iré a casa ahora, no dejaré a Jimin sólo con "Yoongi". —No respondí y me limité a seguir caminando para buscar mi auto.—Taehyung. —Volteé para encontrarme a Jin de nuevo siguiéndome.—¿Puedes llevarme?, olvide que no tengo carro... Kai dijo que se lo quedaría.
—Bien, voy a llevarte. —Ambos subimos al auto.—Pero no a tu casa, Jimin no puede verte así. —Jin acercó su cabeza al espejo retrovisor para darse cuenta de que tenía miles de heridas en la cara, un ojo un poco hinchado y restos de sangre de su nariz.—Iremos a mi casa.
—No quiero ir a tu casa.
—¿A dónde quieres ir?
—Iremos a mi departamento.—estiró su mano hacia a mí.
—¿Pretendes que te deje conducir mi auto?
—No sabrás llegar —rodé los ojos y sin decir más le entregué las llaves y cambiamos los lugares, esta vez yo iría en el asiento del copiloto.—Taehyung tu auto apesta. —Durante el camino Jin no dejaba de quejarse de lo malo que era mi carro y que no podía ir a gran velocidad como usualmente él lo hacía.
—Pues gracias a él no estás caminando hasta tu departamento.—repitió mi gesto rodando los ojos.
Al llegar a su departamento fui directo a uno de los sillones de la sala mientras que Jin fue a buscar algo de beber, segundos después llegó con una botella.
—Iré a curarme las heridas —llegó hasta mí y bebió de la botella, después me la entregó.
—¿Tengo que beber del mismo lugar?.
—Es la primera vez que estoy en este lugar, no tengo copas, si no quieres sólo déjala. —Me dejó solo en la sala ya que iría al baño a curarse, Jin realmente no me agradaba. Bebí de la botella y por reflejo hice una mueca por el alcohol.
Habían pasado ya varios minutos y Jin no regresaba, así que decidí ir hasta el baño para encontrarme con un desastre, había vendas por todo el lugar, alcohol y miles de medicamentos regados.
—Creo que no lo estás haciendo bien. —usé el mismo tono que él utilizaba mientras me recargaba en el marco de la puerta y bebía de nuevo de la botella.
—¿Eso crees?. —Al parecer le molesto mi tono.
—Déjame ayudarte. —Me acerqué hasta él, tomó asiento al lado del lavamanos y abrió las piernas para permitir que me acercara más a su rostro.
Comencé a mojar algunos algodones con alcohol para después pasarlos por las heridas que tenía en la mejilla, Jin no dejaba de hacer muecas provocadas por el dolor así que trataba de hacerlo con el mayor cuidado posible, mojé de nuevo un algodón para esta vez pasarlo por una pequeña abertura en su labio inferior. No pude evitar tragar saliva, estaba poniéndome nervioso estar tan cerca de él y que no alejara su mirada de mí no ayudaba. Sus labios eran gruesos y debido a las heridas lucían un poco más grandes de lo normal, tenían un color rojizo que los hacían lucir aún más perfectos... tan perfectos que no podía sacar de mi cabeza la idea de besarlos.
Estaba a punto de alejarme de él ya que había terminado pero su mano sobre mi cintura evitó que pudiera salir de entre sus piernas, levanté mi mirada hasta encontrarme con la suya, ninguno de los dos emitió sonido alguno, Jin bajó del lavamos lo que provocó que la distancia entre nuestros cuerpos fuera aún más reducida. Una de sus manos se metió entre mi playera teniendo contacto directo con la piel de mi abdomen, era incapaz de moverme o decir algo en ese momento. Su otra mano subió hasta mi rostro haciendo que lo levantara para verlo directamente a los ojos, cada vez se acercaba más a mi, cerré mis ojos y segundos después sus labios estaban sobre los míos, el beso comenzó de manera lenta pero cada vez nuestras bocas exigían más de la otra, coloqué mis manos detrás de su cabeza para acércalo más a mí al mismo tiempo que jugaba con su cabello que comenzaba a ser un desastre por el movimiento de mis manos, por su parte no dejaba de pasar su mano sobre mi abdomen.
Abrí mis ojos de manera rápida ya que aquel toque se había detenido repentinamente y me aventó ligeramente de los hombros. Ambos teníamos la respiración agitada y ninguno era capaz de ver a los ojos al otro.
—Sólo hay una cama... puedes quedarte en la sala. —Sin decir nada más salió del baño dejándome solo.
No sabía que hacer o pensar, sólo sabía que no quería permanecer más tiempo en ese lugar así que tomé mis llaves y maneje de nuevo hasta mi casa.