Llevábamos un rato en aquel banco publicitario, nadie había dicho nada, pero yo volteaba a verte seguido y cuando te dabas cuenta, yo me sonrojaba y bajaba la mirada.
Cuando finalmente me atreví a hablarte, use el viejo truco de pedir la hora. Desde ahí comenzamos a hablar, no nos importó que se hiciera tarde, que se nos fueran los autobuses, incluso cuando empezó a llover, seguíamos hablando.
Yo quedé totalmente enamorado de tu sonrisa, cuando arrugaste la nariz supe que contigo quería estar.
Finalmente llegó el momento en el que debías irte, te detuve y te dije que quería verte de nuevo allí. Tu asentiste con la cabeza.
Continuó el día y la noche, yo no paraba de pensar en ti. En tu cabello, tu sonrisa, tu energía tan pura. Nunca pensé que el amor a primera vista existiera, hasta que llegaste tú.
Seguimos viéndonos en ese banco diariamente, cada día yo quedaba mas enamorado. Tu risa era una dulce melodía, tus ojos reflejaban los míos y tu voz era mágica.
Me pregunto si tu recordarás cada día que la pasamos ahí sentados. Ha pasado tanto tiempo ¿sabes? La naturaleza se comió el banco, ya nadie pasa por ahí, es un lugar abandonado, pero la publicidad sigue intacta, es algo gracioso.
¿Recuerdas cuando te pedí que fueras novia estando ahí sentados? La gente miraba extrañada a tan rara declaración, no puedo evitar reír solo con recordarlo. Recordar tantas cosas que pasaron ahí me hace reír a carcajadas.
¿Y como no reírse? Nos casamos ahí sentados, la gente pasaba y hacían caras raras, el suelo ensució tu vestido pero aun así fue el mejor día de nuestras vidas. Tu lo dijiste, "Este banco es nuestro anillo de bodas."
Celebramos nuestros aniversarios ahí. No necesitamos a nadie mas, nos teníamos y era lo que importada ¿Recuerdas cuando unos vándalos lo pintaron? Un guardia nos avisó y fuimos corriendo a limpiarlo. Es gracioso como todos sabían que era nuestro banco.
Hacíamos picnics ahí, bebíamos champaña, compartíamos fresas con cremas, no dejábamos a nadie sentarse, las viejitas nos miraban molestan.
Ahí me dijiste que seriamos padres, ahí nuestras caras se fueron arrugando, ahí me dijiste lo que te habían diagnosticado.
Recuerdo llorar atado a ti en un abrazo, te dije todos los días lo mucho que te amaba desde que te conocí, pero sentía que no era suficiente, sentía que todavía me faltaba decírtelo millones de veces mas. Siento que aún puedo decírtelo aunque no sepa si me escuchas.
Después de tu muerte yo seguí yendo al banco, lo cuide tanto como pude, pero mis huesos se desgastaron y no pude seguir. Estoy en un asilo, nuestros hijos me dejaron aquí porque creyeron que me volví loco porque no quería abandonar el banco. Me escape hace poco y fue cuando tomé esta foto, quedé devastado al ver como había sido devorado nuestro lugar.
Regresé al asilo llorando como un niño pequeño, pedí a gritos que me llevaran hasta tu tumba. Y aquí estoy, traje champaña y fresas. Puede que no estemos sentado sobre un anuncio de CocaCola pero, estamos juntos de nuevo. Pronto estaremos realmente juntos, estas canas ya están terminando de caerse.
Aun tengo muchos "te amo" para decirte, mi amor. Guardarme un espacio en donde estés sentada ahora.
ESTÁS LEYENDO
Relatos De Un Corazón Oxidado
DiversosMicro-Cuentos y Micro-Relatos escritos por una persona que busca volver a cromar su corazón oxidado. Ficción y no ficción **Puede contener escenas fuertes** sigueme en instagram https://www.instagram.com/yo.soy.alessandra/