Días llenos de tinieblas

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—¿Por qué eres tan buena Leda? ¿Cuál es tu problema? ¿No ves que te lastimas? —gritaba Adel furiosa— MALVADA SEA, PARATE —Leda no se movió ni un centímetro y terminó recibiendo una cachetada de Adel

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—¿Por qué eres tan buena Leda? ¿Cuál es tu problema? ¿No ves que te lastimas? —gritaba Adel furiosa— MALVADA SEA, PARATE —Leda no se movió ni un centímetro y terminó recibiendo una cachetada de Adel.

—No puedo —se puso la palma de la mano en la mejilla que se pintaba roja, las lágrimas no paraban de salir de sus ojos. Ya no tenía fuerza para levantarse otra vez, ya no quería ponerse de pie para otra vez ser tirada contra el suelo.

—Pudieras hacerlo si no fueras la niña buena que deja que todos la humillen, le escupan en la cara y que deja que todos la sobreexploten. ¿Cuándo vas a entender que si eres sensible y bueno todos te utilizarán?

—En el mundo hay personas buenas, yo sé que las hay

—¿Y donde están Leda? Yo no las veo, solo veo puras basuras que te utilizan para su bien ¿y el tuyo dónde quedó?

—No todas las personas son tan malas como tú.

—Yo no soy mala querida. Yo te protejo, te enseño a sobrevivir en un mundo lleno de maldad. Pero como veo nunca entenderás. ERES UNA COMPLETA INÚTIL.

—NO SOY INÚTIL, TÚ ERES VIL —después de decir eso terminó con la palma estampada en la otra mejilla. Sus sollozos solo aumentaron, ya no podía con todo aquello ¿por qué la lastimaba si ella solo hacia lo que era correcto, acaso eso no era bueno?

—Deja de llorar o quieres que todos los de esta casa y hasta los vecinos llamen a la policía ¿lo quieres? ¿Quieres alejarme de ti? ENTIENDELO LEDA SIN MÍ NO ERES NADA, SI YO NO TE DEFIENDO NADIE MÁS LO HARÁ O ¿PIENSAS QUE TUS AMIGOS LO HARÁN? ¿Estás segura que tienes amigos? —se rió irónicamente , ambas sabían que eso no era cierto, todos lo que estaban con ella eran para pedirles favores. ¿Realmente Leda tenía alguien que la quisiera de verdad?

De pronto escucho golpes en la puerta del baño y una dulce voz sonó detrás de ella:

—¿Cariño está todo bien? —Leda no podía hacer más que intentar tranquilizar su respiración y calmar el llanto.

—Anda ve así hecha un desastre a ver si ella es tu amiga porque ¿lo es? —le susurró Adel en el oído— ¿crees que alguien sigue a tu lado? —movía su cabeza su cabeza de un lado a otro con una sonrisa irónica para insinuar lo ilusa que era.

Los golpes de la puerta seguían sonando cada vez de una forma más desesperada.

—¿Cariño qué pasa? Abre la puerta —oía como la perilla se movía, pero la puerta estaba cerrada.

—¿Qué pasa amor? ¿Por qué tanto ruido?

—Es que la niña está ahí a dentro y no me habla ni me quiere abrir.

—Seguro está todo bien, tranquila tu sabes como ella se suele encerrar ahí adentro.

—Tú no me entiendes cariño, la niña está ahí adentro llorando y hace rato pego unos fuerte gritos. Sé que algo le pasa, no esta bien, mi instinto de madre me lo dice —un grito de lleno de pavor y desesperación se escuchó en el baño.

El padre al fin entró en razón y salió corriendo a donde tenía las llaves de la casa. Todo acelerado intenta abrir la puerta con cada una de ella, pero no encuentra la llave.

—Amor hazte a un lado —si esposa se alejó un poco de la puerta.

—¿Qué vas a hacer? —sin que le diera chance a preguntar lanzo una fuerte patada a la puerta, al no abrirse lanzó otro y otro hasta que al fin la puerta serio y se abrió.

La mamá fue la primera en ver aquella cara llena de cortadas, con los ojos hinchados y las manos rojas. No podía creer que esa escena fuera real, salió corriendo a donde su hija y la abrazo.

—Todo va a estar bien linda —decía mientras le sobaba la cabello— ¿Quién te hizo esto?

—Fue ella, ella es muy mala lo hace con la excusa de que me defiende, pero lo que le gusta es ver mi dolor —la madre miró a donde apuntaba la niña y quedó incrédula de lo que aquello significaba— mamá le tengo miedo, ayúdame por favor —la mamá vi al padre que estaba en la puerta sin saber que hacer y luego volvió a mirar los ojos de su hija, los cuales no paraba de moverse agitados y derramar lágrimas.

—Vas a estar bien cariño, yo te voy a ayudar —volvió a abrazarla y comenzó a llorar por no darse cuenta antes. Que mala madre era, su hija sufría y ella no lo sabía. Eso era imperdonable— Juntos vamos a buscar ayuda, pero linda... —se separó de ella y le sostuvo los hombros— ella no te puede hacer daño al menos que tú quieras que te lastime. Tú bondad es más fuerte que ella.

—Mamá ya estoy cansada de caerme —los sollozos comenzaron otra vez.

—Lo sé linda, pero tienes que levantarme que prometo más nunca dejarte caer —la chica levanto la mirada y se dio cuenta que si había alguien que la quería de verdad. Adel estaba equivocada, en este mundo si hay bondad...

❇❇❇❇❇

Holis aquí estoy para aclarar dudas y que nos quede con cabos sueltos

Lo que señala Leda a su madre es un espejo, así que  Adel es la otra cara de Leda (si escribes Leda en un papel y lo reflejan ante espejo creas a Adel). Este relato lo que busca mostrar es que el peor enemigo que podemos tener somos nosotros mismos al no querernos tal cual somos.

Lo mejor que hizo Leda fue pedir ayuda y decir lo que pasaba. Y lo peor fue hacerse daño por estar inconforme por como es.

Ale ▶ Levans_A

El despegueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora