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VI

Capítulo 6: «Estúpida»

________ Narvay:

Mis ojos miraban cada detalle que estaba adelante de mí y es que simplemente no podía creer que estuviera en Los Ángeles, era muy probable que Maya estuviera igual o más shockeada que yo pues la presión que hacía sus dedos alrededor de mi antebrazo me lo confirmaba.

Todas las personas eran casi parecidos a los españoles sólo que su voz y su idioma eran muy diferentes y lo turistas eran demasiados que no podía diferenciar quiénes eran de aquí y quiénes no.

No había dicho ni una sola palabra desde que bajamos del avión hasta que unos suaves dedos sujetaron mi mandíbula para cerrarla. No me había dado cuenta cuando mi boca se abrió. Realmente estaba sorprendida.

La risa de Camila estaba muy cerca de mí que ya era claro quién había tocado.

—¿Increíble, no?— asentí con una sonrisa que crecía cada vez más.

—Camila, hay paparazzis afuera— informó su novio y todos miramos a la entrada dándole la razón.

—¿Qué haremos?— pregunté
—Sofi, las llevaras por las parte de atrás, ¿Si?
—Si, claro.— contestó seria mientras se colocaba los cascos y empezaba a caminar sin decir más. Yo sólo miré a Camila quien apretaba los labios por el acto de la menor.

—No pueden verlas conmigo, si no tu madre se enterara— asentí retrocediendo —Habrá una camioneta esperándolas. Te veo en mi casa.

—¿En tu qué?
Dije más sorprendida de lo que ya estaba y antes de que Maya me rodeara los hombros para llevarme noté una sonrisa por parte de la cantante que se iba siendo sujetada por la mano de Matthew.

—Vamos a ir a su casa— le comenté a mi amiga en un susurro y ella sonrió.
—Si, no la vayas a violar, por favor. Necesitamos el trabajo.

La miré mal y no tardé en darle un golpe en su estómago para luego mirar a Sofía quién suspiraba más de lo común. Entonces decidí acercarme.

—Hey— le di un leve empujón con mi hombro y ella se quitó sus cascos para mirarme —¿Estás bien?— se encogió de hombros.

—No es la primera vez que lo hace. Siempre quieren hacer resaltar su relación.
—Ah— contesté —Ella te quiere, se nota. Me hubiera gustado tener una hermana como ella— pensé un poco —No, me hubiera gustado tener una hermana como tú.

Ella sonrió negando para decir: ¿Por qué como yo? Ella es la famosa.

—Eso es y debe ser genial en algunos aspectos, pero créeme que conseguir una hermana tan tolerante como tú y que me quiera de la manera en que lo haces con ella— suspire asintiendo —Si, definitivamente prefiero una hermana como tú.

—Supongo que gracias— sonrió —Me alegra que se queden con nosotras por un tiempo. Mi clase sigue de excursión y yo estaría sola.

—¿Y por qué no fuiste?— preguntó Maya llegando de la nada al otro lado de ella.

—Mis notas han bajado un poco y...— apretó los labios —Mis padres me castigaron con no dejarme ir.