El amor [TaoRis/KrisTao] Completa. En Edición

Capítulo 38

Último trimestre

Ya estaban en la ultima parte de este embarazo, la panza de Tao era impresionante de grande, llevaba a sus bebés con mucho cuidado, con mucho cuidado que nos les pase nada. Se cansaba con facilidad y casi no podía hacer nada, todo le costaba, todo le dolía, pero intentaba estar lo mejor posible para su esposo. Tenía la impresión de que algo estaba pasando, algo que Kris no quería contar, pero Tao esperaba, tal vez en algún momento Kris quiera contarle y decirle aquello que lo tenía así, era como un sexto sentido que le avisaba que algo andaba mal.

En este tiempo Kris tenía poco tiempo para estar, por lo que a veces se perdía momentos del embarazo de Tao, algunos antojos y cosas así. Se perdió la primera vez que sintió movimiento adentro suyo, los bebés empezaban a acomodarse.

-Solo quiero abrazarte y besarte hasta quedarme dormido. -Dijo Tao recostado sobre la cama, Kris se estaba preparando para ir a trabajar, iba a estar ausente esa noche y volvería al día siguiente.

Kris se acerca para darle muchos besos en el rostro de su esposo, cosa que causa la risa de Tao, le da un beso en los labios, uno casto y simple, después baja hasta dejarle un besito en su abultado vientre junto a un par de caricias. En ese momento se siente unos movimientos en el interior de Tao, como una reacción a las acciones del mayor.

-¡¿Los sentiste, amor?! -Preguntó exaltado Tao.

Kris asiente contento llevando las palmas de sus manos a aquel lugar donde el movimiento se sentía mientras trataba de contener las lágrimas— Soy tan afortunado de tenerlos, ellos de están moviendo y yo siento que te amo aún más.

Tao mira aquella acción con una amplia sonrisa, acaricia los cabellos del mayor observandolo. -Somos afortunados, amor. Te reconocen, mi amor. -Dice mientras con la mano libre acariciaba su vientre con cariño. -Tranquilos, mis bebés, tranquilos. -Dijo con voz suave para sus bebés.

-Soy afortunado —Responde y deja un último beso a sus bebés.

Con eso se despidió Kris antes de irse a trabajar.

De lejos ya podías notar la felicidad que traían en los ojos los esposos, uno feliz de que su pareja lo cuide y lo mime cada vez que pueda, y el otro feliz de tener a su pareja embarazado de sus bebés, unas vidas creciendo dentro de él.

-¿Quieres acariciar mi barriga? -Pregunta Tao sabiendo cuánto le gusta a Kris hacerlo, era su pasatiempo favorito. Kris sin responder comienza las caricias sintiendo los movimientos que se efectuaban en el vientre ajeno.

Kris toma la mano de su embarazado esposo y lo lleva hasta su habitación, le entrega un cambio de ropa y el mismo le ayuda a cambiarse para después hacer lo mismo, se acomoda entre las sábanas con su pareja en brazos y sigue repartiendo pequeñas caricias en torno a su abultado vientre para comenzar a cantar en tono bajo— Incluso si estuviéramos en mundos diferentes durante todo el día, siempre estamos juntos al final del día, esos pequeños hombros tuyos, esas dos manos pequeñas tuyas, volviéndose una cobija caliente al final de mi agotador día... Has trabajado​ duro, realmente has trabajado duro.

Tao se quedó en silencio escuchando la canción que su esposo cantaba, sus ojos se llenaron de lágrimas de emoción y sin poder evitar estas salieron de sus ojos, se mordió el labio para no soltar ningún sonido que interrumpiera la dulce voz de su esposo.

Espero que mis hombros y mis manos se conviertan en una cálida manta al final de tu agotador día, quiero sincronizar naturalmente mi respiración con la tuya.

Kris con delicadeza retiro las lágrimas que cruzaban por el rostro ajeno, los ojitos brillosos de su esposo le provocaron una ternura inmensa.

No puedo llorar todo lo que quiero, o incluso reír todo lo que quiero pero al final del agotador día si estoy a tu lado como un niño, puedo llorar y reír hasta quedarme sin aliento, no estoy acostumbrado a verme de esta manera.