Capítulo 26 bis

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Perspectiva de Kris del día anterior. Así es como el mayor lo recuerda a aquel evento:

Decir que estaba frustrado era poco, entre el trabajo y el estudio el tiempo que Kris pasaba con el menor era muy poco para su gusto.
Por eso se encontraba recorriendo las calles de la ciudad en pleno invierno, sintiendo la punta de sus dedos comenzar a entumecerse y sus mejillas doler a causa del frío, llevaba planeando una cita con su novio desde hace un tiempo y no se le ocurría nada lo suficiente bueno para el pequeño panda.

Tiró su cartera y llaves en la pequeña mesa al lado de la puerta, colgó su abrigo y la bufanda en el perchero y se adentro en el cálido departamento. Agradecía a las personas que inventaron la calefacción eléctrica por ser tan inteligentes y perseverantes, sus pies dolían y parecía un zombie intentando llegar a ninguna parte.

Kris soltó un gran suspiro e ingresó a la única habitación del lugar libre, con el tiempo se terminó alejando de aquella familia que lo acepto ya que Kai (a quién había considerado como un padre) se marchó y no supo nunca  más de él... Algunas personas de aquella familia seguían siendo irrelevantes para él, o seguían pensando que Kris solo era un jugador que se aprovecharía de Tao, así que, con el tiempo se terminó cansando y decidió seguir sin ellos.

Kris apenas y tenía la edad para ser legal y conseguir un trabajo pero logro hacerlo, y por más que quisiera alejarse y poner país y medio de distancia entre varias personas de su antigua familia su novio aún no podía siquiera pensar en ser independiente, por lo que,  consiguió un lugar no tal alejado de la casa del menor y un trabajo que le permitirá seguir con los estudios, claro, siempre terminaba con el cuerpo dolorido y con la mente casi muerta pero quería pensar valía la pena.

Rodó por la cama y tomo su celular de la mesita de noche para revisar los mensajes que había recibido mientras estaba fuera, escribió algunas respuestas vagas, abrió el chat de su novio, y le escribió acerca de pedirle permiso a HoSeok y TaeHyung y sin darse cuenta, se quedó dormido, algo bastante común que incluso Tao logro acostumbrarse a que se quedará dormido en medio de las conversaciones nocturnas.


El fin de semana llegó más lento de lo que había pensado en un inicio, no había visto al menor y casi no hablaban en redes sociales ya que él llegaba muy tarde del trabajo y tan pronto como tocaba su sagrada cama se quedaba dormido, casi no veía a sus hijos pero sabía que los chicos lo estaban haciendo bien, eran su orgullo.




El día había llegado, paso por él a la hora indicada, por ser invierno ambos iban con grandes abrigos, le pidió a YoonGi cuidar de la pequeña Mei, ella era la más pequeña de todos, pero no entendía porque su pareja y su hija no podían ser cercanos aún, con el tiempo esperaba que su relación mejoraba y darles tiempo para acostumbrarse a la presencia del otro parecía ser lo más razonable.

Cuando ambos subieron al auto se aseguró de que el menor tuviera colocado el cinturón de seguridad para después fijar el suyo, encendió el auto y se incorporó al tráfico de la ciudad, había caído una cantidad considerable de nieve en los días anteriores por lo que las copas de los árboles eran blancas al igual que las banquetas, puso algo de música y se concentró en no decir nada que pudiera revelar su destino para no arruinar la sorpresa y en manejar correctamente.

Apagó el motor después de estacionarse cuando llegaron al lugar indicado, una pista de hielo que recién había abierto estaba frente a ellos, bajo del auto y se apresuró a llegar del otro lado para ayudar a su novio a bajar, cuando sus pies tocaron tierra firme quitó el cabello de sus ojos y dejó un beso en su frente para tomar su mano, entrelazar sus dedos y caminar se esa manera.

Kris ya había observado la pista con anterioridad pues tuvo que asegurarse que fuera un lugar adecuado así que se limitó en mirar a detalle las expresiones de Tao y ver la pista reflejada en sus ojos, carecía de techado pero se debía a los grandes árboles que la rodeaban, en su lugar tenía un gran arco y tanto árboles como arco tenían series navideñas color azul que contrastaba perfecto con el blanco de la nieve y pista, luces del mismo tono de azul ademas de morado y rosa alumbraban su centro y algunas parejas y familias que disfrutaban de patinar juntos o de las caídas de los demás.

—¿Te gusta, amor?

La pregunta era importante, después de todo era su aniversario y su pequeño novio merecía lo mejor, quería borrar las malas experiencias pasadas y plantar nuevos y mejores momentos, sabía que no podía hacer que las olvidará por completo pero creía que cuando recordará algo triste también recordaría bellos momentos y dejará de creer que tenía una maldición.

—¡Si! Me encanta.

Esa respuesta fue suficiente para que sus hombros se relajara, beso una vez más su frente y pidió que lo esperara en una banca que se encontraba cerca de ellos para que así él pudiera ir por los patines de ambos.

Cuando regreso insistió en colocarselos el mismo por lo que se arrodilló y pese a las negativas del más bajo le colocó el par de patines correspondientes, las mejillas de Tao se tornaron rojas y estaba seguro que si las tocaba lograrían calentarlo y hacerle olvidar el frío que los rodeaba, cuando se colocó los patines el mismo ayudó a Tao a ponerse de pie y dirigirse a la pista.

¿Cómo explicar lo que sentía?

YiFan estaba cansado, no era un cansancio físico, era uno emocional y mental, muchas de las veces que desaparecía era porque sus ganas de vivir también lo hacían pero en ese momento, mientas sujetaba las manos del menor entre las suyas, negándose a soltarlo para evitar alguna caída que lo lastimara, viendo la sonrisa en su rostro y el brillo de sus ojos podía sentirse tranquilo y sin tantas cargas.

Tao era su premio. y no, no se refería a un premio del cual pudiera presumir,  se refería a que después de un largo y agotador día su novio era su hombro, un lugar cálido donde el podía simplemente relajarse y descansar.

La temperatura bajo aún más y pudo notar como muchas familias y parejas abandonaban la pista para ir a un lugar con calefacción o a sus hogares, la punta de la nariz del menor era roja y sabía que era debido al frío por lo que se quitó la bufanda y se la colocó al menor, sabía que era momento de regresar a sus hogares pero quería permanecer así un poco más, solo un poco más.

—En mi vida pasada, estoy seguro fui un hombre muy bueno que salvó a la tierra o tal vez, salvé a la galaxia entera para poder merecerte y tenerte en esta. Tú eres mi premio.

Jurando amor y pidiendo que nunca se apartarán termino su momento en aquella pista, ambos caminaban de regreso al auto cuando fuegos artificiales comenzaron a pintar el cielo nocturno, era un bello espectáculo pero siempre era más impresionante verlo desde los ojos de su novio pues era una emoción distintas, más alegre y más pura.

Cuando ambos estaban por dormir volvió a repetir una frase, que si bien no la decía todos los días a cada rato, se aseguraba de que fuera en los momentos correctos "Te amo" fue dicho muchas veces ese día pero "Recuerda que te amo más que a nada y más que a todo" fue el último pronunciado.



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Bueno, este capítulo es un extra. Lo subo solo porque bueno, al final si lo hizo al relato, aunque fue tarde, lo terminó haciendo. El chiste de esto era mostrar qué es lo que veía el mayor, qué es lo que sentía así los lectores podrían decidir quién amaba más a quién. Ya no tengo ganas de hacer esa encuesta, pero si ustedes quieren responderla, son libres de hacerlo. Qué tengan un buen día/tarde/noche

El amor [TaoRis/KrisTao] Completa. En Edición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora