Sin Etiquetas: Camila Cabello y Tú

XXVIII

Capítulo 28: «Amar No Está Mal»

_________ Narvay:

El tour de Camila seguía, como también los rumores de una posible relación con el canadiense o de que la cantante sea lesbiana por siempre estar cerca de su "fotógrafa". Todos los fans de la Morena me conocían de aquella manera sin importarles aún quién era el bailarín con máscara de todos los conciertos, pues al parecer la nueva fotógrafa era más relevante que la misteriosa persona.

—¿De quién suena tanto ese móvil?— preguntó Roger mirando hacia atrás dónde estábamos todos los bailarines en la camioneta.

—Es tuyo— murmuró Maya dándome un leve empujón, y de inmediato busqué aquel aparato adentro de mi maleta dónde ahora era más notorio el sonido de las tantas notificaciones que no paraban de llegar.

—Disculpe— le dije al mánager quién me miraba con una ceja elevada y volviendo a sentarse al lado de la cantante.

—¿Otra vez?— preguntó mi amiga mientras mi dedo intentaba eliminar las notificaciones de la pantalla.

—No ha parado desde ayer— contesté y rendida lo terminé apagando

Los fans de Camila estaban tan emocionados de qué haya otra opción de amor para su cantante que pronto encontraron todas mis redes sociales que empezaron a enviar solicitud de aceptación cómo mensajes buenos o algunos malos. Varios de ellos me amenazaban u otros sólo me hacían preguntas sobre nuestra relación cómo si fuera posible que yo les respondiera algo así sin terminar siendo despedida.

—¿Por qué no pones todas tus cuentas públicas?— la miré con el ceño fruncido, y no porque estuviera confundida, si no, porque no había ningún motivo para hacerlo

—¿Eh?
—________, tendrías miles de seguidores. Quizás eso te pueda ayudar a sobresalir.

—Eso se llama aprovecharse de la fama de otro, Maya. ¿Qué carajos te pasa?— ella sólo se encogió de hombros y volvió a teclear sobre su pantalla con una sonrisa sabiendo quién la provocaba.

➻

Mi cuerpo no se sentía del todo bien, pues en Toronto todo empezaba a congelarse y las horas que James conmigo junto a todo el equipo pasamos mucho frío al tener que grabar los alrededores del teatro en dónde sería el concierto y todas las horas de ensayo, dónde claramente yo no estaba asistiendo.

—¿Te dio mi mamá lo que te mandé?— preguntó Camila mientras su mano jugaba con la mía y su cuerpo se relajaba cuando se acostaba sobre mí.

—Si, gracias— respondí con las pocas ganas que tenía —Las pastillas sirvieron, pero no todo el tiempo.

Mi cabeza se apoyó con la de ella y mi mano libre la abrazaba con fuerza cómo si ella en realidad fuera la única medicina que necesitaba para mi nariz roja y mis ojos hinchados.

—Estás caliente— comentó moviéndose un poco para tocar mi frente —Estás muy caliente.

—Gracias— contesté refiriéndome a otra cosa haciendo que ella rodara los ojos

—_______, debo llevarte a que te pongan alguna inyección, o...— apretó sus labios mientras pensaba —Mi mamá, ella puede saber que hacer. Ella sabe todo.

Intentó pararse de la cama pero la abracé muy fuerte acercándola más a mí.

—Camila, no— dije escondiendo mi rostro en su cuello —Dentro de unas horas debo ir con Dennis para sacar unas fotografías al teatro