Cap. 3

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Me pasé la noche pensando en el pozo y lo que habría allí dentro, no dormí nada. 

Bueno, creo que después de tanto tiempo tendré que presentarme... Me llamo Nata, de Natalia, pero todo el mundo me suele llamar Nata. Soy una chica no mucho menos especial que las demás. 

Lo que decía, el pozo era mi preocupación aquella noche. Se podría decir que dormí unas 4 horas escasas. A la mañana siguiente me desperté soñolienta. Cuando fuí a desayunar me junté con mi pandilla de chiflados y empezamos a hablar.

-¡Uy! Que cara de sueño, Nata...

-Lo sé, apenas he dormido.

-En qué estaría pensando...- el chico pelirrojo viene a ser ciertamente pesado cuando le da la gana...

Él se cree el centro del mundo, o por lo menos entre el grupo de locos.

-Pensaba en el pozo, tengo mucha intriga.

Seguimos desayunando, hablando de muchas cosas varias. Yo me dedicaba a espiar a la mesa de los veteranos en la Universidad, que seguían siendo jóvenes, pero llevaban aqui mucho tiempo.

Entró un profesor alarmado a la sala, corrió hacia la mesa de los profesores y les susurró algo.

Algunos ponían cara de asombro, otros de miedo o de tristeza.

Ninguno sabíamos de lo que estaban hablando, así que seguimos comiendo sin pararnos a pensar.

Cuando terminé, sin poder evitarlo, salí corriendo a ver el pozo, y los demás me siguieron, naturalmente. En ese momento nos dimos cuenta de que teníamos un problema, muy muy grande. 

Nos acercamos lentamente al pozo, y nos asomamos para descubrir que el pozo que llevaba seco desde hace años, volvía a tener agua...

-¡¿Qué?! No, no, no y no. Esto no puede ser verdad...- exclamé desconcertada.

-¿Agua?

-¿Y ahora qué hacemos?

Mi grupo de chiflados empezó a preguntar sin control mientras yo intentaba pensar.

-¡¡Callarse!!- grité al final.- Esta noche iremos a hablar con la chica fantasma, a lo mejor ella sabe algo.

Todos se tranquilizaron y pararon de preguntar. Oh, dulce silencio... 

Balliol CollegeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora