The Runes' War

Prólogo

Facciones, eso era lo que había dividido la sociedad hacía años atrás. Las facciones Delta y Gamma eran dos grupos rivales conformados por un peculiar tipo de personas, quienes eran portadoras de increíbles habilidades sobrenaturales. Por desgracia, los miembros de ambas facciones vivían en un terrible conflicto que desde años en el pasado los había hundido en una amarga rivalidad.

Ambas facciones le debían sus peculiaridades a las Runas, marcas pigmentadas en la piel de los portadores que determinaban su poder y fuerza, así como sus limitantes. Las figuras que formaban dichas marcas eran completamente distintas unas de otras, y de sus variaciones dependía el poder que conllevaba la Runa. La única similitud entre portadores eran los símbolos debajo de la figura:"ᛏ" para los Delta y "ᚴ" para los Gamma.

Desde el inicio de la guerra, tanto los Delta como los Gamma comenzaron a usar sus Runas como armas contra sus adversarios de la facción opuesta, ensangrentando la ciudad y matándose entre sí hasta casi extinguirse mutuamente.

Como la guerra pasó de durar meses a lustros y décadas, los guerreros de cada facción comenzaron a heredar sus Runas, y con ellas todo rastro de poder y de responsabilidad en el conflicto. Ambas facciones buscaban personas más jóvenes y fuertes que dieran fin a la guerra y la victoria a su facción.

El mundo vive de lo más ocupado e ignorante, lo suficiente como para permanecer incrédulo de la magia en su totalidad; y como la incredulidad gradualmente lleva al miedo, ambas facciones luchaban clandestinamente en una guerra oculta en las calles más olvidadas de la ciudad, tomando los callejones más recónditos como ruedos de batalla; ocultándose así de la población y, especialmente, del gobierno.

Las Runas existieron desde las primeras civilizaciones hasta nuestros días, y varias poblaciones utilizaron sus figuras de aquellas épocas como abecedario para su vocabulario en honra de dichas maravillas. Los nórdicos, una de las primeras civilizaciones en utilizar las Runas, bautizaron las letras de su alfabeto con el mismísimo nombre de las peculiaridades.

Pero conforme pasaron los siglos, la avaricia humana obligó a los portadores a ocultar sus poderes del mundo con un recelo tal que las Runas fueron borradas de cada libro de historia existente. Y así como el egoísmo de la especie aumentaba, el conflicto cada vez demandaba de mayores esfuerzos.

Al llegar al siglo XXI, ya no quedaba un solo guerrero de título en la sociedad, y por tal motivo las facciones cada vez batallaban más para encontrar portadores dignos en las nuevas generaciones. Sin embargo la realidad es inapelable, y fue así como dos viejos miembros de la facción Delta comenzaron desesperadamente a buscar un heredero.

Su búsqueda terminaría con los novatos menos aptos para el trabajo en el lugar menos esperado posible...