Sin Etiquetas: Camila Cabello y Tú

XXXVIII

Capítulo 38: «Llegaste Tú»

__________ Narvay:

Me detuve en seco cuando sus ojos estaban a menos de un metro cerca a los míos, terminé de colocar mi mochila sobre mi hombro aún cuando estaba totalmente nerviosa.

Y, ¡Carajo! No había pasado tanto tiempo que no la había visto, pero era posible que se viera más guapa cada día, ¿Por qué era posible? ¿Por qué ella era tan imposible y posible a la vez? Pues eso definitivamente me estaba volviendo loca.

—Ho-Hola— habló con nervios y en definitiva yo sabía que no había dejado de estar loca por ella

Ella me dio una leve sonrisa y yo ya flotaba por el aire, entonces supe que me había demorado mucho tiempo en dar una respuesta cuando varias personas hablaban a nuestro alrededor pues nos habían encerrado en un círculo.

Así que, por lo tanto, yo también le sonreí. Le sonreí soltando todo el aire comprimido en mis pulmones como también soltaba la tristeza en todo mi cuerpo, porque aunque no supiera qué pasaría, yo sólo sentía que ya podía amar con libertad.

—Bueno— escuché la voz de Sofía que salía entre las demás personas con las manos atrás y una sonrisa tímida —¿Nos vamos?

Mi vista volvió en la cantante que pude notar cómo no había dejado de mirar, por lo tanto, con el pulso a mil y millones de ojos sobre nosotras corté la distancia para sujetar su mano con la mía.

—Vámonos.

Ella asistió con una sonrisa sin dudarlo y con su mano libre tomó la de su hermana para pronto salir de aquella multitud que nos rodeaba con varias preguntas que claramente contestariamos en algún otro momento.

Las tres corrimos hacia el auto de la cantante y antes de entrar me detuve en seco.

—¿Tú conduciste?— pregunté y ella asintió apretando los labios —¿Sabes? Quiero terminar la universidad— su hermana soltó una carcajada y a penas dije esto ambas cambiamos de lado para yo conducir esta vez.

➻

Sofía se mantuvo abrazada a mi cintura mientras bajabamos hacia la orilla del mar, el agua estaba tranquila al igual que el clima, el sol estaba en el cielo y una leve brisa recorría por nuestro cuerpo. La menor se fue unos metros más lejos de nosotras y pude notar cómo la Morena estaba notoriamente nerviosa con las manos dentro de su abrigo pensando en quizás que decir.

—Me gustó tu video— dije y pude verla sonrisa oculta que no quería mostrar

—Sabía que lo verías
—Está por todas pares, supongo que debía hacerlo— ella asintió con una débil risa y de pronto una curiosidad pasó por mi cabeza.

Sería algo estúpido preguntar algo así, pero nunca estaba segura de lo que podría pasar en aquella industria y yo en definitiva no quería más dramas por el momento.

—Camila— hablé deteniéndome al igual que ella quién me miró con confusión —¿Hiciste ese vídeo porque en verdad lo querías? ¿O tu disquera se está aprovechando de la situación?

Sus ojos se abrieron automáticamente de sorpresa y negó un montón de veces, intentó acercarse pero algo en su mente la hacía detenerse al igual que cuándo pensaba en tocarme.

—No, no, no. Yo...— soltó un largo suspiro dejando caer sus hombros —Yo lo hice por mi voluntad, las canciones las grabé fuera de mi disquera, sólo con un amigo de confianza al igual que los visuales. Yo... tendré un nuevo contrato—informó y el leve apretón de mi pecho se suavizaba —Un contrato sin mentiras.