Cap. 4

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-¿Qué queréis? ¿Qué queréis de mí?
-Mmmmm... bueno, verás... ¿Por qué el pozo tiene agua?
- ¿El pozo, dices? 
-Si, el pozo tiene agua, así de repente.
- Quizás sean ellos...
-¿Quiénes son ellos?
- Los mismos que nos encerraron aquí, supongo... que allí hay algo que no quieren que descubráis...

Y eso, me hizo pensar, mucho. ¿Ellos? ¿Ellos seguían vivos y nos estaban ocultando... algo? 
Nos fuimos cada uno a dormir, no queríamos saber nada del pozo. Sofie, la chica de las pecas y las gafas, estaba muy nerviosa, se le notaba en la mirada, se le notaba a través de las gafas. A mí también se me notaba, supongo. Y a todos. 

Al día siguiente nos pasamos la tarde mirando dentro del pozo, viendo nuestros reflejos temblorosos en el agua. ¿Bucear? ¿Sería la única opción? Pero era invierno, no podíamos meternos ahí sin más. Pero tampoco podíamos salir con trajes de buzos al jardín y meternos en el pozo delante de todos...

Las cosas empezaban a complicarse. Un día, como por arte de magia, notamos que el pozo iba perdiendo agua lentamente. Quizás "ellos" nos querían dar una oportunidad... 

-¡Eh! ¡Chicos! ¡El pozo... ha empezado... a perder agua...! -. Dijo, Coraline, la otra chica, entre suspiros cansados. 
-¡¿De verdad?!
-¡Sí!

Acudimos corriendo al grupo de gente que se asomaba al pozo para contemplar que ahora tenía la mitad de agua que antes. Y en ese momento, casi sin pensarlo, nos miramos: Danny, el pelirrojo; Sofie, Coraline, yo, y... Jack. Jack... era, simplemente, tímido, casi nunca hablaba, y lo poco que decía no era muy interesante. Sin embargo, era el más valiente de todos.
En esa mirada se cruzaron muchos pensamientos, pero todos acordaron en una sola opinión "Esta noche, dentro del pozo". Era como un telegrama, pero era así. 

Balliol CollegeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora