Era una tarde oscura y lluviosa, como todas las demás. Mis ojos brillaban a la luz de la chimenea encendida de Balliol College, en Oxford. Se podría decir que es una Universidad normal, aunque yo y otros chiflados más no creemos lo mismo. La historia es que pensamos que está un poco... encantada. No es por los profesores, ni por los alumnos, es porque a veces escuchamos sonidos un tanto peculiares tras puertas en las que no se sabe qué hay detrás. ¿Por qué solo lo escuchamos el grupo de chiflados y yo? Quizá porque somos los únicos que nos acercamos a esas puertas, o porque los demás están demasiado ocupados con sus estudios. Pero ese no es nuestro problema, nuestro problema es darle explicación a esos ruidos.
Esa noche decidimos ir a una de esas puertas sigilosamente. Cuando llegamos aguardamos un buen rato callados. De repente se nos cortó la respiración.
-¿Qué ha sido eso?-. Preguntó la chica de las pecas y las gafas cuadradas.
-No sé...-. Respondió el chico alto, delgado y pelirrojo.
"¿Quizá la razón por la que estamos aquí...?" pensé en tono burlón. La puerta empezó a vibrar levemente. Unas pesadas cadenas se paseaban por la estancia que había detrás de la puerta. Se acercaban lentamente, al igual que mis compañeros se colocaban detrás mía mientras yo me quedaba mirando a la puerta fijamente. El ruido seguía avanzando hacia la puerta, hasta que se detuvo justo ante ella. El trozo de madera empezó a ondularse y una figura verdosa fue traspasándola poco a poco. Parecía una chica, que ahora estaba de espaldas a nosotros mirando al patio central de la Universidad.
Estábamos acurrucados en una esquina sin hacer el menor ruido. Fuimos bajando la vista, notando que la chica tenía aún el brazo al otro lado de la puerta. Miramos a sus pies, que por raro que parezca, estaban flotando en el aire. Cuando la chica de las pecas se dio cuenta de estos importantes datos dejó escapar un grito ahogado, que obligó a la chica de aspecto verdoso a darse la vuelta y observar nuestros rostros pálidos. Ella también soltó un grito y volvió a atravesar la puerta rápidamente. Nos pusimos de pie de un salto y pusimos la oreja en la puerta esperando a escuchar algo. Impacientándome me atreví a hablar.
-Eh, no te asustes. Sal de ahí, vamos. ¿Quién eres?
-No quiero salir...- respondió una voz aguda.
-¿Por qué?
-No soy como vosotros.
-Vamos, somos nosotros los que tenemos miedo de ti, no te vamos a hacer nada.
Mis palabras parecieron tranquilizarle y la figura volvió a salir.
-¿Por qué estás ahí?
-Somos muchos encerrados en muchas puertas de la Universidad. Nos encerraron otros alumnos, por ser diferentes a ellos. Morimos entre largos y lentos sufrimientos, pero nuestras almas desesperadas siguen vivas. Nos ataron cadenas a las muñecas para que nunca saliéramos de aquí y se deshicieron de las llaves para que no podáis liberar.
Nos miramos con asombro.
-No se lo digáis a nadie, por favor.

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Balliol College
FantasyBalliol College parece una Universidad normal construida sobre una antigua escuela, pero, ¿qué secretos esconderá dentro...?