— Por aquí — dije al llegar al último salón del pasillo.
— Esta es la biblioteca, es medio inútil por la pésima señal en las computadoras, pero... aquí está.
— ¿Ok....? — respondió Meghan con una leve risa.
— Por allá está el comedor, y junto a éste, la cafetería. Aunque bueno, eso ya lo sabes, ¿no?
— Sí, gracias a uno de los miles de castigos que nos hemos llevado en la semana — dijo con picardía.
— Bueno, al menos te sirvió como orientación, ¿no?
— Viéndolo por el lado positivo... sí.
— En ese caso, sígueme por acá señorita positivista.
Nos dirigimos hacia el gimnasio, y tras mostrarle los salones del exterior, fuimos rumbo al campus.
— Este, como obviamente verás, es el campus. Más adelante está el auditorio de eventos y mucho más al fondo, las canchas de básquet y tenis.
— Mmm ¿También tienen alberca para waterpolo? — dijo Meghan con sarcasmo.
— Si, está junto a las canchas.
— ¿En serio?
— ¡Claro que no!, ¿en qué escuela has visto que haya una piscina para waterpolo?
— En ninguna, por eso lo supuse — dijo riéndose de su propia broma.
— Y por cierto, fue el peor sarcasmo que he escuchado en la vida.
Meghan se encogió de hombros.
— De cualquier forma odio los deportes y tengo la flexibilidad de una roca; así que de nada me serviría su alberca de waterpolo imaginaria.
Volví a despeinarle la coronilla.
— ¿Y entonces qué haces en tu tiempo libre, eh sabelotodo?
Ella sonrió divertida.
— Te mostraré.
Meghan entró corriendo al salón más cercano y tomó un gis.
— Cierra los ojos y cuenta veinticinco segundos.
— ¿Qué?
— Sólo hazlo.
— Está... ¿bien?
Comencé a contar en voz alta y cuando el tiempo acabó volví a abrir los ojos.
— Listo — dijo entusiasta.
— Wow...
En la pizarra, con un simple gis, Meghan había hecho el boceto de un zorro increíblemente detallado para haber sido hecho en tan sólo escasos treinta segundos.
— ¿Alguna duda?
— Vaya... ¡Increíble!, ¿cómo lo hiciste tan rápido?
— Práctica — dijo orgullosa.
— ¡Genial!, definitivamente sobrevivirías si tu vida dependiera de dibujar contrarreloj.
— Dudo alguna vez estar en una situación así, pero gracias — dijo riendo.
De pronto unos pasos se acercaron a la puerta.
— Por favor dígame que no son ustedes, par de criminales colegiales.
Ambos nos miramos asustados... se suponía que los alumnos tenían prohibido entrar al edificio de salones después de las 7 de la noche... y eran las 9:30...
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The Runes' War
AventuraUn internado de preparatoria pareciera ser el último lugar en el que podría suceder algo fuera de lo común. Pero una simple pesadilla está a punto de voltear la vida de los clientes más frecuentes del salón de detención totalmente de cabeza. Nathan...