Capítulo 32

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El que no arriesga no gana, escuché por ahí. El que arriesga puede morir por amor. Y Tao era de esas personas, que podía morir por amor, porque si no se vive por amor, ¿por qué se vive?

Entonces cuando entre charla y charla, Kris lo miró a los ojos diciendo con total sinceridad. "Perdóname " . Tao sabía a qué se refería, quería otra oportunidad, estaba ahora en sus manos y seguir, quizás habría querido hacer una balanza con lo bueno y lo malo de volver, pero sabía que su corazón había decidido y no había marcha atrás, Tao lo amaba tanto a Kris que era capaz de dejar su orgullo, su dignidad, todo por él, si debía hacer lo que más odiara en la vida, lo haría toda la vida, con tal de hacerlo por Kris, eso era cierto. Así que no supo negarse a esa oportunidad que se presentaba frente suyo, con los ojos y la cara más bonita que Tao haya visto, porque para sus ojos, no existía alguien mejor en ningún aspecto. Lo cierto era que ya había perdonado a Kris mucho antes que este pidiera su perdón. Pero no se iba a quedar solo con eso, entonces dijo.

"Está bien, pero pondré una condición"

El mayor que se encontraba casi desesperado por tener de nuevo al menor en sus brazos, lo animó a seguir.

"Quiero que cualquier cosa que te preocupe o te haga sentir mal, me la comuniques, quiero ser parte de ti también en lo malo, yo comparto cada preocupación contigo y me haces sentir mucho mejor, quiero ser ese apoyo también para ti, pero tienes que dejar que lo sea. " Dijo Tao expresando aquello que hace tiempo rondaba en su cabeza.

Kris al entender a lo que el menor se refería cambió su rostro, no podía decir que le encantaba esa idea.

"Tao, no me gusta compartir esas cosas dolorosas con nadie, nunca lo he hecho, no quiero poner más carga a nadie más, son mis problemas. "

"¿Acaso no confías en mí? ¿Por eso no me cuentas tus problemas? Los problemas son para llevarlo de a dos, yo te quiero ayudar. " Dijo Tao dolido por lo que decía el mayor, se sentía completamente inútil, no podía estar en lo bueno y en lo malo como lo prometió hace poco en un altar junto al mayor.

"No es que no confío en ti, cariño, confío mi vida en ti, pero entiende que es algo que nunca antes hice, siempre mis problemas son sólo míos, no puedo expresarlos, mis dolores también lo soy. " Notó la cara desilusionada del menor por lo cual continuó diciendo. " Pero puedo intentar compartir estas cosas contigo. "

El rostro de Tao se iluminó enseguida pensando que tal vez esta vez el mayor si lo iba a intentar y pronto podrían compartir todo entre ellos. Quizás esta vez el mayor si se haya dado cuenta cuánto se necesitan el uno al otro y no lo dejaría de nuevo. Con toda esa esperanza el menor se acercó y abrazó a Kris.

"Está bien, amor, eso está bien. "

Kris correspondió a su abrazo pensando que pronto tendría que trabajar en eso para que el menor confiara en él.

"Te amo, amor." Dijo Tao sin despegarse del mayor, este último acarició la espalda del contrario.

"Te amo más, yeobo."

"¿Yeobo?"

"Sí, yeobo, significa cariño, amor, pero se utiliza entre esposos. " Explica Kris separándose un poco para mirarlo a los ojos de su esposo. Tao lo mira con admiración y amor.

"Entonces empezaré a usarla, Yeobo. " Dejó un pequeño beso en los labios contrarios con una sonrisa.

Y así fue pasando el tiempo de a poco, todo fue volviendo a la normalidad, confiaban que la relación se mantendría bien, que seguirían unidos mucho tiempo después.

Cuando uno hace metas, se pone propósitos, debería ser fiel a eso y cumplirlos lo mejor posible, pero a veces esas metas, propósitos quedan olvidados, eso es inevitable, hay pocas personas con propósitos tan fuertes que no lo olvidan por nada del mundo.

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A pesar que antes Kris se haya mostrado tan firme con la idea de no tener nada sexual con el menor, cosa que decepcionó a este, porque, ¿quién no querría tener una noche de pasión y amor con el amor de su vida? Al parecer esa persona era Kris, pero lejos de insistir hasta el cansancio, Tao era una persona que no insistiría si la otra persona le dijo que no en varias ocasiones, salvando su dignidad, se dijo firmemente que dejara de pensar que algo así sucedería con su esposo, se dedicó a disfrutar el tiempo con él de manera inocente, aunque su inocencia haya quedado en el olvido en algunos aspectos, no por dejar de insistir significaba que había dejado de desearlo y de quererlo de esa manera, pero eso es cuestión privada, así que no diré más de eso.

Lo importante es que Tao dejó de preocuparse y de culparse por aquello.

A veces cuando uno pierde algo importante, o tal vez no, pero lo pierde en casa, y lo busca y lo busca, hasta el cansancio y no lo encuentra, luego, un día sin buscarlo, lo encuentra. Cosas así pasa seguido, bastante seguido.

Y así fue que un día sin esperarlo, mientras se preparaba para ir a la cama con su esposo, ese día estaba cálido, no caliente, pero sí cálido, dormirían como otras tantas veces lo habían hecho, sin remera, para poder sentir el roce de las pieles, es tan acogedor aquello, sentir la calidez de los brazos de quien amas y sentir la seguridad que te brinda estar a su lado, en sus brazos, sentir los besos en el cabello, las caricias en la piel desnuda de la espalda, todo eso es realmente un lujo y podría estar describiendo cada sensación que transmite ese momento pero temo aburrirlos de tanta descripción.

Ese día, casi como cualquier otro, Tao pidió si podía hacerle unos chupones a Kris, cosa que normalmente solía hacerle, el mayor no demostraba nada de si le gustaba o no, pero a Tao le agradaba ver esa marquita suya en el cuerpo de su esposo, esa marquita que decía <él es mío y sólo mío >. Se sentía satisfecho con eso y Kris no le molestaba, pero esa vez el mayor quiso hacerle también unos chupones, cosa que Tao ni loco rechazaría, en su cabeza pensaba <Es la oportunidad que él me trate diferente, no como un niño que podría romper, es mi oportunidad de disfrutar este momento, quizás sea el único. > Por supuesto que esperaba que no fuera el último, pero sí que podría serlo.

Kris recostó a Tao sobre el colchón, lo miró a los ojos antes de bajar la cabeza y ubicarse sobre el cuello del menor, empezó a besar y morder la zona sin dejar ninguna marca allí, ante aquellas acciones el menor sólo jadeaba y gemía levemente.

Kris bajó un poco más y empezó a morder la clavícula y el pecho del menor, ahí hizo varias marcas chupando la piel de su esposo, cuando terminó, se separó para mirarlo. Tao estaba tan avergonzado que se cubrió la cara, pero a la vez estaba tan emocionado y con tanta energía que no podía controlarse, empezó a girar de un lado a otro en la cama enredandose con las sábanas, Kris lo detuvo con una sonrisa antes de atraerlo a sus brazos y acomodarse para dormir.

- Vamos a dormir, yeobo. - Le enternecía las acciones del menor, pero Kris prefería comportarse y no dejarse llevar por sus impulsos, por lo que quiso parar ahí.

-S...sí, amor. - Dicho eso, Tao se preparó para dormir, aunque esta vez le costaría un poco caer en los brazos de Morfeo, aún sentía su corazón latiendo fuerte y aún sentía la boca del mayor sobre su pecho, era... indescriptible, mágico.






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¡Hola! Lamento si los capítulos no tienen tanta coherencia, y hay cosas que no se entiende que no explico bien, por favor, díganmen y lo aclaro. Gracias por la paciencia y la espera! Me ayuda a descargarme el tema de escribir, gracias por todo!

El amor [TaoRis/KrisTao] Completa. En Edición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora